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Música

Rod Stewart regresa a la Costa del Sol que se bebió hace 20 años

El británico actuará este miércoles en Castillo de Fuengirola, dentro del Marenostrum Castle Park

Rod Steart en uno de sus conciertos ABC

J.J. Madueño

Hubo un tiempo en el que Rod Stewart paseaba por la Costa del Sol, sobre todo por Marbella, en coches de lujo y compañías explosivas . Dicen las historias que se enamoró de una guapa malagueña un verano y que sus visitas a la capital para recogerla en su barrio eran una fiesta entre la chiquillería, que se acercaba a ver el Bentley rojo descapotable en el que solía viajar. En Málaga fue feliz, porque tenía todo lo que el dinero podía proporcionar. Evasión, nostalgia, amor, inspiraciones… Fue así hasta que en el 2000 se marchó cargando contra Jesús Gil y una Marbella que sin saberlo comenzaba los años más oscuros de su historia.

Ahora vuelve a esa costa que lo enamoró en el 1978 cuando llegó de luna de miel y en la que a finales de los 90 volvió a recalar. Lo hizo cuando quiso beberse el litoral malagueño en vaso ancho con hielo. Pero ahora llega para actuar y con nuevo disco debajo del brazo . En aquella época alternaba rubias, antes de enamorase.

El miércoles es la fecha señalada para la llegada de su próxima gira de presentación de «Blood Red Roses» . Lo hará en el Marenostrum Music Castle Park de Fuengirola. El Castillo Sohail acogerá el concierto, que mezclará los nuevos temas con sus himnos como «Maggie May», «Da ya think I'm sexy?», «I don't wanna talk about it» o «Sailing». Recala en la costa malagueña después estar en Músicos en la Naturaleza en la Sierra de Gredos.

No es la primera vez que vuelve desde su marcha. Ya lo hizo en 2005 en Mijas . Era la época de auge del Hipódromo de la Costa del Sol, que aquel año abrió temporada con Lenny Kravitz, para acoger a Elton John a finales de junio y a Stewart, que entonces era número uno de ventas en Estados Unidos con una versión de sus grandes éxitos, el 13 de julio. Actuó ante un aforo aproximado de 22.000 personas, el doble del que se asistirá ahora a este nuevo regreso con sabor a historia.

Esa que le recuerda descamisado y con los ojos vidriosos al volante de un flamante descapotable, llegando a las puertas de la discoteca de Olivia Valere. Con una multitud que añora otro tiempo y que coreará las canciones de un mito que este año ha sido precedido por otro de los más grandes de la historia de la música. Y es que el Marenostrum Castle Park este año ha alcanzado otra dimensión con el directo de Bob Dylan el pasado mayo.

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