Elecciones generales 23j
El PP consolida su mayoría en Andalucía con una victoria insuficiente para llevar a Feijóo a La Moncloa
Los populares consiguen 25 diputados frente a los 21 del PSOE; Vox baja hasta nueve y Sumar empata resultados anteriores de la izquierda con seis
Resultados elecciones generales en Andalucía, en directo
En caso de bloqueo, ¿cuándo volverían a repetirse las elecciones?

Era la victoria que le faltaba, aunque no generó la alegría que se esperaba. Después de los inapelables resultados de las autonómicas del año pasado y las municipales de mayo, el PP consiguió ayer volver a ganar unas elecciones generales en Andalucía. No ocurría desde hacía siete años.
Arañó nada menos que diez diputados más que en la última cita, aquel fatídico 2019 de la debacle absoluta. Pero la relativa fuerza con la que se mantuvo el PSOE, cuatro escaños por debajo de los populares, terminó por dotar de un sabor más que agridulce a una noche en la que las huestes de Juanma Moreno creían, encuestas y percepciones mediante, que iba a ser de grandísima celebración.
La de ayer fue la tercera cita electoral consecutiva en la que se impone el PP en esta región, en lo que puede considerarse ya claramente como un desplazamiento del eje sociológico de una tierra que, hasta hace nada, constituía el principal granero de votos del socialismo en España.

Los populares venían de un triunfo inapelable en junio de 2022, en aquellos comicios que dieron la mayoría absoluta a Juanma Moreno. Y hace menos de dos meses, de doblar el pulso a los socialistas también en las municipales. Entonces el denominado 'efecto Moreno' sirvió para que la fuerza política del presidente andaluz penetrara también en territorios que hasta el momento se habían demostrado feudos inexpugnables para el PSOE. Vencieron por primera vez en las ocho provincias, y gracias a ese histórico resultado, el PP gobierna desde junio en todas las capitales de provincia andaluzas y en nada menos que seis diputaciones.
Pero la noche no fue para el PP todo lo sabrosa que se preveía. Durante la campaña electoral, y frente a la incomparecencia de Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo se había paseado con asiduidad por Andalucía pidiendo un resultado 'a lo Moreno': una mayoría amplia que le permitiera formar gobierno en solitario.
Hasta el hecho de que la audiencia del líder popular durante su presencia en el programa televisivo 'El Hormiguero' fuese muy superior abajo Despeñaperros que en el resto de España les hacía intuir un nuevo resultado histórico. Contemplar las hordas de votantes que casi en bañador abarrotaban a primera hora del día los colegios electorales para irse a la playa no hacía sino alimentar sus esperanzas.
Los populares pensaban que el 23J iba a ser, básicamente, como aquella jornada histórica de 2011 en la que no sólo ganaron sus primeras elecciones a Cortes en la comunidad andaluza. Barrieron entonces, llevándose 31 diputados que condujeron en volandas a Mariano Rajoy hacia su mayoría absoluta. El PSOE, al que sacaron medio millón de votos, obtuvo 25.
Pero las escenas de colegios electorales vestidos de verano fueron un espejismo, y la participación comenzó a aletargarse a medida que la canícula hacía su aparición en este infernal julio. En los cuarteles populares cundía ya la preocupación a media tarde.
Un recuento como en 2012
Y luego llegó el recuento. Una hora y media que recordó demasiado a la noche tenebrosa de 2012 en la que Javier Arenas se fue a dormir con aquella mayoría simple que, como tituló ABC, fue un fracaso absoluto porque no le permitió conquistar San Telmo, pese a sus 50 diputados. Un Arenas, que, por cierto, también se ausentó de un debate electoral en aquella campaña. ¿Les suena?
Como entonces, el PSOE empezaba la noche ganando. Incredulidad. Luego la remontada. El PP se ponía por delante al sobrepasar el 50% del escrutinio. «Hay que esperar», afirmaban esperanzados en el edificio sevillano que alberga la sede regional del PP. Y se aguardó, pero la escapada nunca fue todo lo drástica que se hubiera querido.
El PP, sí, venció ayer. Más de un millón y medio de andaluces le dieron su apoyo. Una cifra casi idéntica a la que propició la mayoría absoluta del 2022. O de la lograda en junio pasado. En número de votos, el PP sólo perdió ayer —otra vez la plaza inconquistable— en la provincia de Sevilla. Almería, Málaga, Granada y Cádiz sí siguieron fieles una vez más al color azul. Pero la exigua diferencia con la que saldó su duelo con el PSOE hizo que en tres de estas provincias —Huelva, Jaén y Córdoba— se produjera un empate a diputados.
En la sede regional del PSOE, que encaraba con gran preocupación esta convocatoria después de los varapalos cosechados en los últimos tiempos, no parecía anoche que hubiesen sido derrotados y se desbordaba una alegría poco acorde con lo que en cualquier otro momento hubiera significado un resultado así.
En el apoyo global, sólo quedan unos 120.000 votos por debajo del PP, en una comunidad en la que esta formación le sacó 700.000 hace sólo un año. Sus inopinados 21 diputados son fundamentales para la «dulce» derrota de Sánchez.
Tampoco quedaron demasiado insatisfechos los demás contendientes. Vox, que partía de una cifra inalcanzable de doce escaños, se quedó en nueve, cuando todas las encuestas vaticinaban que retendría la mitad. En cuarta posición quedó el conglomerado de partidos denominado Sumar, que realmente empató y dejó claro que el apoyo a la extrema izquierda está estancado en Andalucía. Obtuvo los mismos seis diputados que Podemos en 2019 y un respaldo similar al de otras citas, en el que parece estancada la extrema izquierda andaluza.
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