La otra pandemia
Más psicólogos y ‘casas de crisis’, el plan de Salud contra el aumento de suicidios en Andalucía tras la pandemia
Cada día dos andaluces se quitan la vida y hubo 153 víctimas más en el año 2020, coincidiendo con la pandemia

Muertes por causas externas en España
Datos de 2020
3.941
Suicidio y lesiones autoinflingidas
Caídas accidentales
Ahogamiento, sumersión
Otros accidentes
Accidentes de tráfico
Envenenamiento accidental
Agresiones (homicidio)
Otros accidentes de transporte
Accidentes por fuego, humo...
Otros envenenamientos accidentales
Complicaciones de la atención médica
Otras causas externas
Eventos intención no determinada
3.605
2.913
2.044
1.463
974
289
223
179
Hay muertes por otras causas (envenenamiento, ahogamientos, caídas...) que pueden ocultar también muertes por suicidio
170
128
115
34
Suicidios por comunidades autónomas
2020
2019
País Vasco
Cantabria
Andalucía
C.- La Mancha
Extremadura
Madrid
Canarias
Castilla y León
Galicia
Cataluña
La Rioja
C. Valenciana
Murcia
Navarra
Asturias
Aragón
I. Baleares
179
46
793
180
92
373
208
228
305
556
29
440
122
44
122
102
87
137
36
640
152
79
350
197
218
292
535
29
450
125
46
128
109
97
Variación en el número de suicidios
País Vasco
Cantabria
% de diferencia de
2020 respecto a 2019
+30,7
Galicia
-4,7
+27,8
Asturias
Navarra
-4,3
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Cataluña
La Rioja
+0,0
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Castilla y León
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Aragón
Madrid
+6,6
Extremadura
C. Valenciana
-10,3
+18,4
+16,5
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Islas Baleares
C.-La Mancha
Andalucía
-2,4
+23,9
Murcia
Canarias
+5,6
Es la tercera
comunidad en la
que más han crecido
los suicidios
Fuente: Informe del Observatorio del Suicio en España 2020
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA

Muertes por causas
externas en España
Datos de 2020
Hay muertes por otras causas (envenenamiento, ahogamientos, caídas...) que pueden ocultar también muertes por suicidio
Suicidios por comunidades
2020
2019
País Vasco
Cantabria
Andalucía
C.-La Mancha
Extremadura
Madrid
Canarias
C. y León
Galicia
Cataluña
La Rioja
C. Valenciana
Murcia
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Asturias
Aragón
I. Baleares
179
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Variación en el número de suicidios
Cantabria
País Vasco
+30,7
-4,7
+27,8
Navarra
-4,3
Asturias
+4,5
La Rioja
Galicia
Cataluña
+0,0
-6,4
+4,6
Castilla y León
+3,9
Aragón
+6,6
Madrid
C. Valenciana
-10,3
+16,5
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Islas
Baleares
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C.-La Mancha
Extremadura
-2,4
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Murcia
Canarias
Andalucía
+5,6
Es la tercera comunidad en
la que más han crecido
los suicidios
Fuente: Informe del Observatorio del Suicio en España 2020
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA
La última vez que Pepe y Pepa hablaron con su nieta María, ella estaba en el salón, abstraída como de costumbre en el mundo paralelo de las redes sociales y tampoco les prestó mucha atención. «Yo iba a salir a andar y la animé ... a que se viniera conmigo, pero no quiso, y mi mujer se fue a tomar café con su hermana a 50 metros. Por la mañana habíamos estado haciendo compras por el Centro de Málaga. Todo era aparentemente normal», recuerda su abuelo.
A su vuelta, se la encontró inconsciente. « Intenté reanimarla, pero tenía muerte cerebral . Sus órganos siguieron funcionando tres días más; no pudimos hacer nada». Reconstruye mentalmente cada escena del pasado 10 de abril, el día en que María, a sus 16 años, decidió quitarse la vida, apagar su interruptor . Si se ha decidido a contar su historia y romper el tabú que rodea el suicidio es para que ninguna familia más caiga en el infierno que se ha hecho rutinario para ellos. «Queremos que se sepa si con eso evitamos que muchas personas sufran una vida entera como nosotros», proclama Pepe.
Han pasado ocho meses desde que falleció María, pero sus abuelos no han tenido un instante de reposo. Les siguen acompañando la rabia, la pena y la culpa como una sombra negra por no haberlo podido evitar. Llevan meses repasando conversaciones, escudriñando detalles, haciéndose preguntas en busca de señales y porqués. Ambos se convirtieron en lo que los psicólogos llaman ‘supervivientes’ de este drama silencioso. Como María, 793 personas se suicidaron en Andalucía en el año 2020 . Significa que cada día se suicidan dos andaluces. Hubo 153 defunciones más (un 23,9%) que el año anterior, según el informe que elabora anualmente el Observatorio del Suicidio de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio basándose en datos del INE.
La principal causa de muerte no natural se cobró 3.941 víctimas en España, el triple de decesos que los accidentes de tráfico, 13,6 veces más que los homicidios y 85 veces más que los asesinatos por violencia machista, en un año, el de la pandemia, en que se alcanzó la cifra más alta de la historia desde que hay registro (año 1906).
