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La errática política económica de la Junta, otro motivo para el adelanto electoral

A las dudas sobre el Presupuesto se une el que no consiguen arrancar compromisos del Estado, como sí logra Cataluña

El consejero Ramírez de Arellano en su escaño del Parlamento durante la última sesión de control al Gobierno Juan Flores

Stella Benot

Las palabras del consejero de Hacienda Antonio Ramírez de Arellano pidiendo este lunes a Susana Díaz que despeje «cuanto antes la incertidumbre de las elecciones andaluzas» son suficientemente reveladoras de la complicada situación que está viviendo el Gobierno andaluz, sobre todo en lo que a política económica se refiere. No hay más que escuchar a todos los portavoces del PSOE y el Ejecutivo andaluz para percibir la falta de concordancia entre sus mensajes y el del consejero, completamente opuesto a la postura oficial.

A esto se unen las dudas sobre el Presupuesto 2019 . Lo único que se sabe por el momento es que está en la «fase técnica» de elaboración y que el compromiso es que llegue al Parlamento antes del 31 de octubre, fecha legal para hacerlo si que Gobierno quiere que entre en vigor el 1 de enero.

Pero la realidad es que, por el momento,todo son incógnitas y no se logra arrancar ningún compromiso del Gobierno central en contra de lo que sí consiguen otras comunidades como Cataluña. Hasta la fecha, esta comunidad ha obtenido un compromiso firme de pago de 1.459 millones de euros de una deuda pendiente, cantidad que se satisfará en cuatro años. Andalucía, por el momento, ni un euro.

Y eso que 759 millones de euros de los que van a llegar a Cataluña corresponden a déficit de inversión del Estado en esta comunidad autónoma, una reivindicación que Andalucía lleva años reclamando porque consta en su Estatuto, igual que en el de Cataluña aunque con ligeros matices.

Porque los catalanes lograron en 2007 que el Gobierno central firmase con ellos un documento comprometiéndose a pagar ese déficit, el cual han reclamado en los tribunales y ahora van a recibir. Andalucía nunca ha recurrido ante la Justicia la falta de inversión del Gobierno central y ahora se ve con las manos vacías . A esta cantidad se suman otros 500 millones de euros correspondientes a la plantilla de los Mossos de Esquadra, cantidad que Andalucía no va a recibir puesto que no tiene policía autonómica, nada más que una unidad de la Policía Nacional adscrita al Gobierno autonómico.

En este contexto, Ramírez de Arellano ha pedido una reunión bilateral a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para el próximo lunes día 8 de octubre. El objetivo es abordar los compromisos pendientes entre el Estado y Andalucía, compromisos que Pedro Sánchez hizo a Susana Díaz en su encuentro en verano.

Pero se trata de proyectos ligados a unos Presupuestos Generales del Estado que, de momento, no existen ya que el PSOE no tiene socios suficientes para poder aprobarlos en el Congreso. El número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo, presionaba ayer al Ejecutivo de Sánchez, «Hay un reconocimiento que esperemos que también se produzca con Andalucía. Confío en que el Gobierno de la nación se comprometa a saldar la deuda histórica del Estado con Andalucía en materia de inversiones », aseguraba.

En la agenda de la reunión están asuntos como la reforma del modelo de financiación autonómica o la reclamación de 4.000 millones de euros para poder sufragar el coste real de los servicios públicos, si bien se trata de dos cuestiones que no se resolverán en el marco de reuniones bilaterales sino en el grupo de trabajo de financiación autonómica que ya está funcionando en España.

Precisamente es la Junta de Andalucía una de las administraciones que con más vehemencia ha defendido que no se deben llegar a acuerdos bilaterales en asuntos que afectan a todos los territorios de España, como sucede con la financiación autonómica.

Por cierto que este grupo de trabajo en el Ministerio de Hacienda se reunió la pasada semana, el miércoles 26, y la consejería de Hacienda envió a un director general. «Estamos satisfechos con la actitud del Ministerio de Hacienda en la modificación del modelo de financiación», fue la escuela valoración de la consejería de Arellano.

El Gobierno andaluz quiere un golpe de efecto político con este encuentro bilateral que sirva de espoleta para la campaña electoral. Venirse con las manos vacías de Madrid sería un fracaso imperdonable, si bien es bastante posible.

Infraestructuras

Las diferencias existentes entre el Gobierno andaluz y el consejero de Hacienda también hacen referencia a las infraestructuras más reivindicadas desde la Junta como el Corredor Ferroviario del Mediterráneo . Los plazos para su construcción que ha dado el Gobierno de Pedro Sánchez también generan discrepancias entre el consejero de Hacienda y la postura oficial del PSOE andaluz. Mientras Ramírez de Arellano defendía ayer que «tenemos que reclamar que se empiece a trabajar desde Andalucía en este proyecto, ¿ qué no puede empezar en Algeciras?», el número dos del PSOE andaluz, Juan Cornejo , se congratulaba de que «por fin haya una fecha de cumplimiento para el Algeciras-Bobadilla, en el año 2021». ¿Hay, pues, satisfacción o preocupación en Andalucía? No es posible saberlo.

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