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ARTE SACRO

Pedro de Mena, esculturas como expresión de fe

La mayor exposición monográfica del artista granadino podrá visitarse en el Palacio Episcopal de Málaga hasta mediados de julio

Una de las tallas de Pedro de Mena expuestas en el Palacio Episcopal Francis Silva

Isabel Ruiz

Aprendiz de Alonso Cano en la Granada del siglo siglo XVII, Pedro de Mena aprendió el arte de la escultura barroca. Sus manos, de una valía impresionante, fueron las encargadas de elaborar la sillería del Coro de la Catedral de Málaga entre 1658 y 1600, una labor que ligó al granadino con la tierra malacitana hasta la fecha de su muerte. Desde este sábado se le rinde homenaje en el Palacio Episcopal , donde se ha reunido la mayor exposición monográfica del escultor ; 63 piezas que conforman un recorrido espiritual, mostrando la cultura como expresión de la fe.

«Pedro de Mena. Granatensis malacae» , no es una exposición más para el Obispo de la Diócesis de Málaga , Jesús Catalá. El arte sacro de Pedro de Mena, que se podrá visitar hasta mediados de julio, tiene como fin «ayudar a la comunidad cristiana a elevar la mente a Dios, glorificarle por el don de la fe, por la salvación eterna». Un conjunto de obras que invitan a mantener un «encuentro personal con la divina belleza» .

Tallas como la «Magdalena penitente» de la colección del Museo del Prado o la de «San Francisco de Asís» de la Catedral de Toledo lucen en el Centro de Arte del Palacio Episcopal de Málaga, junto a dos reproducciones del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de Belén, desaparecidas en la parroquia de Santo Domingo en 1931, tras la quema de iglesias .

Las tallas se perdieron, pero tal es su valía y reconocimiento que la Congregación de Mena aún conserva el nombre de escultor, pese a la imagen que veneran fue obrada por Francisco Palma. Ante tal suceso, el Obispo ha mostrado su deseo de que la imagen restaurada del Cristo perteneciente a la Catedral de Málaga sea llamada desde hoy «Cristo de Mena» .

Con su impresionante trayectoria, la figura de Pedro de Mena vuelve a elogiarse en la ciudad que le vio crecer como artista. Una Málaga del siglo XXI que podrá disfrutar de las piezas llegadas de todo el territorio nacional repartidas en siete secciones : Identidad; Amigo y Protector -dedicada a fray Alonso de Santo Tomás-; Inmaculada Concepción; Maternidad e infancia de Jesús; Pasión de Cristo y Ejemplos de Santidad; además de la sillería de la Catedral.

Sin duda, Mena es una figura fundamental, que «gozó en vida de un prestigio social. Sus obras alcanzan precios muy elevados, son alabadas por la crítica y deseadas por los coleccionistas, hasta copiadas o falsificadas por otros artistas». Esta concepción actual del artista de éxito coincide con la vida de Pedro de Mena, «uno de los mejores, si no el mejor, escultor que ha dado el barroco hispano», ha señalado el Ministro de Cultura, José Guirao.

Autoridades en la inauguración de la exposición «Pedro de Mena. Granatensis malacate» Francis Silva

Años a la sombra de su maestro, Alonso Cano

En los últimos años ha crecido el prestigio de las obras de Pedro de Mena en países anglosajones. The Metropolitan Museum de Nueva York o el The San Diego Museum of Art son algunas de las pinacotecas que se han hecho con algunas de las tallas del escultor, pero su reconocimiento no siempre estuvo latente.

«Medio siglo después de su muerte, en 1724, el pintor y teórico cordobés Antonio Palomino , a quién podríamos considerar benévolamente el Balzac español, le dedicó los elogios más entusiastas, sin embargo, a lo largo del siglo XIX su recuerdo quedó empañado por el de su maestro Alonso Cano» ha recordado el ministro de Cultura.

La fama y el prestigio de Mena retornó el siglo pasado el malagueño Ricardo Orueta , escultor de formación comenzó a «reivindicar la originalidad de sus obras; gracias a él las obras de Pedro de Mena volvieron a ser estudiadas y valoradas como lo que son».

Un escultor que llegó a Málaga con 30 años con el encargo de hacer el coro de la Catedral, y gracias a esta ciudad «pudo liberarse de la presión artística del gran Alonso Cano» , desarrollando su distintivo y particularidad a la hora de tallar, tal y como ha explicado el comisario de la exposición, José Luis Romero.

Cuando terminó el coro malagueño, viajó a la corte y la Catedral de Toledo le nombró escultor mayor, pero no se quedó en esa ciudad, sino que regresó a Málaga y trajo consigo el encargo de los jesuitas de Madrid de una Magdalena Penitente , «una de las grandes obras clave» de Mena.

Aquella obra la firmó con su nombre seguido de la leyenda «Granatensis Malacae» -Granadino en Málaga-, que se ha tomado prestada para titular la exposición, y en las obras posteriores abandonaría la alusión a su origen granadino y se limitaría solo a la ciudad donde trabajaba.

30 años desde la última exposición

Tres décadas han transcurrido desde que Málaga honrara por primera vez a Pedro de Mena. Una exposición «modélica» que celebraba en memoria del tercer centenario de su muerte. Ahora, las obras del artista granadino se reúnen en la que fue su tierra por 30 años para poner en valor su valía, revisando la vida de «uno de los grandes artistas del Barroco, capaz de levantar un territorio artístico personal, poniendo la intensidad al servicio de la fe» .

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo , ha defendido «es en los templos, en los conventos y en las cofradías andaluzas donde están algunas de las piezas más sublimes del tesoro cultural de Andalucía». Así lo demuestran exposiciones como la que se ha inaugurado este sábado y que a partir del 29 de marzo tendrá una subsede en Granada, ciudad natal de Pedro de Mena.

Es por ello, que Del Pozo ha asegurado que la Junta de Andalucía tiene la «obligación de cuidar» la imaginería religiosa. La preocupación por conservar y cuidar el arte sacro, ha hecho que antes de la inauguración de la exposición se mantuviera una reunión sobre las filtraciones de agua en el primer templo de la Diócesis de Málaga .

Por su parte, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha apuntado que la muestra es uno de los «grandes hitos culturales de la provincia». Entre las obras expuestas, se encuentran una proveniente de Antequera y otra de Fuengirola, además de una docena de Málaga capital y de algunas colecciones privadas; lo que supone una «magnífica proyección cultural de la provincia por su fuerte impacto».

Ciclo de conferencias

La muestra, que permanecerá abierta hasta el 14 de julio, cuenta con el apoyo científico y económico de la Consejería a través del comisario de la exposición, José Luis Romero, conservador y técnico de la Junta de Andalucía especialista en escultura barroca, y de un ciclo de conferencias, complementario a la muestra como un espacio de reflexión, debate y discusión en torno al artista y sus circunstancias que amplifiquen e implementen nuevas vías de conocimiento e investigación sobre el Pedro de Mena y su trayectoria artística.

El ciclo está compuesto por diez conferencias a cargo de catedráticos y profesores de Historia del Arte de diversas universidades andaluzas, quienes ahondarán en algunas de las peculiaridades y hechos más significativos del escultor.

A la inauguración de la exposición, organizada por la Diócesis de Málaga, también han asistido el presidente de la patronal andaluza, Javier González de Lara; el arzobispo de Granada, Javier Martínez; el presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga; el director de Actuaciones Socioculturales de la Fundación Unicaja, Rafael Muñoz, entre otros.

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