Hazte premium Hazte premium

El curioso «céntimo» plastificado del consejero Bravo

El titular de Hacienda entrega una tarjeta con la moneda a los consejeros para que «miren» por el dinero público

Juan Bravo posa ante los periodistas con el céntimo plastificado A R.V.

Antonio R. Vega.

Cada céntimo del presupuesto público cuenta. Y para que no se olviden de mirar por el céntimo, el consejero de Hacienda, Industria y Energía, Juan Bravo, ha entregado a todos los miembros del Gobierno andaluz una tarjeta identificativa con un céntimo plastificado acompañada de la leyenda «Presupuestos» , iniciativa que ha pagado de su bolsillo, aclara a los periodistas el responsable de las cuentas autonómicas. Bravo ha instaurado la «política del céntimo» en la Junta de Andalucía, donde hace unos años funcionaron las llamadas tarjetas opacas,como las que se utilizaron en prostíbulos por parte de un directivo de la fundación Faffe, extinta en el año 2011.

«El dinero público ni es de nadie ni es de todos , el dinero público es sagrado», comenta el consejero en un corrillo con la prensa al término del Consejo de Gobierno andaluz. Ha importado una simbólica medida que puso en práctica una empresa multinacional, cuyo nombre no desveló, que consiguió ahorrar 3.000 millones al año animando a sus trabajadores a mirar por cada céntimo. El objetivo es concienciar también a los consejeros para que sean eficientes a la hora de gastar . El «jefe» en la Junta no es un consejero delegado sino los ciudadanos, que deben entender de este modo que «su dinero está en buenas manos», asegura Bravo, que posó con el portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, mostrando el «céntimo» del también consejero de la Presidencia. «Me duele enormemente que el dinero se derroche», comenta Bravo.

Haber apagado las luces de dos plantas

El consejero de Hacienda predica con el ejemplo. Se ufana de haber conseguido apagar las luces de dos plantas de la sede de la Consejería en Torretriana que llevaban diez años encendidas durante las 24 horas. «Después en su casa que cada uno tenga las luces encendidas todo el tiempo que quiera», apuntó. No es la única medida de ahorro que ha adoptado en su Consejería. Además, ha renunciado al agua mineral en su despacho, un «lujo» que costaba 400 euros al año. «Ahora tengo agua del grifo », señala.

En su cuenta de Facebook ha puesto una frase que lleva por lema «El mundo cambia con nuestro ejemplo, no con nuestras palabras». Para recordárselo, sus compañeros en el Consejo de Gobierno ya tienen una tarjeta con un céntimo plastificado en su bolsillo. Por algo se empieza.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación