Cara a cara con los lectores
Firmas de libros o charlas directas como las que tuvieron dos escritores de novela negra. La clave radica en la cercanía
Quienes, con su prosa o poesía, son capaces de estremecer, acelerar el pulso, infundir terror o aguar miradas con sus historias y versos, están ahora más cerca que nunca. Han dejado de ser una fotografía en la contraportada de sus obras y aguardan, tras una mesa, con una sonrisa y una pluma, la llegada de sus lectores. Son los escritores que, durante la presente edición de la Feria del Libro de Córdoba, participan en la firma de ejemplares o en actividades como charlas directas, como las que mantuvieron Carlos Zanón, que acaba de publicar «Yo fui Johnny Thunders», y Berna González Harbour con un club de lectores de novela negra.
Desde el primer día, la caseta dispuesta para las rúbricas ha estado circundada por curiosos y seguidores de los autores anunciados. Javier Sánchez Menéndez fue ayer uno de los protagonistas del blanco habitáculo dispuesto en el bulevar del Gran Capitán.
Con su antología «Por complacer a mis superiores» —título sugerido por un verso del chileno Nicanor Parra— este poeta gaditano aplaudía la convocatoria de firmas. «Considero que es algo completamente necesario. Hay que procurar estar en contacto directo con el lector. Por ello, creo que hay que potenciar estas citas», aseguró.En este sentido, se refirió concretamente al lector del poesía, «que es tremendamente fiel y al que, considero, hay que complacer, acercándose a él». Así, se mostró en contra de la idea de introversión que suele identificar a los poetas. «Cuando un poema está acabado, cuando se encuentra terminado, tiene que estar en la calle», apuntó el autor de «Faltan palabras en el diccionario». Además, indicó que conocer a los seguidores y estar presente en ferias y otros eventos relacionados con las letras favorece a un sector «que, después de haber pasado por horas bajas, esta remontando el vuelo».
Sánchez Menéndez tuvo unas palabras para la situación en la que se encuentra la industria cultural, «que ha sufrido un impactante retroceso como consecuencia de años de crisis, sobre todo, por la falta de apoyo institucional». No obstante, se mostró optimista: «Este año parece que hay un poco más de alegría», manifestó.
Otra autora que congregó a un gran número de seguidores fue la escritora cordobesa María del Pino, que estuvo firmando ejemplares de «Wuemby: el gato curioso» y «Wuemby Jones y el misterio del subsuelo», dos libros que están haciendo las delicias de los más pequeños, y en los que promueve valores como la amistad y el compañerismo.
Entregados
«Es muy emocionante asistir a firmas de libros. Me siento abrumada cada vez que una persona se acerca para que le rubrique una de mis obras. Creo que es necesario. Nos debemos a nuestros lectores», apuntó. A su alrededor, las cámaras no paraban de disparar. Nadie quería marcharse sin una fotografía con la autora.
«Tenía ganas de conocerla y de que le firmara el libro a mi hijo, al que le encanta el gatito Wuemby», apuntaba una mujer mientras besaba a la escritora. «La verdad es que saber que tus historias y personajes gustan, te llega al corazón», aseguró Del Pino.
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