Presidente de la Junta
Juanma Moreno: «Andalucía ha marcado otro rumbo a la política en España»
Su victoria el 19-J deja tocada a la que llamaron «nueva política» y herido al sanchismo. Para él ha sido la mayoría de la seguridad y el alivio
Juanma Moreno da al PP una mayoría absoluta histórica en Andalucía
Es el político de moda desde el pasado domingo. Su histórica mayoría absoluta para el PP en Andalucía se analiza como la antesala de un nuevo ciclo en España. Embajador de la política moderada y serena que se ha instalado ahora con Feijóo en la ... sede popular de Génova, ha derrotado hace una semana a los populismos, ha ensanchado la base social de su partido y ha derrotado al PSOE en su más leal territorio. Quizás por eso Sánchez no le ha llamado para felicitarle. De paso asegura la estabilidad política de su comunidad durante cuatro años con la intención de acelerar su transformación económica ante un futuro más que incierto. Feijóo le llama «el califa». De momento es el heraldo del cambio en España.
¿Cuándo supo que sería posible?
Empezamos a contemplarlo a partir de la última semana de campaña. Pero desde el principio pude ver el entusiasmo y testaba que nos iba bien.
Ponga usted el titular a su mayoría
Es la mayoría de la seguridad, del alivio. Una parte de la población andaluza siente alivio por la continuidad de las política reformistas, otros porque con las turbulencias económicas que hay y que van a venir tenemos un Gobierno estable en Andalucía.
Feijóo dijo que era «el triunfo de la moderación». Usted vaticinó en una entrevista con ABC en 2019 que los moderados ganarían en España. Entonces España estaba crispada y el PP dividido. ¿Andalucía adelanta un nuevo ciclo político?
Estoy convencido de que sí. Hemos tenido tiempos de posiciones muy enfrentadas, muy radicales, y creo que de eso se ha beneficiado mucho el populismo. Pero hay una parte de la población que se ha ido cansando de ese estilo de hacer política. Creo que Andalucía ha marcado otro rumbo. Se puede tener una mayoría suficiente, tener un respaldo sólido por parte de la población hablando serenamente, introduciendo sentido común en la gestión, haciendo un gobierno próximo al ciudadano, sin descalificar a nadie ni alzar la voz. Creo que una inmensa mayoría de los españoles lo que quiere es un gobierno sereno, sensato y eficaz.
Su victoria deja en la irrelevancia a los populismos ¿Cree que eso que se llamó 'nueva política' está en fase de caducidad y regresamos al bipartidismo?
Creo que caminamos hacia el bipartidismo. Va a ser lento ese camino. Hemos tenido momentos de mucha efervescencia de populismo gracias a las crisis económicas y sociales en un mundo cambiante en el que las redes han introducido muchas medias verdades y mentiras. Ocurrirá como en el resto de occidente, los ciudadanos van a ir optando por figuras políticas fiables, con trayectoria, que tengan el aval de servicio público.
En Andalucía se ha dado una experiencia inédita de coalición PP-Ciudadanos. El resultado electoral deja fuera a sus socios, a los que abre las puertas para seguir en cargos del Gobierno. ¿La relación a futuro será por absorción o convivencia?
Me gustaría que no fuera por absorción. No me gustan esas sumas, son traumáticas y siempre dejan heridas y aristas. Creo más en el convencimiento. Ciudadanos era necesario como partido bisagra para sustituir a los partidos nacionalistas. Jugó un papel destacado, pero ese papel se ha acabado y, personalmente, no veo muchas posibilidades de recuperación a la marca. Si había un sitio donde podrían haber sacado algo era en estas elecciones, teniendo en cuenta que estaban en el Gobierno y la buena valoración que tiene el vicepresidente Juan Marín. Si no han sacado diputados no les auguro nada bueno. Lo que vamos a hacer es incorporar buena parte de ese talento. No tiene sentido que personas que están en los primeros niveles de la Administración y que tienen talento, cualificación y solvencia no puedan seguir trabajando en este Gobierno.
