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Coronavirus

Eccemas, irritaciones o rosácea: los problemas de llevar la mascarilla todo el día puesta

Los médicos aseguran que cualquier contratiempo que genere la mascarilla es leve y que siempre es recomendable llevarla

Un ciclista con mascarilla por la avenida de la Constitución R. Doblado

M. Moguer

El uso de mascarillas de forma prolongada tiene escasos efectos graves sobre la salud. Así lo señalan los médicos, que aseguran que sus beneficios - evitar contagios de coronavirus y las neumonías asociadas - son infinitamente mayores que los problemas que pueden provocar. Ahora que su uso es obligatorio por orden de la Junta de Andalucía , un neumólogo y un dermatólogo explican las complicaciones que el llevar mascarilla puede acarrear, sobre todo en una comunidad como la andaluza, donde el verano es muy caluroso .

El verdadero problema no es llevar la mascarilla sino «infectarse y coger una neumonía por Covid-19» , explica el doctor Gerardo Pérez Chica , Jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario de Jaén y miembro del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos. Para este especialista en el aparto respiratorio , una mascarilla «no debe producir ningún problema respiratorio si se siguen las medidas de higiene , es decir, que se cambie si se humedece, ensucia o deteriora».

Ni siquiera el calor, opina el doctor Pérez, es perjudicial con la mascarilla. Al menos, para un uso normal, cotidiano. No así para hacer deporte , para lo que este neumólogo no la recomienda. De hecho, la normativa le da la razón, porque una de las excepciones que marca es para quienes se ejercitan de forma individual. «Pero el uso normal y normalizado de mascarilla aunque haga calor no debe provocar a ningún tipo de problema a la población», insiste el doctor Pérez.

Desde el punto de vista respiratorio, hay pacientes que sí deben evitar el uso continuado de mascrarillas . Serían quienes tienen patologías crónicas que se puedan ver agravadas y la población con discapacidad intelectual o con alteraciones de conducta. «Eso son los dos grupos de pacientes donde sí podríamos tener problema en la utilización de la mascarilla. Pero hay que individualizar estas medidas y valorar al paciente», explica el doctor Pérez.

Si hay una población a la que hay que prestar especial atención, señala Pérez, es a los niños. A los mayores de seis años, puesto que los menores de esa edad están exentos de llevar mascarilla . «Con los niños hay que extremar las medidas de higiene y revisar la mascarilla con más frecuencia», recomienda el doctor Pérez. Y, ya sea para niños o adultos, cambiarla si se tiene puesta la mascarilla más de cuatro horas, añade.

Coincide con él el doctor David Romero Ramírez , jefe servicio Dermatologia del hospital Virgen Macarena de Sevilla y miembro del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, quien señala que los niños deben y pueden llevar sin problema a partir de los seis años la mascarilla. Es más, «es una edad en la que ya son conscientes de los riesgos, e incluso lo pueden plantear como un juego », indica.

Ahora bien, si los niños tienen «problemas del tipo dermatitis atópica de la cara o si comienzan más adelante con acné sí que pueden tener más dificultades o molestias que mejorarán con el tratamiento de estos problemas». ¿Cómo? Hidratando. Ese consejo vale también para los adultos, indica el doctor Romero.

Además, subraya este dermatólogo , es importante «la elección del tipo de mascarilla y material que mejor viene al tipo de piel de cada persona» para evitar irritaciones». Porque, aunque reconoce que pueden producir irritaciones en la piel de la cara o de las orejas, son «leves» y tratables. En todo caso «no nos hemos encontrado con situaciones clínicas que nos hayan obligado a desaconsejar el uso de la mascarilla» de forma prolongada, explica.

Ni siquiera el calor, muy alto en Andalucía, es impedimento para el uso de las mascarillas, según este médico . «El aumento de las temperaturas ambientales y el sudor sumados al uso de la mascarilla provocan unas condiciones sobre la piel cubierta por la mascarilla que favorece las irritaciones y otros problemas mencionados». La solución pasa por hidratar la zona y lavar la cara tras el uso de la mascarilla. A veces, si persiste el problema, indica el doctor Romero, se puede valorar si hay alergia al material de la mascarilla y cambiarlo por otro. «Con estas temperaturas -añade-, es necesario intensificar los consejos comentados para el cuidado de la piel con el objetivo de que podamos continuar usando la mascarilla y evitando el contagio por coronavirus».

Porque, reconoce este dermatólogo, sí que están viendo más casos de eccemas, irritaciones, foliculitis , «así como empeoramiento de problemas previos como rosácea, acné o dematitis seborréica». Pero nada suficientemente grave para evitar el uso de la mascarilla.

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