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Educación

El plan de refuerzo estival anticipa la viabilidad de la vuelta al cole en Andalucía

Más de 7.600 niños del programa para paliar el fracaso escolar concluyen este viernes un mes de clases sin incidencias

El director toma la temperatura a los alumnos del CEIP Valeriano Bécquer antes de entrar en las clases Raúl Doblado

M. Moguer

Coral tiene seis años y ha ido de la mano de su madre todos los días de julio al cole. Con una coleta bien tirante y la mascarilla apretada sobre la cara, no le ha pesado nada tener clase en verano. «Si es por ella viene hasta en agosto, fíjate», se ríe su madre, Purificación Nieto, que es quien la ha llevado cada mañana de este mes al CEIP Valeriano Becquer del barrio sevillano de Padre Pío.

Coral, como otros 50 niños del barrio -y otros 7.659 en toda Andalucía- se han apuntado al Plan de Refuerzo Estival que la Consejería de Educación y Deporte ha puesto en marcha este verano por segundo año. Un plan que finaliza hoy y que, tras un mes de clases, solo ha registrado un caso sospechoso de coronavirus en Malaga, que se atajó desde el primero momento. En estos treinta días Andalucía ha demostrado que se puede tener clases presenciales y evitar al Covid-19 gracias a las medidas de higiene y seguridad.

El Plan de Refuerzo, destinado al alumnado de Educación Primaria y, por primera vez, a los estudiantes de primero y segundo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) ha querido por un lado ayudar a reforzar conocimientos del pasado curso y, por otro, mejorar la conciliación familiar de los padres que trabajan en julio y no tienen dónde dejar a los niños. Este año además ha servido como anticipo de la peculiar vuelta la cole de septiembre marcada por las medidas de prenvención d ela pandemia . Los más de siete mil escolares del Programa de Refuerzo han sido los únicos que han regresado a las aualas tras un periodo de tres meses de confinamiento sin clases presenciales.

A tenor de las cifras que maneja Educación, son muchos más los niños de Primaria (6.536) que los de la ESO (1.123) los que se han apuntado al programa.

Medidas de prevención

Al llegar al colegio, Coral suelta la mano de su madre y atraviesa el patio sola. En la puerta del centro se encuentra con el director, Carmelo Villegas y el jefe de estudios, Rafael Romero . Uno le mide la temperatura a la niña y el otro le indica que debe lavarse las manos con gel hidroalcohólico. Cumplido el trámite, puede subir a clase.

Su madre, Purificación, explica que, después de tres meses de confinamiento, las notas de Coral habían empeorado, así que se decidió a llevarla a este programa, una «academia de verano» gratis. « Que no cueste dinero está muy bien para las personas que no tenemos trabajo ni ayuda ni nada» , agradece.

También se alegra de que el programa de refuerzo no tenga coste alguno Ángela Moragrera, la madre de Aitana , compañera de clase de Coral. Ángela, que sí tiene trabajo ahora, encuentra muy práctico las clases en julio. Su hija refuerza lo que no vio durante el confinamiento en casa y, además, tiene donde estar en las mañanas de julio, cuando ella trabaja.

Aitana no sabe lo que es la conciliación, pero sí que le dice a su madre que en el cole se lo pasa muy bien . «Aquí hace cosas de mayores, le dejan jugar con la tablet, que en casa tiene más vigilada», cuenta su madre.

En un curso escolar «cojo» por la pandemia de coronavirus , el Plan de Refuerzo, que Educacón estrenó el año pasado, se muestra como una herramienta útil, señalan desde la administración y también los padres, para compensar los tres meses pasados a base solo de clases telemáticas y sin acudir al colegio por la Covid-19.

Según la Consejería de Educación, el Plan de Refuerzo Estival tiene como objetivos «combatir el fracaso escolar además de ser una medida paliativa para el alumnado que ha podido tener dificultad en el proceso de enseñanza por el estado de alarma por la Covid-19 ». Además, busca mejorar «las habilidades y actitudes asociadas a la lectura, el razonamiento matemático y lógica matemática y a la adquisición de destrezas lingüísticas y a la lengua extranjera inglesa combinada con la práctica deportiva».

Este planteamiento de formación ha convencido este año a Coral, a Aitana y a otros 7.659 niños de Andalucía . Y también a 284 docentes, que han impartido clases en julio, una época en la que suelen estar más centrados en tareas administrativas que en la docencia.

Las clases, señala el director del CEIP Valeriano Becquer, no han sido como las del resto del año. La idea no es que los niños se sienten y repasen mecánicamente, sino hacer actividades divertidas. Se les plantean juegos para repasar conceptos . Una clase del colegio, por ejemplo, ha montado una agencia de viajes ficticia y con eso hacen nóminas, cálculo... aprenden jugando.

Pero antes de todo eso tienen una «asamblea» por clase. Los niños hablan de cómo se sienten, qué han hecho o que les pasa al llegar a clase. « Así rompen el hielo y echan a andar», señala Villegas. Después tienen actividades, educación física, uso de tecnologías...

Las primeras «burbujas»

Tras la asamblea hay juegos en el patio y talleres de vida saludable, actividades de refuerzo lingüístico, matemático e inglés. Además, los niños tienen un recreo, al que acuden de forma escalonada y solo con sus compañeros de «burbuja».

¿Qué es esa burbuja? Las clases y las actividades, explican en el colegio Valeriano Becquer, están organizadas de modo que los alumnos sólo tienen contacto con sus compañeros más cercanos . No hay relación con otras clases y, además, cada grupo tiene como mucho diez alumnos. De esta forma se minimizan los riesgos de contagios.

Como indicó el consejero de Educación, Javier Imbroda , antes del inicio de este programa, el Plan de Refuerzo ha sido un ensayo general para ver cómo pueden funcionar los colegios de Andalucía cuando, en septiembre, arranquen las clases ordinarias.

Carteles para indicar la dirección, entrada escalonada, recreo por turnos, higiene de manos, toma de temperatura... Los colegios andaluces cuentan con todas esas medidas que, en el mes de julio, se han sometido a una suerte de «test de estrés» para ver si soportan la presión de la actividad en las aulas . Y, por lo que parece, resisten. Es la impresión de los padres que contaron a ABC su experiencia con el Plan de Refuerzo. Y piensan igual los docentes y directivos de los colegios.

En este colegio -como en muchos otros de los 214 centros de toda Andalucía que se han sumado al programa- ponen el acento en el uso de las nuevas tecnologías. Porque es una enseñanza siempre valiosa y porque, si llegase el caso de tener que volver a encerrarse, los niños que han pasado por el programa ya habrían desarrollado las competencias tecnológicas para usar tablets, procesadores de texto o conexiones a Internet.

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