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Nueva ordenanza

Málaga impulsa un censo de ADN de perros contra los que no recogen sus excrementos

Los dueños tendrán un plazo de seis meses para inscribir a su mascota

Placa que tendrán que llevar los perros y que determinará que están inscritos en el censo / ABC

P. D. A.

Seis meses es el plazo que tendrán  los malagueños que sean dueños de un perro para inscribirlo en el censo de ADN de estas mascotas que pondrá en marcha el Ayuntamiento para luchar contra los ciudadanos incívicos que no recogen los excrementos y los que abandonan a estos animales tras arrancarles el chip identificador.

La Junta de Gobierno Local dio ayer el visto bueno a la Ordenanza de Protección Animal que incluye esta novedosa iniciativa que, según los cálculos del Consistorio, se aplicaría a unos 100.000 canes .

El concejal de Sostenibilidad Medioambiental, Raúl Jiménez, explicó que el proceso de tramitación continúa, aunque estimó que la nueva normativa podría comenzar a aplicarse en enero del próximo año, momento a partir del cual los propietarios de perros tendrán seis meses para inscribir el perfil genético de sus mascotas en el censo. La prueba de ADN será realizada por veterinarios.

El Ayuntamiento especifica que se tipificará como infracción leve «la no comunicación al Registro Municipal de datos relativos al Perfil Genético de ADN de los perros, así como circular sin estar estos provistos de la correspondiente chapa identificativa».

Uno de los objetivos que se propone la modificación de la ordenanza es alcanzar el sacrificio cero  en el Centro Zoosanitario Municipal, una de las principales demandas que se han realizado en este ámbito en los últimos años. Para ello, se promueve la esterilización de las mascotas, se establecen medidas que favorezcan la reducción del abandono y se fomenta la adopción de animales  como alternativa a su compra. Asimismo, el documento incluye la prohibición expresa del uso por particulares de collares que puedan ser considerados de castigo.

En otro de sus apartados, la ordenanza establece también que se deberá evitar la realización de actividades en el entorno privado de los perros que alteren o perturben su bienestar psíquico, tales como ruidos excesivos o la explosión de petardos .

La normativa protege a los animales que van a ser objeto de adopción en alguna de las instituciones que existen en Málaga mediante la inclusión de dos nuevos requisitos para acceder a la misma: no haber entregado un animal en el Centro Zoosanitario Municipal u otra entidad colaboradora en los últimos dos años y la presentación firmada de la declaración responsable de no haber sido sancionado por infracciones que impliquen maltrato o abandono del animal en los últimos cinco años.

La Ordenanza de Protección Animal establece que sólo se podrán dedicar a la crianza aquellos propietarios que cuenten con la preceptiva licencia de criador y reúnan todos los requisitos para hacerlo.

Por primera vez en la Comunidad Autónoma Andaluza una ordenanza municipal realiza un reconocimiento explícito del gato feral, al que define como el felino perteneciente a una especie doméstica pero que no está socializado con seres humanos y, por lo tanto, no es adoptable, viviendo asilvestrado.

Otra de las novedades del documento es  la modificación de las condiciones para el acceso de los animales de compañía a los establecimientos públicos , incluidos hoteles, restaurantes, bares, tabernas y aquellos otros establecimientos públicos en los que se consuman bebidas y comidas. La entrada de mascotas quedará autorizada siempre que el local no muestre visible desde su exterior una prohibición expresa, previa autorización administrativa por el órgano competente. Esto supone un importante cambio respecto a la situación que existe en la actualidad, ya que ahora los animales de compañía no pueden acceder al interior de los establecimientos públicos, a no ser que el local expresamente muestre que sí lo permite.

La única excepción a esta autorización de entrada será en los casos de los locales dedicados a la elaboración, venta, almacenamiento, transporte o manipulación de alimentos o bebidas, en los que queda prohibida la entrada con animales de compañía en todos los casos.

«Lo que perseguimos es trabajar por encima de todo en favor de la protección y el bienestar animal , revisando conceptos y garantizando su tenencia responsable por parte de sus dueños para que Málaga sea una ciudad amiga de los animales», explicó el edil en un comunicado, en el que destacó que el texto de la ordenanza ha sido consensuado al máximo posible con colegios profesionales y asociaciones animalistas.

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