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Andalucía

¿Por qué la economía andaluza se aleja de la media española y europea?

La renta per cápita en Andalucía está por debajo del 75% de la media española, como ocurría en 1955

José María O'Kean, catedrático de Economía Aplicada; Fernando Faces, profesor de San Telmo Business School; Carmen Delgado, profesora de Economía en Loyola y Francisco Ferraro, catedrático de Economía (de arriba a abajo y de izquierda a derecha) ABC
María Jesús Pereira

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Andalucía sigue creciendo pero no termina de converger con España y Europa. El PIB per capita de Andalucía un indicador de productividad y desarrollo económico, sigue estando muy por debajo del PIB per cápita de España y aún más lejos del europeo. Y no sólo no nos acercamos a la media española y europea, sino que nos alejamos. La renta per cápita en Andalucía es inferior al 75% de la media española, una situación similar a la de 1955, como subraya un informe del BBVA Research. ¿Por qué sucede esto si la comunidad autónoma ha recibido desde 1986 más de 100.000 millones de euros de fondos europeos?

Cuatro expertos en Economía nos explican por qué está sucediendo eso y cómo podríamos cambiar el modelo produtivo: Francisco Ferraro , catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla; José María O'Kean , catedrático español de Economía Aplicada; Fernando Faces , quien fue profesor de Macroeconomía en la Facultad de Económicas, director gerente de la caja de ahorros El Monte entre 1992 y 2006, y hoy profesor de profesor de Macroeconomía de San Telmo Business School; y Carmen Delgado, profesora de Economía en la Universidad Loyola de Sevilla.

Para comprender el abismo que separa a Andalucía del resto de España y Europa basta con conocer los siguientes datos. El PIB per cápita de Andalucía, que también es un indicador macroeconómico de bienestar social, es de 18.557 euros , frente a los 25.064 euros de España o los 32.900 euros de la Eurozona, por lo que está en el 74% de la media española y en el 56% de la media europea, según datos de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas). Mientras que nuestro PIB ha crecido sólo un 5% desde 2006, año previo a la crisis; el de España se incrementó en un 10% en ese mismo período y el europeo en un 21%. Nos quedamos a atrás, sin lugar a dudas.

Más paro y salarios más bajos

Si miramos las tasas de paro, tampoco salimos mejor parados. Actualmente, la tasa de paro se sitúa en un 23% en Andalucía, casi 8 puntos más que la media esp añola y 15 puntos más que en la Eurozona, según datos de Funcas. La diferencia entre el paro existente en la precrisis y el actual es de 11 puntos en Andalucía, mientras que en España es de sólo 6,8 y en la Eurzona es el mismo.

Los salarios tampoco sitúan a Andalucía en mejor posición . En Andalucía, el salario medio es de 1.469 euros, estando sólo por debajo nuestra Canarias, Murcia y Extremadura, según Adecco. El salario medio en España es de 1.657 euros, un 12% más que en Andalucía. La diferencia entre el salario medio de un andaluz y de un vasco es de casi 500 euros, es decir, un 33% menos.

«Para crecer es importante la inversión de capital y en Andalucía es reducida porque ahorramos poco»

Francisco Ferraro

Catedrático de Economía

El catedrático Francisco Ferraro , también presidente del Observatorio Económico de Andalucía, explica que no sólo hay una causa que explique por qué esta comunidad se ha quedado atrás. «Es el resultado de múltiples factores económicos y sociales», subraya. «El crecimiento económico depende -dice- del capital humano y hemos mejorado en términos de formación pero no es suficiente. El informe PISA analiza la calidad de formación y pone de manifiesto carencias en Andalucía porque estamos la última en la lista de comunidades autónomas».

