El mito de la Atlántida que esconde el Golfo de Cádiz
Los restos de la civilización que mencionó Platón en sus Diálogos son todo un misterio, aunque hay expertos que los sitúan en las marismas de Doñana
La Atlántida estaba en Doñana, según un estudio

Hace unos 2.600 años que el filósofo griego Platón mencionó en sus 'Diálogos' la existencia de una civilización adelantada a su tiempo que dominó el oeste de Europa y el norte de África. Era la Atlántida, un lugar que describió como una «isla ... situada frente al estrecho que se conocía como las Columnas de Hércules» –hoy Estrecho de Gibraltar– que fue arrasada «en un solo día y una noche terrible» por un tsunami. Desde entonces han sido numerosas las investigaciones que han intentado, sin mucho éxito, confirmar científicamente la existencia de ese idílico lugar y hasta situar en el mapa el espacio donde descansan sus restos.
Nada se ha podido constatar en este tiempo. El mito de la Atlántida se ha ido acrecentando hasta adquirir tintes novelescos que han contribuido a la mitificación de su misterio. Las teorías discuten sobre la certeza de las palabras de Platón y no son pocas las interpretaciones que sitúan en Andalucía el origen de la civilización. «Es la única leyenda que no tiene una organización política o sacerdotal detrás que ha sobrevivido durante más de dos siglos» y «eso revela la importancia del tema», explica el antropólogo José Orihuela.
Por segundo año consecutivo se ha puesto al frente de un curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) que reflexiona sobre la Atlántida y las teorías que la rodean, abordadas desde la perspectiva de especialistas en filosofía, antropología, filología, geología, arqueología, historia antigua, escritura o mitología, entre otros. «Nuestra idea es analizar el relato platónico desde varios frentes pero partiendo siempre del método científico», insiste Orihuela, asegurando que «todo nos lleva a pensar que ha llegado la hora de reescribir la historia del mundo occidental».
Este antropólogo sostiene que «algo se está moviendo sobre el paradigma actual en las ciencias históricas» y que, por lo tanto, la historia de la Atlántida «merece ser estudiada desde el punto de vista antropológico». Para ello se basa en algunas «certezas» a las que no duda en aferrarse. «La historia de Occidente no empieza con los fenicios», puesto que «aquí había personas y culturas desde antes que no vinieron de Oriente». Por eso, «no se trata de encontrar la ciudad perdida sino de cambiar la mirada y reinterpretar los hechos que tenemos». Entre ellos, que «si Atlantis –que fue su capital– llegó a existir, el primer lugar en el que habría que buscarla es en las aguas que bañan el Golfo de Cádiz».
Así, insiste en que en los escritos de Platón se describe un estuario como zona cero de la Atlántida y, de hecho, «su propio nombra significa 'civilización del Atlántico'». Por tanto, «las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla están más que involucradas en su historia». Para Orihuela ese es el principal «argumento» de una historia que está por escribirse y que, a falta de que se publiquen las conclusiones de esta curso, seguirán estudiando en próximas ediciones. «Este tema ha despertado mucho interés en Iberoamérica y ahí queremos centrarnos», ya que los textos de Platón aseguran que «de isla en isla se llegaba al continente que cierra el mar por otro lado», lo que «inevitablemente lo conecta con la epopeya colombina».
Otras investigaciones
El historiador y filólogo alemán Alfred Schulten fue uno de los primeros expertos que con más ahínco apostó por el vínculo entre la Atlántida y Andalucía. De hecho, sus estudios se centraron en demostrar que esta civilización era en realidad la capital del reino de Tartessos. En varios momentos de su vida puso en marcha investigaciones para hallar algunos restos del lugar advertido por Platón pero nunca llegó a conseguir su objetivo. Sí halló en el denominado Cerro del Trigo, en el interior de Doñana, revelaciones de otras épocas históricas.
Por otro lado, un equipo de investigación liderado por el científico estadounidense Richard Freund aseguró en 2011 que la Atlántida «quedó cubierta por lodo en el sur de España». Para dar con el lugar exacto utilizaron una foto de satélite de una supuesta ciudad sumergida, indicando que el lugar podía situarse al norte de Cádiz, en las marismas de Doñana. De 2009 a 2010, un equipo de arqueólogos y geólogos utilizó una combinación de radar de profundidad de suelo, cartografía digital, y tecnología submarina para inspeccionar el sitio, descubriendo una serie de «ciudades monumento» construidas a imagen de la Atlántida tras la probable destrucción de la ciudad.
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