«Alberto Núñez Feijóo representa en gran medida lo que yo en Andalucía. Es un gestor, un hombre moderado, dialogante y próximo»
¿Ha entendido las explicaciones de los dirigentes socialistas sobre los resultados? Dicen que usted ha desmovilizado a la izquierda. ¿Lo toma como un cumplido?
Creo que están confundidos. Nosotros hemos llamado desde el minuto uno a la participación. Si llegamos a superar el 60 por ciento de los votos estaríamos ahora hablando de una mayoría de 59 o 60 diputados. Creo que el PSOE no ha hecho un análisis serio, sereno y riguroso de lo que ha ocurrido, que es que los ciudadanos quieren cambio. No quieren volver a la política pasada. Ya no se creen la exageración del PSOE.
Esta semana Pedro Sánchez ha ido a los incendios de Zamora, ha anunciado un renovado plan anticrisis y hasta ha bajado el IVA de la luz… ¿Eso es el 'efecto Moreno'?
Eso es el efecto Andalucía. Es evidente que el señor Sánchez ha reaccionado porque no esperaba un resultado tan fuerte, sólido y contundente como el que ha habido en Andalucía. Teme por su propio resultado y por su propio futuro. Bienvenida sea la reacción. Creo que un presidente no puede estar encerrado en la Moncloa. Tiene que tener el pulso de la calle. Bienvenido que acepte propuestas como las que hicimos en la conferencia de Presidentes y que haya visto la luz.
¿Le ha llamado Pedro Sánchez para felicitarle?
No.
¿Y algún miembro de su Gobierno?
Del Gobierno de España no. Sí me han llamado presidentes socialistas de comunidades autónomas.
El Palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta andaluza y antaño residencia de los Duques de Montpensier, vuelve a ser sede de una corte paralela, en este caso a la de Moncloa. Su histórica mayoría le convierte en agente de confrontación con el Gobierno. ¿Asume ese papel? ¿Qué consecuencias cree puede tener para Andalucía?
Yo no tengo ningún interés en confrontar institucionalmente con el Gobierno de España. Tengo la obligación, como presidente de todos los andaluces, de colaborar y cooperar con el Gobierno de España en beneficio de Andalucía, pero vamos a ver cómo reacciona Sánchez. Si Sánchez intenta castigar a Andalucía por el mero hecho de que aquí hay una mayoría suficiente se va a encontrar con un dique que contención y una contestación contundente por parte de este Gobierno. La experiencia me dice que no va a mejorar la relación. Sánchez en los últimos años no ha tenido en cuenta a los andaluces, a su Gobierno. No ha entendido que si Andalucía está bien España está bien.
El lunes el Gobierno anunció que se adhería al convenio para financiar la línea 3 de Metro ¿También han captado el valor del consenso tan poco prodigado en la política española últimamente?
Sánchez es prisionero de las políticas de Podemos y de partidos independentistas porque él ha decidido pactar con ellos. Ahora la política que le lastra son las radicales que impiden el acuerdo y el consenso con otras fuerzas políticas. Me sorprende que cosas muy esenciales en las que podíamos llegar a un acuerdo, como este del Metro, que se lo hemos ofrecido durante semanas o meses, lo hayan tenido que hacer finalmente el día después de las elecciones. Me parece hasta un error político. Hay más temas como el de los túneles de la SE-40 en los que falta diálogo y entendimiento. Hay mucha imposición, como en los fondos europeos donde han aplicado el dicho de las lentejas: las tomas o las dejas. Sin margen, esto es lo que hay y ahí es donde lo tiene que gastar. Están errando al no entender que el diálogo siempre es fructífero.
Un valor en Génova
¿Cómo le sienta ese título de barón de barones del PP?