«Por otra parte, para crecer económicamente es importante la inversión de capital y en Andalucía es reducida porque ahorramos poco», añade Ferraro, quien recuerda que «las inversiones pueden ser de mucha naturaleza: en infraestructuras, donde hemos avanzado pero no llegamos a la media española. En vivienda hemos creciendo igual que la media del país pero no lo hemos hecho en capital productivo, como herramientas, instalaciones, industria, malquinaria, equipos de transporte, telecomunicaciones... ¿Por qué ha pasado eso? Porque hay poco ahorro y porque probablemente hay una menor proporción a invertir, a arriesgar , a pensar en el futuro o ampliar las capacidades productivas porque tenemos preferencias por otras variables en nuestros comportamientos».

Además, este catedrático indica que «otro factor importante para el desarrollo a largo plazo es nuestra dotación tecnológica e innovación. Nosotros dedicamos pocos recursos a eso, con lo que consecuentemente no generamos nuevas tecnologías, fórmulas de abordar la producción...».

«Si tuviéramos una actividad muy capitalizada, nuestra productividad sería mayor en centros altamente tecnologizados, con inteligencia artificial, que en un centro donde prima la mano de obra bruta. Es mayor la productividad de alguien que trabaja en un centro de computación de alguien que trabaja en el campo o poniendo ladrillos», añade Ferraro, quien dice además que eso tiene que ver con «la estructura productiva, es decir, con el tipo de bienes y servicios producimos nosotros. No es lo mismo producir turismo, construcción o servicio doméstico que producir en sector complejos con alto valor añadido».

El presidente del Observatorio Económico de Andalucía explica que además Andalucía tiene una asignatura pendiente: su densidad empresarial, que mide el número de empresas en función de la población, es el más bajo de todas las comunidades au tónomas. A ello hay que sumar que tenemos pocas empresas y las que tenemos son muy pequeñas. Tenemos pocas empresas de tamaño medio y grande , y éstas son en su mayoría de capital no andaluz, lo que da idea de que la burguesía regional no es dinámica en la creación o mantenimiento de grandes empresas».

Y por último Ferraro aborda razones institucionales para explicar por qué Andalucía no converge con España y Europa. «Un lugar donde hay leyes claras, justas, fácilmente interpretables, que son convenientes para el progreso económico, facilitan el crecimiento económico. Necesitamos menos leyes, más simples y mejor hech as. Nosotros tenemos diez o quince veces más leyes que un país como Alemania, por lo que resulta más complejo la actividad empresarial cuando el marco legal no es favorable», opina este catedrático, quien apela a analizar el sector público andaluz para ver si es favorable al crecimiento económico. «La Comisión Europea habla de que las políticas dominantes de la Junta no se encuentran en el grupo de las mejores de Europa , sino más bien de las regiones que peor política económica tienen», subraya.

«¿Cómo podemos cambiar el modelo? A juicio de Ferraro, no es sólo una cuestión del Gobierno, sino también de la sociedad. «Es necesario que los valores y las conductas dominantes en la sociedad sean favorables al progreso económico», dice este catedrático, para quien no puede cambiar el modelo sólo el Gobierno andaluz, sino que hace falta también la sociedad e instituciones como la Prensa, las patronales, los sindicatos, la Iglesia, las cofradías, las asociaciones de vecinos, los clubes de fútbol... «que tienen mucha influencia sobre los comportamientos sociales colectivos, dentro de los cuales hay algunos que son más favorables al desarrollo que otro. No es lo mismo una sociedad donde domine la idea de la meritocracia que una sociedad donde se piensa que los enchufes son necesarios para alcanzar ciertas posiciones . Tampoco tiene el mismo efecto económico una sociedad donde se valoran a los buenos empresarios o los científicos, que otra donde quienes están reconocidos son los futbolistas, los flamencos o los capataces de Semana Santa».

«Si Andalucía creciera cada año 0,5 puntos más que el resto de España, podríamos converger en seis o diez años»

José María O'Kean

Catedrático de Economía Aplicada

Por su parte, José María O'kean, catedrático de Economía Aplicada, indica que «Andalucía no tiene un tejido productivo suficiente pero también hay una razón poblacional para explicar por qué no convergemos. Tenemos una población activa menor que en otras comunidades y nuestra tasa de paro es mayor , es decir, tenemos a menos gente produciendo. Otra cuestión es que el PIB está relacionado con lo que producimos y ello nos conecta con lo que las empresas venden o la actividad del sector público. Y nosotros producimos cosas baratas y de poco valor.

