Hazte premium Hazte premium

Coronavirus en Andalucía

Un «shock» económico que fuerza una reconversión del presupuesto de Andalucía

La tensión financiera de esta crisis, por el aumento del gasto sanitario y la caída de impuestos, obligará a reconfigurar las cuentas de 2020

Un tercio del presupuesto se corresponde con la política sanitaria ABC

Luis Montoto

La crisis del coronavirus se va a convertir en un durísimo «test de estrés» para la sostenibilidad financiera de la Junta de Andalucía. Aunque sobre las comunidades autónomas descansan multitud de competencias, la gestión de la sanidad y la educación definen su propia existencia como administración. Para comprobar el peso de ambas políticas solo hay que repasar dos cifras: hay 94.000 sanitarios y 102.000 docentes, en una plantilla directa de la Junta de Andalucía de 253.000 personas. Es decir, el 78% de los empleados públicos presta sus servicios en hospitales y colegios (según los Presupuestos de 2020).

De ambas políticas, la sanidad ejerce en el erario una presión mucho mayor que la educación. El envejecimiento de la población unido al encarecimiento de los tratamientos (cada vez mejores pero también más costosos) provoca que el sistema requiera más recursos año a año.

A esto se le añade que los hospitales se enfrentan a circunstancias imponderables: una crisis alimentaria (como ocurrió con el brote de listeriosis) o el agravamiento de algún problema estacional (como una gripe más virulenta de lo normal) ejerce una tensión añadida en las cuentas públicas (ya de por sí muy constreñidas por la obligación de cumplir con las reglas de déficit y deuda).

El control sobre esta partida presupuestaria es muy estricto porque un pequeño desvío porcentual genera un impacto muy relevante. Es cuestión de volumen: la política de Salud es un tercio del total del presupuesto no financiero de la Junta de Andalucía (casi 11.000 millones de euros sobre un total de 33.000 millones), con lo cual es ahí donde un Gobierno se juega el cumplimiento de sus compromisos.

Tormenta perfecta

Pongamos sobre la mesa un segundo elemento: el coronavirus empezó como una crisis sanitaria pero también ha generado una rápida y abrupta crisis económica , por el severo impacto que tendrá en el tejido productivo (imposible todavía de calcular). El incremento en el coste para el sistema autonómico (el consejero Jesús Aguirre ha valorado que inicialmente puede ser de 350 millones de euros) llega en un escenario en el que todas las previsiones económicas para 2020 se han roto.

El Gobierno de Juanma Moreno había calculado que el PIB de Andalucía crecería un 1,9% en 2020. Se trataba de una estimación optimista, dado que el Ministerio de Economía cifró posteriormente que el PIB español avanzaría un 1,6%. Sea como fuere, ninguna de estas dos previsiones incluyó la variable del coronavirus.

Cada décima que se resta a la previsión de crecimiento son cientos de millones de euros menos en términos de recaudación en IVA o el IRPF (que recauda el Estado pero se reparte al 50% con las autonomías). También hay un golpe directo para los impuestos de gestión autonómica (muy dependientes de las compraventas inmobiliarias a través de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados).

Menos recaudación y menos crecimiento; el gasto sanitario disparado… Es la tormenta perfecta para el presupuesto de una Comunidad Autónoma ; una prueba de fuego a la que hasta ahora no se había enfrentado el sistema de una manera tan abrupta.

Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias

«Es un shock para el sistema y será muy difícil que no se dispare el déficit , lo que obligará a todas las administraciones a negociar para ver cómo se reparten las cargas, y el Estado deberá buscar más flexibilidad para el cumplimiento de las normas de estabilidad de la Unión Europea», afirma Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA). «Esta negociación también debe contemplar la articulación de mecanismos extraordinarios de apoyo», subraya.

¿Qué caminos quedan por delante? La Junta de Andalucía ya ha iniciado una reconfiguración del presupuesto a través del denominado fondo de contingencia sanitaria dotado de 100 millones de euros, y cuyos recursos deben proceder necesariamente de otras consejerías, departamentos e instituciones de la administración andaluza. Un ejemplo es el de la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, que ya ha anunciado que la cámara autonómica renunciará a más de cuatro millones de euros (sustraído de su plan director de gastos para la remodelación del edificio) para ponerlos a disposición de la lucha contra el coronavirus. Las consejerías de la Junta tendrán que hacer acopio de recursos para ponerlos a disposición de Salud.

Negociación con Hacienda

Pero la mutación del Presupuesto andaluz también obligará a hacer una negociación con el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que debe revisar la regla de gasto y los objetivos de déficit y deuda para que el sistema autonómico pueda reconfigurar sus presupuestos y recoger el nuevo gasto en Sanidad. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ya ha anunciado su voluntad de negociar un «Presupuesto de Reconstrucción» que reciba el apoyo de PP y CS.

El Estado soporta el coste de las cotizaciones sociales y las comunidades autónomas de la Sanidad, y ambas partidas están condenadas a crecer mucho más allá de lo previsto en 2020. El futuro presupuesto de España pasa necesariamente por un proceso paralelo de remodelación de las cuentas autonómicas y, en ambos casos, habrá que sacrificar otras políticas para que el previsible incremento del gasto social sea compatible con el nuevo margen de déficit que pueda ofrecer Bruselas.

En un momento en el que estaba en la agenda política la revisión y reforma profunda del modelo de financiación autonómica , las consecuencias del coronavirus serán el «test de estrés» para todo el sistema. Aún así, para Ángel de la Fuente esta crisis no debe condicionar necesariamente la reforma del sistema autonómico de financiación , ya que se trata de un debate diferente. «Hay que resolver la crisis actual sin perder de vista que es necesaria una remodelación que simplifique el sistema, haga un reparto más igualitario y aporte más responsabilidad a las autonomía para modular sus ingresos», concluye este economista.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación