La NASA alerta de que Doñana se seca por la agricultura, el turismo y la sequía
La agencia aeroespacial estadounidense desvela las demoledoras conclusiones de un reciente estudio realizado por investigadores de la Estación Biológica a través de imágenes vía satélite
Los científicos sostienen que 83% de las lagunas del humedal se inundan menos y durante menos tiempo de lo que explicaría el clima
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«Los humedales del Parque Nacional de Doñana se están secando debido a la demanda de aguas subterráneas para la agricultura y el turismo y por la sequía. Los científicos informan de que el 83% de las lagunas del humedal se inundan menos y ... durante menos tiempo de lo que explicaría el clima«. Es el preocupante mensaje que la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA por sus siglas en inglés) ha difundido en su cuenta de twitter, basado en un estudio realizado por investigadores de la Estación Biológica del Parque Nacional a través de imágenes vía satélite entre los años 1985 y 2018.
La NASA sostiene que el cambio ha llegado «al corazón de Doñana». Así destaca que dentro de los límites de este importante humedal hay miles de pequeñas lagunas poco profundas alimentadas por aguas subterráneas que sufren ciclos naturales de inundación y sequía. Este hábitat, conocido como lagunas temporales mediterráneas, contiene plantas y animales especialmente adaptados a la disponibilidad intermitente de agua, según resalta. «Las marismas, humedales y dunas de Doñana son el hábitat de cientos de especies de aves y de animales como el águila imperial ibérica y el lince ibérico, en peligro de extinción», agrega.
Sin embarco, alerta de que en las últimas décadas el paisaje de Doñana ha ido sufriendo alteraciones. «Las mismas aguas subterráneas que impulsan los ciclos de inundación del humedal también son accesibles para usos ajenos al Parque Nacional. La huella del acuífero que alimenta las lagunas es unas cinco veces mayor que la del área protegida. La agricultura y el turismo más allá de las fronteras del parque han gravado cada vez más ese suministro de agua«, indica.
Wetlands in Spain’s Doñana National Park are drying up due to groundwater demands from agriculture, tourism and drought.
— NASA Earth (@NASAEarth) June 27, 2023
Scientists report that 83% of the wetland’s ponds are flooding less extensively and for less time than would be explained by climate. https://t.co/kzIiuRX5Fs pic.twitter.com/Ypq2AZrRU0
La NASA se hace así eco del reciente estudio realizado a través de más de tres décadas de imágenes por satélite para analizar cómo ha repercutido la actividad humana en este importante humedal. Según explica, uno de los mapas utilizados muestra los lugares en los que las lagunas se inundan en mayor o menor cantidad, algo que se puede atribuir al clima.
Para llegar a este resultado, los científicos de la Estación Biológica de Doñana han empleado imágenes de satélites para cuantificar la extensión y duración de las inundaciones en 316 lagunas entre 1985 y 2018. A continuación, incorporaron datos de temperatura, precipitaciones y uso del suelo de esa época para analizar qué parte de las inundaciones se debían a factores climáticos frente a antropogénicos.
En gran parte, los científicos concluyeron, según destaca la agencia norteamericana, que el uso de aguas subterráneas hizo que la mayoría de los acuíferos analizados se inundaran con menos frecuencia y, en algunos casos, se secaran por completo.
Matalascañas, golf y frutos rojos
Los impactos más notables aparecen directamente junto a los lugares donde se bombea el agua. «A lo largo de la costa está la ciudad turística de Matalascañas, que se ha ido construyendo desde los años 70 y aprovecha las aguas subterráneas. Un campo de golf que funcionó allí durante 17 años redujo las inundaciones del estanque durante ese tiempo. En la franja occidental del parque, los invernaderos de fresas y otros cultivos de frutos rojos se abastecen del acuífero para el riego«, agrega la NASA.
No obstante, el estudio desvela que no todas las zonas tendieron a secarse durante el periodo estudiado. Así, ocho estanques de la parte norte del Parque se inundaron más de lo esperado por el clima. Los autores especulan con que la restauración de los arroyos y la eliminación de una plantación de eucaliptos a principios de la década de 2000 podrían explicar este resultado.
En total, de los varios cientos de estanques estudiados, el 59% no se han inundado desde al menos 2013 y el 83% se inundan menos extensamente -y durante menos tiempo- de lo que se explicaría por el clima.
«Doñana es Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera de la UNESCO, además de Humedal Ramsar de Importancia Internacional. Sin embargo, el desarrollo fuera de la zona protegida -además de la prolongada sequía- ha puesto a prueba el acuífero compartido y en peligro el ecosistema y su estatus de zona protegida. En las últimas décadas, los agricultores cercanos al humedal han pasado de cultivos tolerantes a la sequía, como el olivo y los cereales, a otros que requieren más agua, sobre todo la fresa. España es uno de los principales exportadores de fresas, la mayoría de las cuales se cultivan en la provincia de Huelva, donde se encuentra Doñana«, concluye la información difundida por la NASA.
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