ÉXITO POLICIAL
La Policía «limpia» la Costa del Sol de ajustes de cuentas entre narcos
Un grupo especial de agentes resuelve casi el cien por cien de los casos que cae en sus manos

La guerra entre narcos sacudió con crudeza la Costa del Sol en 2018. Asesinatos a la salida de una comunión, bombas, armas automáticas, secuestros en plena calle, ejecuciones… La violencia se adueñó de las calles por los «vuelcos» o robos de drogas y ... la Policía tuvo que reaccionar. La decisión fue formar un equipo especializado. El Grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría Provincial de Málaga comenzó a trabajar en febrero de 2019. Se hizo cargo como caso práctico del asesinato de un empresario de la noche de Marbella en enero de ese año. En la investigación desarrollaron un método que les ha convertido en mito entre los sicarios, hasta el punto de que una víctima que escapó de un tiroteo les espetó al verlos: « ¿Sois el grupo que está limpiando la costa?».
Su leyenda les precede. Desde el pasado 12 de octubre no ha vuelto a haber actividad de los sicarios en la Costa del Sol . Una pacificación que ha conllevado la detención de una treintena de asesinos materiales o intelectuales con la resolución de siete ajustes de cuentas. «Todos están en prisión preventiva» , explica el jefe del Grupo II de la Udyco a ABC. El éxito se debe al arduo trabajo de investigación que llevan a cabo un puñado de agentes, donde se reseña hasta el más mínimo detalle de cada caso. «Dan para un libro», dice el policía.
Hasta en algún auto judicial se les menciona por «la impecable actuación policial» , que han llevado a cabo para desarticular organizaciones de asesinos. Oficios de más cien páginas a todo color en los que se detalla toda la actividad y procedimientos de los sicarios a la hora de matar en la Costa del Sol. No importa donde se oculten. Rumanía, Alemania, Dinamarca… Estos agentes están en contacto con policías de todos los países, siguiendo los pasos de los asesinos hasta donde haga falta, sin importar horarios, kilómetros o días sin poder ver a la familia.
Una víctima de un ajuste de cuentas nos preguntó: ¿Sois el grupo que está limpiando la costa?
Al final, los sicarios de la Costa del Sol acaban con los grilletes puestos y en prisión. Ha sido así en todos los casos de los que se han hecho cargo desde 2019, excepto en uno. Fueron detenidas doce personas de una banda holandesa que, además de matar al empresario marbellí, planeaba otro asesinato. Cuatro más fueron los arrestados entre España y Francia por el asesinato de un senegalés en el polígono Guadalhorce de Málaga capital . Un caso para el que hubo que rastrear por teléfono a más de un millar de taxistas, hasta dar con el que había visto al asesino y comenzar a tirar del hilo.
Son minuciosos hasta el extremo. Buscaron un casquillo de bala a más de un kilómetro de distancia de donde estaba el cadáver de un búlgaro en la carretera de Istán. Fueron detenidas dos personas, una en Marbella y otra en Alemania, por la comisión de este crimen. Dos rumanos huyeron a su país después de matar a un marroquí en un «vuelco» en Marbella y dejar a otro herido. El autor intelectual fue arrestado en Málaga a los pocos días y los sicarios en Rumanía tiempo después.
Luego se produjo el asesinato de un francés en Cabopino, en el aparcamiento de una pizzería. Es el único caso que les queda en cartera y en el que se están centrando ahora todos los esfuerzos. Los asesinos se citaron con la víctima, lo mataron y huyeron por la AP-7 hacia Mijas, donde quemaron el coche y desaparecieron. Después de ese caso, han seguido esclareciendo y deteniendo.
«Cuando empezamos nos decían que estos crímenes no se resolvían»
En 2020 consiguieron un cien por cien de crímenes resueltos . En junio cayeron tres británicos tras tirotearle las piernas a un miembro de su banda para darle un escarmiento. Lo habían dejado abandonado herido en el Hospital Costa del Sol. Así, su metodología exhaustiva los llevó en julio de ese año hasta una moto abandonada a dos kilómetros del centro de Marbella, de ahí a una gorra, sobre la que averiguaron la tienda donde se compró e identificaron a los sicarios por las grabaciones de las cámaras de seguridad mientras compraba la prenda.
Resolvieron el ajuste de cuentas de un balcánico en una zona céntrica de la ciudad. Cuatro personas fueron detenidas entre Barcelona y Marbella. El grupo policial especializado tuvo que maniobrar rápido para evitar que los sicarios huyeran del propio juzgado en Barcelona, cuando fueron a declarar por un error procedimental. «Los pillamos cuando se marchaban en taxi para fugarse. Las órdenes de detención llegaron rápido cuando se fueron de los juzgados y regresaron a prisión», reseña el jefe del grupo, un tímido y experimentado policía curtido en el Grupo de Respuesta Especial para el Crimen Organizado (Greco).
El último en resolverse ha sido un ajuste de cuentas fallido en Estepona, donde la víctima se libró porque puso el brazo en la trayectoria de las balas . El caso sigue bajo secreto de sumario. «Cuando empezamos nos decían que estos crímenes no se resolvían», asegura el jefe de este equipo de policías procedentes de grupos de investigación de élite y condecorados por su labor. «En estos dos años, hemos visto cómo la venganza de un ajuste de cuentas de aquí se ha hecho dos meses después en Turquía , aunque la víctima vivía en la Costa del Sol», señala este policía, que con su grupo pionero ha conseguido que el crimen organizado pierda la sensación de inmunidad a la hora de apretar el gatillo.
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