Creo que son títulos periodísticos anecdóticos. Yo soy el presidente de la comunidad más importante de España, desde mi punto de vista y en términos de población, y lo que queremos es que a ese título de comunidad más poblada le acompañe también el de la comunidad más importante en términos económicos y de progreso. Para eso vamos a trabajar defendiendo los intereses de Andalucía. Nosotros queremos que Andalucía destaque, que esté en la agenda política, que se hable mucho y bien de Andalucía. Antes se hablaba vinculándola a irregularidades y corruptelas. Queremos que se hable de que creamos más empresas que en Cataluña, que somos líderes en autónomos o que creamos uno de cada cuatro empleos de España y crecemos por encima de la media. Para que se hable de eso voy a ejercer la influencia que tenga como presidente. Pero mis colegas son presidentes maravillosos por los que tengo admiración y respeto, y somos clarísimamente complementarios.
Feijóo le sigue llamando, desde el congreso de Sevilla, «el califa» –un término que a veces se traduce como sucesor– ¿Qué le parece?
Alberto es una persona que tiene un sentido del humor que no todos los ciudadanos conocen. Le pasa como a Rajoy. Me puso este apelativo cariñoso que no me genera ningún problema, y se lo agradezco.
De momento su 'califa' le mete toda la presión. ¿Es extrapolable el resultado a unas generales?
Cada elección es un mundo, tienen naturaleza motivaciones y participación distinta. Ahora, estoy convencido de que Andalucía va a ser clave en la victoria de Alberto Núñez Feijoo, porque representa en gran medida lo que yo represento en Andalucía, tenemos una sintonía no solamente en lo personal sino en lo político. Él es un gestor, un hombre moderado, dialogante y próximo. Representa esa política que a mí me gusta para el conjunto de España.
Pierde ahora a dos piezas claves de su Gobierno: Elías Bendodo y Juan Bravo que se van para trabajar en la dirección nacional del PP con Feijóo. Usted pone antes a Andalucía que a su partido, pero, de momento, ¿no le está restando el partido talento al Gobierno andaluz?
Nosotros estamos en un proyecto común y compartido. El PP es un partido nacional y tiene un reto muy importante que es consolidar una alternativa viable, como ya es, a las políticas de Sánchez y Podemos y gobernar en España. Para que se cumpla ese objetivo yo tengo como amigo y como compañero de Alberto Núñez Feijóo. Me comprometí con él en el congreso de abril a ayudarle en todo lo que pudiera y ahora toca ayudarle. Aporto al proyecto nacional lo mejor que tengo para que se refuerce. La cuestión es: ¿eso me perjudica o me beneficia? Yo creo que también me beneficia que el número tres del partido a nivel nacional piense en Génova en clave andaluza, o que la política económica para toda España la marque un andaluz que ha sido consejero de Hacienda. Creo que nos beneficia porque el modelo andaluz va a estar siempre presente y será una referencia permanente en la agenda política y la planificación. Cuando trabajas en equipo hay que dar y tomar y ahora lo que toca es reforzar al gran proyecto que ha construido Núñez Feijóo para que España tenga un gobierno distinto.
La mayoría
Usted habla siempre de que ha obtenido una «mayoría suficiente». ¿Le impone decir «absoluta»?
Es que me suena a absolutismo. Mayoría suficiente es lo mismo: tener un gobierno viable y ejercer plenamente la acción de Gobierno. Eso es lo que hemos conseguido.
En 2011 el PP obtuvo una mayoría absoluta en el Gobierno de España y en la Alcaldía de Sevilla, ambas se dilapidaron cuatro años después. ¿Le dan vértigo esos precedentes?
Cada momento es distinto. Es evidente que la mayoría absoluta es un caramelo envenenado, porque puedes perder la perspectiva, puedes entender que tienes el máximo respaldo para hacer lo que quieras y puedes perder esa sensibilidad y esa comunicación con la sociedad. A mí, particularmente, no me va a pasar, por mi manera de ser, porque yo sigo con mi rutina, sigo viajando, paseando por la calle, hablando con la gente. Me siento ahora mucho más abrumado en términos de responsabilidad que antes. Ahora sí, también quiero decir que no tengo varitas mágicas. Yo lo que puedo ofrecer a los ciudadanos es máxima honestidad en el ejercicio de mi trabajo, máxima dedicación y máximo entusiasmo.
¿Qué análisis hace su mujer, Manuela Villena, como politóloga del 19-J?
