El movimiento de las mareas en el Mar de Alborán hace prever un verano sin medusas en la Costa del Sol

Los expertos apuntan a que este puede ser un verano sin medusas , tras ver el comportamiento de las mareas en el Mar de Alborán. La Cátedra de Ciencias del Litoral de la Costa del Sol de la Universidad de Málaga explica que la definición de los dos giros anticiclónicos de este mar hace que las medusas se q ueden atrapadas en esas corrientes en alta mar , por lo que no se acercarían a las playas este verano.

Un mensaje de esperanza para una zona que necesita la reactivicación de las playas para superar la crisis económica que está dejando la pandemia. Francisco I. Franco, director de esta cátedra, explica que el Mar de Alborán tiene de dos giros formados por las corrientes de agua que entran desde el Atlántico , por donde discurren las medusas.

Está el Occidental, que comprende desde Málaga hasta Algeciras, y el Oriental, que está desde Granada a Almería. Si no hay temporales ni borrascas, estos giros están definidos y las medusas se quedan atrapadas dentro . «Como si fueran por dentro de una carretera», señala el profesor, quien asegura que sólo cuando se desdibujan esos giros las medusas llegan a la playa.

Hasta el momento, esos giros están bien definidos, lo que hace pensar a los expertos que las medusas se quedarán en alta mar, si no hay borrascas. Sólo la entrada de temporales desde el Átlántico esta primavera puede hacer que esas «carreteras» se desdibujen y las medusas queden libres.

Es en ese caso cuando, tanto el Levante como el Poniente, arrastrarían a estos animales indesados por los bañistas hasta la costa, como ha pasado otros años. «Ahora el giro occidental está cerrado, si sigue así hasta el verano no va a haber medusas» , afirma Franco, que recomienda la aplicación 'Costasoleando' para estar al tanto del estado de las playas.

Es que no sólo las medusas hacen peligrar el baño. Este investigador avisa también de la presencia del alga asiática en las zonas más occidentales del litoral de Málaga o la aparición de las 'natas' , esas espumas que dan la sensación de suciedad en el agua. «Todo este tipo de cosas se puede adelantar, gracias a la inteligencia artificial, en los cinco días previos y con un margen de error de una hora. Así los bañistas saben las playa a la que pueden ir», asegura Franco.