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Andalucía necesita 20.000 millones de euros para reactivar sus obras más prioritarias

Más de un centenar de proyectos quedaron varados a causa de la crisis. Con el volumen de inversión actual tardarán casi un siglo en ejecutarse

Un obrero hace tareas previas para el diseño de la Línea 2 del Metro de Sevilla R. Ruz

Juan J. Borero

La Junta de Andalucía se enfrenta a la elaboración de su primer Plan de Infraestructuras dispuesta a invertir la tendencia que llevó al congelador la inversión en grandes obras durante más de una década. La crisis económica fue determinante. Los proyectos en marcha quedaron paralizados y aún no han vuelto a remontar el vuelo, lo que obliga en algún caso a replantear su vigencia. El gráfico de la evolución anual del volumen de adjudicaciones en obra pública en Andalucía por parte de todas las administraciones es bastante clarificador de la situación. En 2018, Estado, Junta de Andalucía y Ayuntamientos adjudicaron unos 1.325 millones de euros en obra pública. Fue una inversión inferior a la registrada a principios de siglo y muy lejos de los 4.640 millones de euros adjudicados en 2007, el año con mayor inversión de la serie desde 2001, según los datos de la patronal Círculo de Empresas Andaluzas de la Construcción, Consultoría y Obra Pública (Ceacop).

El panorama que ha dejado esta drástica caída de las inversiones públicas es el de tajos parados , autovías y circunvalaciones con tramos hacia ninguna parte y proyectos en eterna revisión, como el tramo de la SE-40 que debe cruzar el Guadalquivir; trenes que se fueron para no volver, corredores ferroviarios abandonados y metros que avanzan solo sobre el papel a paso de tortuga. Las carreteras se inauguraban kilómetro a kilómetro, como un gran hito de la gestión política, mientras los baches se multiplicaban en la red viaria debido a la falta de mantenimiento . Los raíles de los tranvías sin uso terminaban en las chatarrerías. Y algunos edificios se quedaron en el cartel anunciador cuando no en un esqueleto de ladrillo, como símbolo del estado de coma en el que había quedado la obra pública en Andalucía.

En la estadística de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), Andalucía se sitúa la tercera comunidad autónoma en inversión en infraestructuras por habitante con 23 euros, cifra muy lejana a los 37 euros de media por habitante en España. Andalucía fue la decimotercera región española en cuanto a porcentaje de dedicación de su Producto Interior Bruto a contratación pública entre los años 2015 a 2018.

Esta patronal, a través de un estudio realizado por la ingeniería Sener, ha señalado la existencia de 112 actuaciones consideradas «prioritarias» para la comunidad que siguen en lista de espera. En su mayoría se trata de grandes obras de infraestructuras hidráulicas (81), seguidas de ferrocarriles (13), carreteras (12) y tratamiento de residuos (6). Todas ellas suman una necesidad de inversión de 19.816 millones de euros . El estudio realiza un curioso cálculo: con el actual volumen de inversión pública, Andalucía tardará 95 años en realizarlas.

Ni el más optimista de los sevillanos apostaría a que el alcalde que salga hoy de las urnas , por muchos mandatos que sume, va a inaugurar el tramo que cierre la red del metro diseñada en 2003.

Las líneas 2, 3 y 4 del Metro de Sevilla , junto a la prolongación de la Línea 2 del Metro de Málaga, el Metro de Granada , el tranvía de la Bahía de Cádiz o el tranvía de Córdoba están en el listado de obras prioritarias de Andalucía. Entre todas necesitarían un gasto de capital de 4.760 millones de euros.

En los que se refiere al suburbano sevillano se necesitan 3.739 millones de euros. La cifra se antoja estratosférica para lo que estamos acostumbrados, pero el referido estudio de Seopan ofrece otras perspectivas económicas nada desdeñables: solo en ahorro de tiempo, costes ambientales y sociales anuales y ahorro de costes, cada año de retraso supone una pérdida virtual de algo más de 83 millones de euros.

Rentabilidad social

Según el informe, las obras prioritarias pendientes con mayor tasa de interés o rentabilidad social son la mejora de la línea férrea Almoraima-Algeciras (37,7%), los ramales ferroviarios de la nueva terminal de Contendores del Pueto de Cádiz (31,5%), la línea Bobadilla-Algeciras (16,38%) y el tramo A-8009 de la SE-40, de los túneles bajo el Guadalquivir , que Fomento quiere cambiar ahora por una solución alternativa y que tiene una rentabilidad social del 0,85% del proyecto.

Distintas fuentes económicas y empresariales insisten en que el recorte en inversiones públicas genera una involución en el desarrollo de los territorios. La inversión genera empleo y esto reactiva el consumo y los ingresos de seguridad social . Por eso se reclama a las instituciones una apuesta decidida por la obra pública.

Otro problema es la gestión. Muchos de los grandes proyectos dependen del acuerdo entre administraciones y la visión cortoplacista de la política evita compromisos de inversión plurianuales que excedan los mandatos de cuatro años. El retraso en la ejecución de algunas obras a veces ni siquiera resulta de falta de inversión. El nuevo Gobierno andaluz ha encontrado hasta 720 millones de euros sin destino en la Consejería de Fomento.

La Junta de Andalucía ya ha avanzado que habrá colaboración público privada en el próximo Plan de Infraestructuras y que será «realista» . Habrá inversión para los proyectos de Metros pero, es tanto el volumen de inversión necesario, que habrá que valorar si al menos superan la fase del papel que durante estos años se ha hecho tan eterna como improductiva.

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