Segunda Guerra Mundial
El SOS que unió Gibraltar y Huelva y engañó a los alemanes en la II Guerra Mundial
La asociación onubense Major William Martin difunde el papel que tuvo el soldado norirlandés Ted Ross en la Operación Mincemeat

La operación 'Mincemeat' (carne picada), que cambió el curso de la II Guerra Mundial y tuvo como escenario la costa andaluza, tiene un capítulo poco conocido sin el cual ese hito del espionaje podía haber fracasado. La Asociación onubense Major William Martin ... , en su labor de estudiar este acontecimiento histórico, ha difundido recientemente documentos y testimonios sobre el papel crucial que tuvo el soldado norirlandés Robert Edward (Ted) Ross en el desarrollo de los hechos, al ser el responsable de dar crédito al supuesto accidente de una aeronave británica de la Royal Air Force desde su puesto de operador de radio en Gibraltar el 24 de abril de 1943.
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La comunicación de ese accidente, captada por el espionaje nazi, dio credibilidad a la posterior aparición del cadáver del supuesto oficial William Martin en la costa de Punta Umbría , donde fue rescatado por pescadores. Los documentos «secretos» que portaba el cuerpo del supuesto piloto del avión siniestrado convencieron a los servicios secretos del ejército alemán de que el gran desembarco aliado no se efectuaría en Sicilia sino en Córcega y Grecia consiguiendo que el ejército de Hitler dividiera sus fuerzas en ese flanco mediterráneo.
La labor que está desarrollando la asociación

onubense, que recientemente ha conseguido que el Ayuntamiento de Huelva dedique una calle a Whilliam Martin, está teniendo eco internacional. Recientemente se incorporaban dos socios que han aportado los documentos y relatos del papel jugado por Ted Ross en la historia. Peter Forbe s , vecino de Ross, y William Dazhell, hijo de una sobrina de aquel soldado, refieren cómo Ross no fue consciente del protagonismo que tuvo en la operación «carne picada» hasta que en 1956 vio la película «El hombre que nunca existió» y ató cabos.
Un mensaje de SOS
Según el relato de los hechos recogidos por la Asociación William Martin, el soldado Ted Ross, de 21 años, estaba de guardia en la madrugada de 24 de abril de 1943 en su puesto de operador de radio en Gibraltar cuando a las 2:12 horas recibió un mensaje SOS procedente de un avión en situación de emergencia: «SOS SOS SOS SOS V GBAW GBAW SOS K Rumbo real 324 grados desde Gibraltar».
Al instante, ajustándose al protocolo , Ted solicitó al avión siniestrado información sobre su posición, rumbo y velocidad con el mensaje «RRR SOS Enviar posición, rumbo y velocidad».
Dos minutos después el piloto en peligro , contesta: «GFG4 de GBAW Off Finisterre, rumbo 170 grados, velocidad 170». Ted responde al mensaje, confirmando su recepción: «GFG4 RR». Posteriormente, el operador de radio recibía un último mensaje , en forma de señal continua, procedimiento habitual de los aviones a punto de amerizar.
A las 2:30 horas una lancha de rescate salía de la base de Gibraltar, en auxilio del piloto del avión siniestrado.
El avión nunca existió. El mensaje, señuelo para el espionaje nazi, fue emitido desde el submarino HMS Seraph que en aquel momento se encontraba en la zona de Finisterre en dirección a la costa de Huelva. En su interior se guardaba con total discreción el cuerpo sin vida del mayor William Martín; es decir, el cadáver de un treintañero muerto en Londres de neumonía que se haría pasar como el del 'oficial' ahogado, víctima del 'accidente aéreo'.
En la playa de La Bota
El 29 de abril, el HMS Seraph situado frente a la costa de Huelva dejaba el cuerpo a la deriva para que las corrientes lo hicieran llegar a la playa de la Bota (El cruce), entre Punta Umbría y El Portil, donde fue hallado un día después por unos pescadores. La operación, ideada por el oficial del Servicio de Inteligencia naval británico Ewen Montagu, estaba lanzada. El servicio de inteligencia alemana había interceptado la comunicación del presunto accidente y las circunstancias en la que se encontró el cadáver -con una carta de amor y dos entradas de un teatro de Londres en la cartera y una bolsa de mano atada a la muñeca con los documentos militares- dieron verosimilitud al hallazgo. El cuerpo fue entregado a las autoridades españolas para que se le practicara la autopsia y los espías alemanes en Huelva trasladaron la información al alto mando.

Ted Ross no supo de que fue parte de la misma hasta 16 años después, cuando vio en el cine la película «El hombre que nunca existió», protagonizada por Clitfon Webb . Según los testimonios de su familiar y su vecino, Ross recordó entonces que el mismo día de aquel supuesto accidente de aviación recibió órdenes de cambiar el protocolo para que se dieran cuenta por radio de la identificación, posición, rumbo y velocidad de las aeronaves en circunstancias de SOS.
En abril de este año se espera el estreno de una nueva película sobre estos hechos históricos . Se trata de «Operación Micemeat» dirigida por John Madden y protagonizada por Colin Firth con guion adaptado del bestseller de Ben Macintyre 'El hombre que nunca existió'.
Un veterano de guerra
Como Ross, su gemelo Bill y otros tres de sus cinco hermanos participaron en la II Guerra Mundial y sobrevivieron. Ted Ross murió en Belfast en 2020 a la edad de 98 años. Su historia era conocida entre sus familiares y amigos y ahora trasciende las fronteras irlandesa gracias a los nuevos miembros de la Asociación Major William Martin de Huelva, creada para la difusión de la operación Mincemeat y el legado británico de Huelva .
Los restos mortales de William Martin reposan supuestamente en una tumba del cementerio de la Soledad de la capital onubense, también conocida como la tumba al soldado desconocido. Durante años tuvo flores y fue cuidada por Isabel Naylor , que siguió la tradición familiar de su padre, directivo de Minas de Riotinto.
La Asociación William Martin
La Asociación Major William Martin se presentará en Punta Umbría el jueves 10 de febrero a las 19:00 horas en el salón de actos del centro cultural de la localidad costera en cuyas playas se produjo el hallazgo del cuerpo de William Martin.
Dedicada al estudio y difusión de este episodio histórico y a rescatar y promocionar el legado británico en la provincia de Huelva entre sus objetivos culturales, deportivos y sociales hay como curiosidad el interés por la búsqueda en la costa onubense mediante un georradar del cilindro metálico en el que supuestamente fue lanzado el cadáver del 'oficial' británico al mar, el hombre que nunca existió.
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