Hacer muchas viviendas hizo que convergiéramos durante un tiempo porque incorporamos a muchas personas al mercado laboral y esas viviendas se encarecieron rápidamente. Eso y la entrada de países con menor PIB per cápita nos hizo salir del grupo de países Objetivo 1, perdiendo así muchos fondos europeos».

«Llegó la crisis, perdimos la construcción, bajamos los salarios y empezamos a producir productos baratos y el paro se disparó, lo que produjo una gran divergencia con España y Europa», manifiesta O'Kean, quien subraya que lamentablemente «no supimos aprovechar los fondos que mandó Europa para formación y que han terminado en situaciones fraudulentas y escandalosas. Después, el Gobierno ha pretendido más proteger a la gente que dinamizar la economía andaluza y los empresarios no se han encontrado en un escenario cómodo para generar más actividad. Tenemos un tejido empresarial que es insuficiente, que no genera mucho valor, necesitamos empresas más grandes y la incorporación de la transformación digital».

¿Y qué pasó con los fondos europeos? «Hemos recibido muchos fondos europeos pero los hemos canalizado para garantizar un sistema de protección y vivir un poco mejor, pero no a dinamizar la economía». En este sentido, recuerda proyectos empresariales que claramente teníamos que haber cerrado, a pesar de lo cual se metió mucho dinero público para mantenerlos y garantizar el empleo, en clara referencia a Santana Motor.

¿Por qué Andalucía está perdiendo inversiones exteriores? «Porque entienden que no es el sitio propicio para invertir . Las gerencias de Urbanismo no hacen más que plantear dificultades y se termina viendo a los empresarios como especuladores. Lo que no puede suceder es que un empresario tarde diez años en lograr licencia para ampliar su fábrica. La actividad económica global necesita mucha flexibilidad. Una sociedad conformista y un estado protector tienen un resultado letal».

Para cambiar esta situación, O'Kean pide al nuevo Gobierno andaluz que «apoye al tejido productivo y explique a a la sociedad que son las empresas las que generan empleo y que no son explotadores». En cuanto a la baja productividad de los trabajadores en España, recuerda que entre 1995 y 2007 España tenía una productividad negativa en plena revolución tecnológica, y entre 2009 y 2013 se produjeron despidos masivos que hizo que aumentara la productividad «pero eso es colesterol malo».

Este economista entiende que detrás de ello está una formación inadecuada «y en eso han sido muy culpables las patronales y los sindicatos , a pesar de que recibieron mucho dinero para los cursos de formación, que al final no se adecuaba a lo que pedía el mercado. Europa está molesta porque ha metido mucho dinero para la gente joven y después se encuentra con el paro más elevado de toda la Eurozona. Europa se pregunta ¿qué ha pasado con el dinero que hemos mandado? Lo que ha pasado con ese dinero los jueces lo están determinando en muchos casos». A su juicio, «si Andalucía creciera cada año 0,5 puntos más que España, en seis o diez años podríamos converger».

«¿Cuántas empresas de las 5.000 que se fueron de Cataluña han venido a Andalucía? Una o dos. Para atraer empresas hay que dar seguridad jurídica, eliminar burocracia o agilizar procesos»

Fernando Faces

Economista

Para el economista Fernando Faces, profesor de San Telmo Business School, «la evidencia, contrastada durante 40 años, del fracaso e inadecuación de las política económicas del Gobierno andaluz abogan por un cambio radical que priorice la actividad productivo. Un cambio necesario y apremiante, dado que el crecimiento se está desacelerando y cada vez son mayores los temores a la proximidad de una nueva recesión. Si la próxima recesión sorprende a Andalucía sin haberse recuperado de los precarios niveles de empleo y productividad, el diálogo, la estabilidad y la paz social estarán en peligro».

