sanidad
Tres mujeres, dos jiennenses y una cordobesa, toman el poder en la Consejería de Salud
Los relevos en plena Navidad del viceconsejero de Salud y del gerente del Servicio Andaluz de Salud revelan el desconcierto actual en la sanidad pública andaluza
La nueva gerente del SAS se marca como reto «seguir avanzando en la mejora de la salud en Andalucía»
Dimiten el viceconsejero de Salud y el gerente del SAS de la Junta de Andalucía
El Gobierno andaluz agradece a los dos altos cargos cesados de Salud que den un paso al lado

Tres mujeres, dos jiennenses y una cordobesa, forman desde este miércoles el triunvirato que tratará de poner orden en la sanidad pública andaluza, lastrada por las listas de espera hospitalaria y los problemas en la Atención Primaria. A Catalina García, que lleva un año ... y medio como consejera de Salud tras sustituir en el cargo a Jesús Aguirre, se suman desde este miércoles al frente de la Consejería la médico jiennense María Luisa del Moral y la médico cordobesa Valle García. La primera, secretaria general de Humanización, es experta en Neurobiología aunque ha hecho carrera política como diputada en el Congreso y portavoz del PP en materia sanitaria. La segunda, que es experta en aparato digestivo (en política hay que digerir muchos sapos), ha dirigido el Hospital Reina Sofía de Córdoba, uno de los mejores de Andalucía, hasta su nombramiento como nueva directora-gerente del Servicio Andaluz de Salud.
En los pasillos de las zonas nobles de la Consejería de Salud se rumoreaba desde hace semanas sobre «cambios importantes de personas» para después de Reyes en los que varias voces incluían a su titular, Catalina García, pero los relevos se han precipitado en plena Navidad, a cuatro días de Nochevieja, una época poco habitual en empresas privadas y administraciones públicas para hacer despidos o nombramientos. Que no hayan aguantado hasta después de las vacaciones navideñas revela la impaciencia del presidente de la Junta por reparar el talón de Aquiles de su Gobierno al que la oposición a la derecha y a la izquierda del PP destinan todas sus flechas. Que hayan caído el número 2 y el número 3 de la Consejería de Salud demuestra el profundo calado de esta crisis en una materia tan sensible para la ciudadanía como la salud y a la que Juanma Moreno ha dado prioridad en sus presupuestos desde hace cinco años.
Nunca se había invertido tanto dinero en la Consejería de Salud como ahora y nunca antes se había hecho tan visible el malestar ciudadano por las listas de espera hospitalarias y las demoras en los centros de salud. Moreno lo advirtió hace dos meses en una visita oficial a Oncología Infantil del Virgen del Rocío, una de las joyas de la corona del mejor hospital andaluz: «Los recursos económicos son limitados y ahora es el momento de la gestión y de estirar hasta el último euro que invertimos».
Sorpresa
La dimisión del malagueño Miguel Ángel Guzmán, exgerente del Servicio Andaluz de Salud y, desde ayer, exviceconsejero de Salud y Consumo, es quizá la que más ha sorprendido en los despachos oficiales puesto que se le consideraba el relevo natural a la consejera, Catalina Garcia, si las cosas se torcían como ha ocurrido, en efecto, a lo largo de este año. 2023 ha sido un «annus horribilis» para esta enfermera jiennense en el que las buenas noticias sanitarias brillaron por su ausencia, hasta el punto de que en los últimos meses su gestión ya no era sólo criticada fuera de la Consejería por el PSOE o Sumar, sino dentro de la misma.
Algunos nombramientos de personas más próximas al PSOE que al PP y escándalos como el del exdirector financiero del Hospital de Osuna, del que ella no fue en absoluto responsable, acabaron empañando su imagen como gestora, aunque no tanto como la explosión de las listas de espera de este año y los problemas en la Atención Primaria, huelgas incluidas de sus profesionales en demanda de mejores condiciones laborales. Ella presumió de las mejoras salariales de las enfermeras («de las mejor pagadas de España», dijo públicamente) mientras las retribuciones de los médicos andaluces continúan, que se sepa, a la cola nacional.
Fuentes no oficiales de la Consejería aseguran que Guzmán, que recaló en el SAS durante el mandato de Jesús Aguirre, estaba descontento con el rumbo marcado por su nueva jefa, aunque el propio interesado desmintió a ABC que ésa haya sido la causa de su salida. En declaraciones realizadas antes de tomar un avión rumbo a Punta Cana con su familia, el exviceconsejero adujo motivos personales. «Mi mujer se ha jubilado y mi cargo de viceconsejero, aunque no estaba en primera línea de exposición mediática, exigía una dedicación constante, incluida fines de semana. Necesito descansar después de muchos años a este ritmo», dijo.
Guzmán, que pilotó el rescate del Hospital Militar de Sevilla, junto con Luis Martínez Hervás (también «dimitido» como director general de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud) tuvo que apagar muchos fuegos durante la anterior legislatura al frente del SAS, la empresa que maneja los fondos de la sanidad pública en Andalucía, la mayor de la comunidad autónoma. Ayer precisamente el Consejo de Gobierno andaluz aprobó una de las mayores ofertas de empleo público que se recuerdan en el SAS, casi cuatro mil plazas en total, en su sostenido afán por dar estabilidad a su plantilla.
Descontento
La segunda cabeza que se ha cobrado esta crisis navideña en la Consejería de Salud es la del director-gerente del SAS, Diego Vargas. El descontento con su gestión alcanzó a los despachos de San Telmo, y no ha durado ni año y medio en su cargo, uno de los más estratégicos y complejos del organigrama de la Junta por la cantidad de personal y de recursos que dependen de él. Su aparente dimisión muestra todos los signos de una destitución encubierta, aunque ABC no ha podido contactar con él para recoger su versión.
Su sustituta es Valle García (Córdoba, 1975), que ejercía hasta ayer la gerencia del Hospital Reina Sofía de Córdoba. Doctora en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba, realizó su formación como médico residente en el centro cordobés, en el que forma parte del equipo de la Unidad de Gestión Clínica de Aparato Digestivo desde 2003. Desde 2012 fue la responsable de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal y formó parte de un puntero grupo de investigación del Instituto de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC).
En círculos del SAS se destaca la buena sintonía de Valle García con Jesús Aguirre, cordobés como ella que la mantuvo en el cargo tras la salida de los socialistas del Gobierno andaluz, que la nombraron para ese cargo. La influencia del presidente del Parlamento en la Consejería que lideró durante la pandemia parece estar aún lejos de difuminarse.
La nueva viceconsejera de Salud es la médico jiennense María Luisa del Moral, hasta ayer secretaria general de Humanización, Planificación, Atención Sociosanitaria y Consumo de la Junta, además de portavoz de Sanidad del PP en el Congreso. Está muy bien vista en el partido y tiene proyección para cargos nacionales en un futuro Gobierno Feijóo. Diputada en Cortes por Jaén, es licenciada en Cirugía y Medicina por la Universidad Complutense, Del Moral ha desarrollado una intensa actividad investigadora en el laboratorio de Neurobiología del Instituto Cajal.
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