La noche que María Jiménez volvió a los escenarios en silla de ruedas en Marbella
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Muere María Jiménez, «un espíritu indomable, una personalidad arrolladora, una mujer fuerte y valiente»
Aquella noche en Starlite estuvo rodeada de amigos, hubo flamenco, emociones y hasta anunció un disco

María Jiménez era un recuerdo, casi una obsesión de mitómanos. Con 70 años a sus espaldas y arrastrando serios problemas de salud, estaba retirada. Su voz sólo se escuchaba en los discos y alguna grabación de entrevistas, pero el 8 de agosto de 2020 sorprendió al subir a un escenario por sorpresa en silla de ruedas y brindar una noche mágica en Marbella que, pese a la merma de sus capacidades, demostró la fuerza natural de esta artista. Pitingo y Antonio Farru tenían una noche flamenca en Starlite, que convirtieron en inolvidable.
En un momento del concierto, el escenario se llenó con Remedios Amaya, Mari Peña, Raimundo Amador y Pitingo, que anunció lo que nadie esperaba: a María Jiménez. Por un lateral, la sevillana, apareció en silla de ruedas con un vestido de flores, mientras aquel auditorio de casi 3.000 personas se venía abajo dando la bienvenida a una leyenda, a una mujer a la que pensaron que no volvería a escuchar y que tenía allí, como una aparición por orden de los dioses del flamenco.
Abrió aquel regreso con un poema de presentación. Era parte de su siguiente disco, que sería 'La vida a mi manera'. «Ya está hecho, pero no me dejan cantar nada de él todavía, así que haré un recorrido por toda mi carrera musical», señaló la cantante, que arrancó un pequeño concierto llenos de grandes éxitos, proclamando la alegría de volver a pisar un escenario 18 años después.
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Era su fiesta. Interpretó un par de temas la cantaora Mari Peña, para seguir Remedios Amaya con canciones tan conocidas como «Tus labios pa mi» y «La barca». Luego Raimundo Amador con su nieta dedicaron un tema también a María Jiménez. Ella era la estrella de la noche. Pitingo le había devuelto la alegría a aquella vieja estrella que a duras penas podía caminar unos pasos.
Y allí, sin levantarse de la silla, la reina de la provocación y la naturalidad se hizo con el micrófono para sacar «Con golpes de pecho», «Te estás pasando de la raya» o «En la oscuridad». Previas a la subida de Pitingo en las tablas de Starlite y de Antonio Farru. Es cuando la noche dijo de «Se acabó».
Recordó a su público que María Jiménez es eterna, no se retira y no se acaba, como hizo en 2002, cuando volvió de otro retiro para sacar un disco con canciones de Joaquin Sabina. Esta pasada noche murió a los 73 años en su casa de Sevilla, pero su recuerdo sigue palpitando allá por donde pasó.
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