Está entusiasmada con los datos. Incide en las referencias de municipios muy dispares que demuestran un vuelco fruto de muchas cosas. Ella me dice además dos cosas. Que tenga los pies pegados a la tierra y sobre todo que mantenga la misma política de proximidad. Coincidimos.
«Esta mayoría es un caramelo envenenado, porque puedes perder la perspectiva y la sensibilidad»
Una mayoría exige también determinación. Habla mucho de consenso, ¿tomará las decisiones que crea necesarias aunque sean impopulares?
No hay que confundir educación, templanza y serenidad con falta de determinación. Hay asuntos que hay que hacer y se harán. Pero se harán hablando previamente. En el momento que forme mi Gobierno voy a explicar a los consejeros que no puede llegar una ley, una norma, ni una iniciativa que previamente no esté consensuada con el sector afectado, de forma que hagamos una política de abajo a arriba. Previamente se habla, se dialoga, se hace pedagogía, se construye y se modifican aspectos que no coinciden con nuestra posición si tenemos que ceder algo desde el Gobierno. Ese tiene que ser el hilo conductor de nuestra estrategia.
Hay un caso paradigmático, la regulación de los regadíos del entorno de Doñana. En los pueblos afectados el PP ha obtenido una solvente mayoría, pero la medida cuenta con la oposición del Gobierno a través del Ministerio de Transición Ecológica o la Confederación Hidrográfica a lo que se suma el problema añadido de campañas en contra del lobby ecologista en Europa. ¿Aprobará esa ley?
Esa Ley se va a registrar, porque es un compromiso electoral y no falto a mi palabra. Lo vamos a hacer por Ley y no por decreto porque quiero que en ese proyecto participen los ecologistas, los agricultores, las plataformas ciudadanas, el resto de administraciones… que valoren y que sea una ley ampliamente debatida para que al final pongamos solución a un problema que se arrastra esa zona desde hace décadas en la que nadie se atreve a poner el cascabel al gato. Los agricultores lo que quieren es acabar con el uso de captaciones de agua del subsuelo, que no se extraiga más, queremos agua en superficie y para eso vamos ser muy exigentes con el Gobierno de España para acelerar y asegurar el trasvase del Tinto, Odiel y Piedras un compromiso del Gobierno de España para que se tenga ese agua. Vamos a poner orden para acabar con ese problema garantizando siempre una joya medioambiental como es Doñana.
El nuevo Gobierno
¿Tiene decidido su Gobierno?
No. Tengo que decir sincera y honestamente que no he pensado siquiera todavía en quién puede ser el presidente o presidenta del Parlamento. Sí sé lo que quiero en cuanto a la estructura del Gobierno, conozco los errores del pasado y voy a mejorar ciertas áreas, pero no he decido sobre la persona concreta de cada una.
¿De esa reformulación saldrán más consejerías?
Somos el Gobierno más austero de España en consejerías. Tenemos macroconsejerías que a veces han generado cierto malestar en los administrados porque concentran mucha actividad y muy diversa. Eso hay que tratarlo. No serán muchas más, no vamos a ser como Sánchez, que tiene 22 ministerios, pero hay que ampliar y diversificar para que haya una dedicación más exclusiva. En esta legislatura hay asuntos a los que hay que dar prioridad como es todo lo que concierne a la economía y el empleo y eso está íntimamente vinculado a la educación. Y también hay que concentrar las políticas del agua. Es clave para el turismo y la potente industria agroalimentaria, que precisa una ordenación de recursos esencial para nuestro futuro.
¿Habrá una consejería del agua?
No lo sé todavía, pero el agua va a ser preferencia en esa nueva estructura de Gobierno, no porque aparezca el nombre sino porque queremos que haya todo un equipo que esté pensando y ejecutando políticas que nos permitan solventar los problemas hídricos que tenemos en Andalucía.
¿Va a mantener cuotas territoriales en su Gobierno?
No soy partidario de las cuotas territoriales, peo he encontrado talento en las ocho provincias. En todastengo tres o cuatro personas que podrían perfectamente ser consejeros. Lo difícil es decidir.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete