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Cinco consejos para aprobar unas oposiciones

Preparadores y academias indican los trucos para sacar plaza segura si quieres trabajar en la administración

Calma y mucha preparación son fundamentales para los opositores ABC

M. MOGUER

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Una joven estudia para unas oposiciones en Hacienda ABC

Cuándo empezar a estudiar

«Depende de la persona y del cuerpo al que se quiere entrar», explica la directora de Claustro , Pilar Martínez. «Una persona brillante puede sacar unas oposiciones en tres meses y otra persona en tres años», explica. Para Joaquín Garrido, de la academia Ceapro , el momento de ponerse a estudiar depende también del tipo de oposición en la que se concurre. «Para nivel C, el más bajo, puede bastar un año, pero para A hace falta mucho más», explica. Da una idea la media de tiempo que pasan sus alumnos que han aprobado en la academia : algo más de dos años.

Para Guillermo Fernández, de Master D , es más complejo decidir cuándo hay que empezar a hincar los codos. «Depende sobre todo de dos factores: la disponibilidad del opositor , cuántas horas puede estudiar y, después, del número de temas de la oposición a la que se presenta». En opinión de Fernández, el mínimo para una oposición de tipo A es dos años, y eso solo para empezar a ser competitivo .

Sin embargo, para cuerpos como la Guardia Civil o la Policía Nacional , los tiempos se reducen. Se puede empezar a estudiar con garantías de aprobar solo un año antes, según el director de Master D. «Y con solo dos o tres horas diarias».

Así, en general, y tomándolo en serio, la media sería un año al menos para grupo C y más de dos (hasta cinco años en algunos casos) para las más difíciles del grupo A.

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Opositores durante un examen ABC

Cuántas horas estudiar el día

Para el preparador Guillermo Fernández , no tiene sentido estudiar todas las horas del día. Bastan, asegura, «2 o 3 diarias bien aprovechadas». Si el opositor está comprometido con su trabajo, «basta con eso, no hace falta dedicarle 10 horas diarias. Pero no es lo mismo estar sentado que estudiar, hay que rendir el tiempo que se dedica a la oposición », explica. Añade que lo más difícil es crear y mantener el hábito de sentarse a trabajar. «Si lo dejas una semana es muy probable que abandones. Yo siempre le digo a los alumnos que al menos se sienten un rato cada día.

No comparte esa opinión Joaquín Garrido , de la academia Ceapro. Cree este preparador que hay que dedicarle a las oposiciones «todo el tiempo que se pueda. El opositor es el que solo para para comer y dormir». Para Garrido, el truco para sacar unas oposiciones es «estudiar el máximo número de horas, pero con sentido común».

Para la academia Claustro, lo importante es el cuerpo al que se aspira dentro de la administración . «Nosotros preparamos unas oposiciones de enseñanza en nueve meses, pero el opositor tiene que estudiar ocho horas diarias, como si fuera un trabajo», detalla la directora del centro, Pilar Martínez. «Hay que descansar un día a la semana y, si estás trabajando mientras estudias y solo le puedes dedicar 3 horas diarias, lógicamente tardarás más en sacar las oposiciones», puntualiza.

Al final, el consejo más común es aprovechar las horas. Ya sean tres diarias o diez, hacer que cundan .

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Una opositora repasa su examen ABC

Técnica para estudiar

¿Cómo es mejor estudiar unas oposiciones? ¿Leer y leer hasta el infinito? ¿Quizás hacer fichas? La clave, opinan los expertos consultados por ABC de Sevilla, está en la creatividad. «Lo mejor son las reglas mnemotécnicas, sobre todo cuando hablamos de datos, fechas y números», explica el responsable en Sevilla de la academia Master D. Y da dos claves para los futuros opositores : «Nada se aprende si no se entiende primero» y «Nada se aprende mejor que lo que se investiga mejor». Son dos lemas que los que aspiran a un trabajo en la administración deberían llevar grabadas a fuego , según Fernández.

Coincide con el responsable de Master D el director de Ceapro: «Técnicas hay muchas , pero lo importante es visualizar, vivirlo y practicarlo. También para memorizar». Garrido es un firme defensor también de las reglas mnemotécnicas, y, además, aconseja, «cuanto más absurdas y ridículas, mejor». Entiende este formador que los opositores tienen que inventar historias llamativas , porque así se recuerdan mejor.

Memorizar, en fin, es más una cuestión de técnica que de repetición . Vivir las cosas, tener curiosidad y usar la mnemotecnia para ayudarse con lo más complicado parecen ser las claves de los expertos.

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Una opositora entra en el aula ABC

¿Abandonar el estudio?

¿Qué pasa si se suspende un vez tras otra unas oposiciones? ¿Abandonar es una opción? Cuando el examen se resiste y se acumulan fracasos, el opositor se puede plantear dejarlo e intentarlo en la empresa privada. «Jamás», responde el preperador Guillemo Fernández. «Opositar es insistir . Es muy difícil sacarlo a la primera. Hay gente que sé que van a suspender, pero da igual, hay que intentarlo», explica.

Modera un poco esa postura Joaquín Garrido. «Hay que verse. Cuando llegas al examen , tienes que ver si eres capaz de decirte "sí, esta vez lo saco" o "yo esto lo dejo"», razona. La decisión, explica, es una cosa «personal», que depende más de sensaciones que de otra cosa. « Hay quien aprueba a la tercera , tengo un caso así y ahora su hijo se está preparando con nosotros también», detalla.

Es más radical Pilar Martínez: «Si se ha estudiado pero se suspenden dos o tres veces, hay que dejarlo . A la tercera hay que abandonar, porque algo pasa ».

En resumen: autoexploración y estudio. Si se es optimista, a intentarlo tantas veces como se plantee. Si no, abandonar es una opción digna también.

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Examen en unas oposiciones ABC

Presentar a probar, no a aprobar

Cuando se empieza el proceso de preparación de unas oposiciones, lo más fácil es que llegue el día del examen y el temario no esté tan seguro como debiera. Y surge la duda: ¿Presentarse por si acaso? Quienes se examinan para probar no y no para aprobar, no suelen tener muchas posibilidades de conseguir plaza, explican los expertos del sector.

Sin embargo, hay defensores de esos simulacros de examen. Es el caso de Guillermo Fernández, quien asegura que es un buen ejercicio. «Tiene sentido. Coges experiencia, pierdes nervios y ves cómo es el examen. Es muy importante para el opositor», indica.

En el extremo opuesto está Joaquín Gallardo: «Es perder dinero. Hay 0% de posibilidades de aprobar si se va sin estudiar, hay mucha gente que lo ha hecho muy bien para llegar ahí y no les vas a ganar».

En resumen, presentarse para probar tiene sentido si es para ver cómo es el examen y perder algo de miedo al proceso, pero no parece la mejor opción si se espera conseguir una plaza .

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