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El otoño será tres veces más lluvioso que el de 2022 en Andalucía pero no acabará con la sequía

La Agencia Estatal de Meteorología atisba un ligero cambio de tendencia que dejará entre 136 y 215 litros por metro cuadrado de media en esta estación

El delegado territorial en Andalucía, Juan de Dios del Pino, señala que «un otoño lluvioso no acaba con la sequía» porque «poca agua acaba en los embalses»

El mes de septiembre ha traído las primeras lluvias a Andalucía rafael carmona
Mario Daza

Mario Daza

Sevilla

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La tan anhelada lluvia llegará a Andalucía a lo largo de las próximas semanas. La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para el último trimestre del año atisba un ligero cambio de tendencia en la situación actual de sequía de larga duración y pronostica que va a ser un otoño normal e incluso más húmedo de lo habitual en la región. Esto quiere decir que, si se cumplen los modelos –la probabilidad ronda el 80%– las precipitaciones podrían dejar entre 136 y 215 litros por metro cuadrado de media en estos tres meses, el parámetro en el que se sitúa el histórico de esta época del año. Una cifra que sería tres veces superior a lo recogido durante el mismo periodo de 2022. Entonces, en uno de los otoños más secos de los que se recuerdan, apenas se llegó a los 60 litros en el conjunto de la comunidad.

Los datos referentes al último año meteorológico –entre el 1 de septiembre de 2022 y el 31 de agosto de 2023– lo sitúan como el quinto más seco de toda la historia. Evidentemente, el otoño pasado no fue ajeno a esta realidad y las lluvias acumuladas entre septiembre y noviembre se quedaron muy lejos de la media habitual. El delegado territorial de la Aemet en Andalucía, Juan de Dios del Pino, explicó que el año «sólo se salvó» por las precipitaciones que provocó la borrasca atlántica del puente de diciembre, «con una lluvia fina y continuada que vino muy bien para la sequía», y el ciclo de depresiones aisladas en niveles altos (DANA) que afectó a la región entre los meses de mayo y junio. Sólo en estos dos episodios se registró el 60% de todas las precipitaciones del año.

Estos escenarios no son algo exclusivo de 2022 sino que vienen a confirmar una tendencia a la baja en la cifra de precipitaciones a lo largo de la última década. De hecho, en todos estos años ha llovido mucho menos de lo habitual, con la única excepción de lo sucedido en 2017-2018. «Eso es mucho», explica Del Pino, por lo que «demasiado bien estamos para lo que está ocurriendo». Hay, además, más datos que confirman esta debacle de las precipitaciones, puesto que en estos diez años sólo han caído 5.627 de los 6.687,6 litros por metro cuadrado que marcaba las media de la serie histórica. Faltan, por tanto, más de 900 litros por metro cuadrado de agua que no ha llegado a Andalucía. O lo que es lo mismo, la lluvia de dos años completos.

Cambio de tendencia

Todo hace indicar que la tendencia cambiará en estas semanas pero la Aemet pide cierta prudencia con los modelos. Del Pino advierte de que «los pronósticos de precipitación empiezan a dar señales de un posible cambio meteorológico que todavía tendría que confirmarse», aunque «los mapas de lluvia de las próximas semanas ya no salen en blanco y eso es una buena noticia». Sin embargo, la vuelta de las precipitaciones durante los próximos meses no parece que vaya a ser capaz de solucionar la situación delicada de los pantanos. «La sequía no la arregla un otoño lluvioso», explica Del Pino. Entre otras cosas, porque «muy poca agua de la que cae termina dentro de los embalses». Y para muestra de esta afirmación, lo ocurrido durante este verano. «Estos meses han sido el doble de lluviosos de lo normal, con casi 26 litros por metro cuadrado frente a los 12 de media», explica. No obstante, «si todo el agua hubiese acabado en los embalses, la cuenca del Guadalquivir estaría al 50% de su capacidad, pero desgraciadamente no ha sido así».

Toca, por tanto, mirar al cielo y esperar a que los modelos de la Aemet terminen por confirmarse. Mucho más claro parece que el próximo otoño será más caluroso de la cuenta en Andalucía, en el que los termómetros suelen oscilar entre los 16,8 y los 17,7 grados de media. Según la previsión, hay un 60% de probabilidades de que las temperaturas estén por encima de los 18 grados, aunque también existe un 30% de que se queden en los registros normales para la época. Está casi descartado que este otoño sea de abrigo y bufanda. Para eso habrá que esperar, con suerte, a la llegada del invierno.

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