El borrador de los expertos pone sobre la mesa la posibilidad de crear hogares para tratar a pacientes con trastornos mentales
Cada dos horas y cuarto una persona se quita la vida en España . Sin embargo, no hay un plan nacional de prevención de suicidios ni campañas para sensibilizar a la población. Las cifras resuenan como aldabonazos en la conciencia de la sociedad y las administraciones. El problema de la salud mental ha adquirido tal magnitud que varias autonomías, entre ellas Andalucía, han empezado a desplegar planes de choque. La Consejería de Salud y Familias creó en la pasada primavera un grupo de trabajo formado por psiquiatras, psicólogos, educadores y asociaciones de supervivientes para dar una respuesta integral ante el repunte de las tentativas suicidas en todas las etapas de la vida, con una atención especial a personas con enfermedad mental.
Plan de prevención
El primer borrador del Plan de Prevención de Suicidio ya está encima de la mesa de la viceconsejera de Salud y Familias y del director general de Cuidados Sociosanitarios. Javier Romero, psiquiatra y codirector del Plan Integral de Salud Mental de Andalucía , explica que el documento recoge «una estrategia de prevención universal y selectiva» que involucra a distintos sectores implicados (sanidad, servicios sociales, educación, justicia y medios de comunicación).
Se ha previsto que cada una de las 26 unidades de gestión clínicacuente con un psicólogo como punto de partida de un proyecto piloto en Atención Primaria, que es la puerta de entrada al sistema de salud y la encargada de derivar los pacientes más graves a los especialistas. Además, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha creado una red de 40 equipos de tratamiento intensivo comunitario integrados por 80 nuevos profesionales que tratan a los pacientes con trastornos mentales graves y psicosis complejas que quedan «fuera del radar de la atención sanitaria».
El borrador pone encima de la mesa otros proyectos novedosos, que tendrán que concretarse, como la creación de «casas de crisis», una alternativa a la hospitalización , dado que algunas unidades de pacientes agudos están saturadas. «Se trata de crear espacios más amables, hogares para que los pacientes pasen las crisis suicidas o psicóticas, bajo la atención de equipos sanitarios móviles. Estos profesionales se pasarían a diario para ver cómo están y acompañarlos en su tratamiento, como sucede con los cuidados paliativos», detalla este psiquiatra, que dirige la Unidad de Salud Mental en el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga.
Otra medida propuesta es la recuperación de pacientes en su propio domicilio , donde se desplazarían equipos especializados en el manejo farmacológico y psicológico que requieran. «Esperamos poder desarrollar estos proyectos el año que viene», afirma. La idea es crear un grupo de trabajo permanente, «un observatorio del suicidio que recoja información para devolverla a través de mejoras en la atención».
María se quitó la vida con 16 años. Sus abuelos cuentan su historia para evitar que otros caigan en el infierno que han vivido
Al sistema sanitario le faltan manos y especialistas para atender el tsunami de trastornos mentales que amenaza con arrollarlo. El Covid ha sido la chispa que ha prendido la mecha de los problemas que ya venían aflorando en las consultas de los especialistas. El psiquiatra Javier Romero da fe de ello: «El aumento de derivaciones de pacientes desde Atención Primaria ha sido generalizado. La demanda de salud mental ha crecido por encima del 30% a raíz de la pandemia y no baja. Sorprende, sobre todo, cómo las tentativas suicidas y autolesiones han subido entre los adolescentes». A falta de estadísticas oficiales a nivel regional, este facultativo aporta un dato: sólo el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga [que da servicio a 470.000 habitantes] «atiende entre ocho y diez urgencias diarias» relacionadas con trastornos de este tipo.
La crisis sanitaria ha desnudado las carencias de la red asistencial. Si el acceso a los recursos de salud mental no era fácil antes, el Covid ha venido a estrechar el cuello de botella. En el caso de María, que sufrió una crisis durante la pandemia, tuvo consecuencias fatales. « Llamamos al psiquiatra, porque ella acudía a un grupo de terapia los lunes . Últimamente estaba muy nerviosa y se ponía un poco violenta, aunque siempre había sido muy cariñosa, pero el médico no le dio importancia y la citó para diez días más tarde», se indigna Pepe. No llegó a la cita.
Un ‘tsunami’ familiar
Con una relación difícil y a veces traumática con sus padres, los abuelos asumieron ese papel y la criaron como a su hija. Procurando lo mejor para ella, la llevaron a un logopeda, a una psicóloga y a la unidad de salud mental infantil porque «se hacía cortes en el brazo y le costaba relacionarse con los demás», relata. El recuerdo de su trágica muerte no ha dejado de torturarlos.
Detrás de los 3.941 suicidios, hay ocho familiares de media a los que les cae encima el estigma y la culpa como losas de hormigón. La Asociación Alhelí de Málaga ( https://asociacionalheli.org) trabaja con ellos para evitar que su duelo se torne patológico. «El suicidio cae en una familia como si fuese un tsunami que arrasa con todo; a diferencia de otros duelos, aparecen el porqué recurrente y sin respuesta, la vergüenza y la culpa », expone Noelia Espinosa, psicóloga de Alhelí. La entidad realiza terapia con familiares para ayudarles a gestionar el duelo y tiene grupos donde comparten sus experiencias con personas que han pasado por lo mismo. Pepe y Pepa están muy agradecidos. «Sin el apoyo de Alhelí, nos habríamos hundido», remarcan.
Hablar del suicidio es el primer paso para prevenirlo. No hay medicina que cure la pena que arrastran, pero la donación de casi todos los órganos de su nieta representa un leve consuelo, un clavo al que agarrarse para sobrevivir. El hígado fue trasplantado a una enferma terminal, al igual que los dos riñones. Dos chicas de Málaga volvieron a ver a través de sus córneas. El corazón bombea en el pecho de otro paciente de Madrid al que habían dado 48 horas de existencia. «A todos ellos María les ha devuelto la vida».
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