A su juicio, «es fundamental solucionar dos problemas en Andalucía: reducir el desempleo y aumentar la renta per cápita . «¿Por qué tenemos tanto desempleo y una renta tan baja, que en lugar de converger estamos divergiendo? El capital productivo por trabajador que tiene Andalucía es inferior al del resto de las comunidades autónomas, y la productividad de ese capital es también más baja».

«Otro problema es que el capital no sólo es escaso, sino que hay más capital público que privado. Y el capital público es menor rentable que el privado. Hay que animar a los inversores, tanto internos como externos», manifiesta Faces. En cuanto a las causas de la baja productividad, lamenta que «la Administración representa el 23% del tejido productivo de Andalucía. Si la Administración no es productiva y no es eficiente, no lo puede ser Andalucía. Por tanto, la primera reforma necesaria es la de la Administración, en tamaño y en eficiencia porque también influye en la baja productividad la burocracia, la seguridad jurídica, la complejidad legal...».

En cuanto al tejido productivo, Faces critica que «e stamos centrados en sectores de bajo valor añadido, como servicios, agricultura y construcción, y además tenemos empresas muy pequeñas». De hecho, subraya que en Andalucía sólo hay dos empresas con más de 5.000 empleados, una de ellas Abengoa. En cuanto a la industria, hay dos sectores muy competitivos, la agroalimentaria, por encima de la media nacional, y la química».

Otro factor que influye es la cultura empresarial y la capacidad de asunción de riesgos. « Tenemos -dice- una cultura muy individualista, no somos propensos a las fusiones . Me pregunto por qué las empresas tiene miedo a ello: razones culturales, pero también hay razones fiscales y laborales, que no propician las fusiones».

«Invertimos también poco en I + D + i, el 0,8% frente al 1,5% del PIB en España. Lo peor de todo es que quien está haciendo investigación aquí es la Administración públ ica, cuando en otras comunidades autónomas y países son las empresas privadas. Eso explica que el enfoque de la investigación en Andalucía no esté orientado al desarrollo», añade.

Además, «hemos dejado de ser atractivos para los inversores exteriores por la fiscalidad, por las tasas, el tramo autonómico del IRPF... ¿Cuántas empresas de las 5.000 que se han ido de Barcelona han acabado en Andalucía? Una o dos. No lo estamos haciendo. Para atraer empresas tenemos que dar seguridad jurídica, eliminar burocracia, facilitar, agilizar procesos... , manifiesta Fernando Faces, quien recuerda además que la balanza comercial sigue siendo deficitaria y hay que mejorar la educación, más orientada a las necesidades del mercado.

«Hay que apostar por otros sectores económicos, como las energías renovables, ya que tenemos unas condiciones favorables que nos ponen por delante del resto de España»

Carmen Delgado

Profesora de Economía en la Universidad Loyola

Carmen Delgado López, profesora del Departamento de Economía de la Universidad Loyola de Sevilla, recuerda que cuando España entró en la UE, Andlaucía tenía un PIB que representaba el 54% de la media europea. «En 2008, nuestro PIB per cápita alcanzó el máximo, llegando al 80% de la media europea. Cuando se produjo la crisis, en Andalucía pasamos a tener un PIB que era el 68% de la media europea», explica Delgado.

Lamenta esta profesora de Economía que Andalucía saliera del Grupo 1 de regiones prioritarias «porque tomaron los datos de PIB de 2007 a 2013, cuando en realidad en 2014 nuestro PIB no alcanzaba el 75% de la media europea y realmente teníamos derecho a fondos europeos. Al entrar en el grupo 2, regiones en transición, perdimos un tercio de fondos europeos porque se suponía que teníamos un PIB que se encontraba entre el 75 y el 90% de la media europea».

Para Delgado, una de las soluciones para converger sería apostar por otros sectores económicos, como las energías renovables, ya que tenemos unas condiciones favorables que ponen a Andalucía por delante de España y Europa, así como potenciar la investigación para afianzar sector en los que somos fuertes.

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