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Rafael Velasco, la mano derecha de Griñán en el partido

EFE/JUAN FERRERAS

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El vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, es, a sus 37 años, la mano derecha de José Antonio Griñán en el partido desde que en marzo el presidente de la Junta asumió el mando del PSOE andaluz.

Velasco, que hoy ha dimitido como diputado autonómico tras las informaciones sobre las subvenciones que recibió la empresa de su esposa, se convirtió en número dos del PSOE andaluz en el congreso extraordinario del pasado mes de marzo en el que Griñán sustituyó al frente del partido a Manuel Chaves.

Tambien ha dimitido hoy como número dos de los socialistas andaluces pero a pesar de que ha insistido, Griñan no se la ha admitido, según fuentes socialistas.

Ese nombramiento como vicesecretario general, fue un paso más en la carrera política de este joven cordobés aficionado al automovilismo que nació en 1973 en Palma del Río (Córdoba), estudió Filología Inglesa y un Master MBA en Dirección de Empresas. Ingresó en 1993 en el PSOE, a cuya ejecutiva regional pertenece desde el año 2000 y en el que ha sido secretario de las Juventudes Socialistas de Andalucía y secretario de Política Institucional y de Organización antes de ser vicesecretario.

En el ámbito institucional fue concejal del Ayuntamiento de Palma del Río (Córdoba) desde el año 1995 y diputado en el Congreso entre 1999 y 2003, tras lo que ostentó el entre los años 1999 y 2003 el cargo de vicepresidente primero de la Diputación de Córdoba hasta 2005 y fue elegido diputado autonómico en 2008.

Velasco ha sido una de las caras de la renovación impulsada por Griñán en el PSOE andaluz, junto al onubense Mario Jiménez, que también sin llegar a los cuarenta años fue elegido portavoz parlamentario. El peso de Velasco en el partido, donde sustituyó como número dos al veterano Luis Pizarro, puede ser la causa de que Griñán no haya aceptado su dimisión como vicesecretario general. El argumento de Velasco para presentar su dimisión ha sido la "cacería política" contra él y su familia después de que se conociera que la empresa de su mujer, que está embarazada de su segundo hijo, habría recibido subvenciones para cursos de formación para el empleo por parte de la Junta de Andalucía.

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