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ROBO DE COCHES

Maserati, Porsche o Audi R8: los coches que unos ladrones hacían desaparecer en dos minutos en Málaga

La banda consiguió robar 56 coches entre Marbella y Mijas en seis meses con una valoración del botín de 3,25 millones

Algunos de los coches robados por la banda ABC

J.J. Madueño

Sólo robaban coches de alta gama. En la lista de sustracciones de esta banda en la Costa del Sol, sobre todo en Mijas y Marbella, hay un Maserati amarillo descapotable que puede estar valorado en unos 150.000 euros, un Porsche Cayenne que ronda los 100.000 euros, un Range Rover de más de 80.000 euros o un Audi R8 que puede estar cercano a los 170.000 euros . Haciéndolos desaparecer de lugares públicos en menos de dos minutos, los ladrones de estos coches crearon un garaje con 56 vehículos valorados en 3,25 millones de euros.

La Policía Nacional, en el marco de la operación 'Módena' contra el tráfico ilícito de vehículos, detuvo a mediados de junio a catorce personas . Se les investiga por se presuntos integrantes de una organización criminal especializada en el robo de vehículos de gama alta para después venderlos despiezados a países del este de Europa.

A esta red se le atribuye su participación en, al menos, 56 delitos de robos en un periodo aproximado de seis meses . Sus integrantes sustraían los vehículos mediante el uso de sofisticados medios técnicos para vulnerar los sistemas de seguridad de los mismos. Una vez en su poder, los coches era desguazados y enviados a países de Europa del Este. Con esta práctica habrían causado un perjuicio económico de 3.250.000 euros. Todos ellos serían, según la Policía Nacional, presuntos responsables de los delitos de robo, pertenencia a organización criminal y falsedad documental .

La investigación se inició en el mes de marzo. Los investigadores se dieron cuenta de que había un 'modus operandi' similar en la ejecución de varios robos de coches en la Costa del Sol. Pensaron en ese momento que todos tendrían una misma autoría. Tras diversas gestiones, los autores pudieron ser identificados plenamente. Estas personas integraban una organización ya investigada en el año 2019 por hechos de la misma naturaleza .

Investigados en 2019

Los cabecillas de la red disponían de los útiles sofisticados para el robo. El material iba desde llaves vírgenes a duplicadores de mandos importados desde el extranjero, así como inhibidores de frecuencias y teléfonos vía satélite destinados a dificultar la investigación policial que sobre ellos pudiera recaer. Los inhibidos también son usados por estas organizaciones para bloquear la señal a la hora de cerrar el coche por parte del propietario y poder acceder sin problemas para llevárselo.

Una parte de la organización se dedicaba a la localización de los vehículos que, en horario nocturno, serían robados, generalmente, en la vía pública . Tras la sustracción eran llevados a 'puntos de enfriamiento' para, días después, ser introducidos en alguna de las naves que la organización tenía alquiladas.

En esta naves trabajaban mecánicos profesionales, que desmontaban de forma meticulosa y ordenada los vehículos , bien con la intención de volver a ser montados en el país de destino o bien para vender las piezas del vehículo, que eran clasificadas, etiquetadas y empaquetadas.

Tras la judicialización de la investigación, se pudo determinar que, tanto el destino de los coches desmontados como el de las piezas empaquetadas, era la distribución a nivel internacional. En concreto, en una de las naves registradas se intervino un camión tráiler de cinco ejes y con gran capacidad de carga . Tenía matrícula ucraniana y estaba cargado con una multitud de piezas de vehículos robados, ya embaladas y catalogadas con destino a este país.

Dos talleres clandestinos

La mercancía iba amparada en facturas falsificadas de distintos desguaces con sede social en Málaga . Además, se procedió a la detención de los dos conductores del camión encargados de realizar el transporte trasnacional de las piezas.

Durante los días 17 y 18 de junio se llevaron a cabo cuatro registros domiciliarios y dos más en naves industriales. Fruto de ellos, se pudo determinar que una de las naves estaba especializada en el desmontaje de los vehículos de una marca alemana para, posteriormente, volver a montarlos en el país de destino. Así, se intervino una libreta manuscrita con referencias de despiece de varios vehículos, que se correspondían con las marcadas en los embalajes de las piezas.

El otro almacén ocultaba en su interior un taller clandestino , donde los mecánicos especializados llevaban a cabo el desguace de los coches y procedían a embalar las piezas para venderlas en el país de recepción. En este almacén la mayoría de las piezas que se identificaron correspondían con coches de otras marcas del segmento de lujo y se incautaron 26 motores.

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