La euforia tras la relajación de las medidas frena la desescalada en Andalucía

En cuanto a contagios Covid, Andalucía marca una dinámica diferente al resto de comunidades, donde descienden diariamente los casos. La Rioja ha bajado más de 50 puntos su tasa esta semana mientras la andaluza se estanca en torno a los 180 casos. Ni siquiera el avance del plan de vacunación, más adelantado que en otras zonas, ha logrado que remita la incidencia en las últimas dos semanas. Los contagios diarios se estancan en torno a los 1.400 casos (ayer 1.453) y solo Almería presenta una tasa de incidencia compatible con un nivel de alerta medio.

Los expertos, cuyas prospecciones, auguraban que en esta fecha la tasa de incidencia sería menor a 100 casos, no tienen un explicación concreta, pero coinciden en una variedad de factores y sobre todo alertan de la importancia de mantener todas las medidas de prevención a pesar de que se relajen las restricciones y la vacuna asegure una inmunidad que, recuerdan, no es total. Escenarios como el fin del uso de la mascarilla en exteriores a final de mes puede suponer un riesgo porque trasladan una falsa sensación de haber superado la pandemia.

El presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Preventiva y Salud Pública, Rafael Martínez Nogueras , cree que la relajación de las medidas de protección, la movilidad y las actividades que conllevan una mayor exposición de las personas y, especialmente, de los más jóvenes, explican estas tasas de incidencias tan altas.

Todos coinciden en el factor juvenil . La tasa de contagios en el grupo de edad de 15 a 29 años dobla a la tasa media andaluza . En Córdoba, que desde ayer es la que más incidencia presenta ese indicador supera los 485 casos por 100.000 habitantes en esa franja de edad.

Inmaculada Salcedo , coordinadora del Comité de Expertos que asesora a la Junta sobre la evolución de la pandemia, pide que no se generalice sobre los jóvenes, que ahora son los que se contagian, sino sobre aquellos que no adoptan medidas de prevención, ya que «a pesar de la desescalada tenemos unas normas que hay que cumplir , incluso en personas vacunadas; principalmente distancia, ventilación de interiores y uso de mascarilla. Es mejor estar con mascarilla que estar en un hospital », añade Salcedo.

La coordinadora descarta que la Junta se precipitara a la hora de fijar las restricciones después del fin del estado de alerta. «La crisis económica también es un problema de salud pública» , explica y aporta un dato importante: «las zonas con rentas más bajas tienen más contagios por lo que mantener restricciones en su tejido comercial genera otros problemas de salud pública».

Salcedo descarta también que los rebrotes en algunas provincias se deban a una relajación de los sistemas de rastreo , que tienen una dinámica ya institucionalizada. La Red de Vigilancia Epidemiológica y el trabajo de la Dirección general de salud Pública en el seguimiento de variantes descarta también que la alta incidencia se deba a contagios comunitarios de otras variantes del virus.

La variante británica, que es la que circula de forma mayoritaria en Andalucía, es capaz de contagiar más, presenta mayor carga viral en los pacientes. Aunque las vacunas aseguren la cobertura frente a esta variante, «debemos seguir transmitiendo a la población un mensaje de precaución, pidiéndoles que no bajen la guardia. El progreso de la cobertura de vacunación, no debe traducirse en una falsa sensación de protección» , insiste el doctor Martínez Noguera.

Para Alejandro Pérez Milena , presidente de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria, «es necesario realizar pruebas a toda persona sospechosa y que se cumplan las medidas de aislamiento en los pacientes positivos para cortar la cadena de contagios».

A menor edad de los contagiados menos hospitalizados. La presión pasa a la Atención Primaria en cuyo «circuito COVID» hay sanitarios cuya única labor es evaluar y diagnosticar los casos y realizar un seguimiento para evitar complicaciones. Aquí se incluyen más del 80% de todos los casos, explica el doctor Pérez Milena. «Un solo paciente positivo puede generar en dos semanas una media de seis consultas» . Aún así, un 10 a 14% son casos graves y requiere hospitalización. Los más críticos suponen un 5 a 6%, debidos a insuficiencia respiratoria, shock séptico y/o fallo multiorgánico, y pueden tardar hasta 3 semanas en ingresar en UCI desde el inicio de los síntomas.

Los expertos consultados son reacios a hacer predicciones pero «si se mantiene el plan de vacunación, se alcanza la inmunidad de grupo en julio y no media variante resistente a las vacunas, volver a la normalidad puede ser una realidad», indica el doctor Martínez Noguera.