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Rescate de Julen

La eterna espera de un rescate imposible de Julen, el niño que cayó al pozo en Totalán

La familia del niño espera en la localidad malagueña que le devuelvan a su hijo, que va a pasar un mínimo de 10 días a 71 metros de profundidad en el pozo

El rescate de Julen vuelve a atrasarse y podría ser el miércoles

Los padres de Julen están siendo atendidos por un grupo de psicólogos F. Silva

J.J. Madueño

En una casa de Totalán. Arropados por sus amigos, familia y un equipo de psicólogos de la Junta de Andalucía. Un grupo de 25 profesionales en turnos de dos que les da conversación y ayuda a vivir una espera eterna. La misión es evitar crisis, prevenir el estrés postraumático o la ansiedad clavados ante un reloj que avanza sin resultados en un rescate que se antoja imposible, pero qué se va a hacer, aunque haya que eliminar la montaña. «Devolveremos a Julen a sus padres» . Es la máxima de todas las personas que trabajan para abrir la montaña y sacar al niño de sus entrañas. Lo que no se sabe es «cuándo».

Lo repiten los ingenieros, los bomberos, los guardias civiles, protección civil y cualquier operario que baja después de jornadas intensas horadando un monte que se ha descubierto como un macizo de roca dura . En el que la piedra es un cruel guardián al que hay que derrotar para rescatar a Julen. La broca no acababa de llegar a los 60 metros, los últimos cinco eran eternos. A siete metros hubo que parar la prospección, hacer mantenimiento de la maquinaria y seguir bajando. Cada informe de los ingenieros retrasa el rescate, complica un feliz desenlace y arroja más desesperación a la familia.

Los expertos dan un máximo de 10 días para que haya milagro. El plazo se cumple el miércoles, cuando se cree que pueden llegar hasta el pequeño de dos años, que sigue enterrado en un pozo de 15 centímetros de ancho por 110 de profundidad. Lo hace ante la impotencia de sus padres, que siguen los trabajos de cerca. «Han visto el gran esfuerzo humano que se está haciendo. Nadie sabía cómo enfrentarse a un asunto como este», afirmó Juan José Cortés, padre de la pequeña Mari Luz, que está junto a José y Victoria en esta espera interminable. « Tenemos que seguir apoyándoles sin descanso, porque queda poco », aseguró Cortes.

Las vetas de pizarra, el granito, los corrimientos de tierra, las complicaciones del pozo donde está Julen y hasta la lluvia demoran el salvamento. Cada intento es un revés . No se ha logrado ver al niño aún. Desde el domingo 13 de eneros a las dos horas de la tarde, la oscuridad del pozo es la única respuesta a todo intento de sacar a Julen. Se entró con cámaras, pero un tapón de arena y piedras impidió ver al niño. La aspiración de ese bloque compacto era lenta. Sólo se avanzaban centímetros y hubo que dejarla.

El tiempo apremiaba. Se pensó en llegar haciendo túneles, pero la maquinaria no podía acceder por las rampas de la Sierra de Totalán. Lo primero fue acondicionar una vía que permitiera meter máquinas de 4.000 kilos. Se movieron 35.000 metros cúbicos de arena , mientras se planteaba un túnel desde la ladera de la montaña y otro desde un pozo paralelo, que necesita hacer una plataforma de trabajo a 30 metros de profundidad. Se dejó en 23 metros porque no se podía avanzar más.

Familiares y amigos los acompañan en esta eterna espera F. Silva

Los derrumbamientos y la composición del suelo impidieron el túnel. Solo quedaba la opción del pozo de rescate y surgió la idea de hacer dos para ir más rápido. Dos pozos paralelos, pero no era posible porque había que ampliar la plataforma de trabajo y se perdía demasiado tiempo. Se guardó la opción del segundo.

El pozo de rescate para llegar a Julen está acabado. Sobre las 20.30 horas la perforadora llegó a los 60 metros de profundidad, que se necesitan para montar todo el operativo de rescate del pequeño de dos años atrapado en el corazón de la Sierra de Totalán. Ahora los operarios tendrán que asegurarlo.

Pirmero encamisarlo –revestirlo con un tubo interior para evitar derrumbes– para luego crear una nueva plataforma desde la que trabajar. Cuando este proceso esté acabado a mediodía del martes si no hay más retrasos, comenzará el equipo de rescate. Los mieneros bajarán a 72 metros de profundidad para, desde allí, excavar de forma manual una galería de cuatro metros que les lleve hasta donde se supone que está atrapado Julen. Estas labores se retrasarán 24 horas . Si todo va según lo previsto, los efectivos de rescate llegarán al punto donde se cree que está niño el miércoles, cuando se cumplen los eternos díez días dados por los expertos para que haya un milagro.

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