'Dibujantas', un recorrido por la historia de la ilustración española en clave femenina
La exposición estará en la Galería ABC hasta el 31 de enero de 2023 y muestra una selección de las obras de las mujeres que ilustraron 'Blanco y Negro' primero y este diario después

El semanario 'Blanco y Negro' nació en 1891 con la vocación de dar a conocer y compartir la obra de los mejores ilustradores del momento, su pericia con un lápiz entre los dedos, la limpieza de su técnica, su genio creativo y su capacidad de ver el mundo con una mirada crítica. No importaba nada que fuera más allá de su talento. Por ello, en una época en que las mujeres aún tenían muy complicado acceder al entramado artístico oficial, las ilustradoras aprovecharon los concursos que la revista organizaba para la realización de sus portadas; también la oportunidad de colaborar de manera asidua o, incluso, trabajar en la plantilla, ya fuera como redactoras o como ilustradoras.
Para rememorar cómo, primero 'Blanco y Negro, y luego, tomando el testigo en 1903, ABC apostaron por el talento femenino, la Galería de ABC, en la sevillana Plaza de Cuba, inauguró este martes la exposición 'Dibujantas. Pioneras de la ilustración', que cuenta con los socios protectores Fundación Caja Rural del Sur, Grupo Martín Casillas y Reale Seguros. El antiguo convento del siglo XVI albergará hasta el 31 de enero de 2023 la exhibición de 138 obras de 40 autoras. La exposición, que nació en Madrid en 2019, ha viajado por diferentes puntos de España hasta recalar en Sevilla, donde cerrará su itinerancia.
El nombre de la muestra hace referencia al 'I Salón de Dibujantas', celebrado en 1931 en el Lyceum Club Femenino, un hito para las artistas que en aquel entonces luchaban por hacerse un hueco en el mundo del arte y la cultura, un universo ocupado por hombres. Antes de este punto de inflexión, las mujeres habían estado presentes en las galerías, pero siempre relegadas a un segundo plano, con poca visibilidad, con sus obras expuestas en una sala aparte que ni siquiera constituía una parte central del edificio. Las artistas eran infantilizadas y su arte, visto como producto de un simple entretenimiento, no como algo serio. Solo algunas lograron críticas más sobrias y respetables porque su trabajo era visto como 'masculino', obedecía a los cánones establecidos por los hombres.
En este contexto, la figura de 'Blanco y Negro' -y, después, la de ABC- ejerció un fuerte contraste: ya en el número seis de la revista aparecieron los textos de Blanca de los Ríos, reconocida escritora de la época, y de Aldhara, seudónimo que utilizaba la suegra de Torcuato Luca de Tena para narrar tanto sus crónicas de sociedad como sus relatos. Dos años más tarde, Emilia Pardo Bazán también empezó a impregnar de su genialidad las páginas de la publicación. Y las ilustradoras no se quedaron atrás.
Durante la presentación de la exposición, Inmaculada Corcho, comisaria y directora de la Colección ABC, aseguró que la muestra esconde tras de sí un auténtico trabajo -llevado a cabo por el equipo del Museo ABC y las comisarias Marta González Orbegozo y Josefina Alix- de «investigación y descubrimiento»: «Nos empezaron a chirriar nombres que al principio pensábamos que eran de hombre, pero luego vimos que no era así. Entonces, empezamos a buscar y obtuvimos los frutos. En dos años, encontramos 150 ilustradoras». A esto, Corcho agregó que «aún queda más por descubrir, pero se hará poco a poco, porque la documentación que hay es muy exigua» y, además, muchas de las artistas firmaban con seudónimos, a veces masculinos, lo que hace muy complicado seguirles la pista. Gracias a esta iniciativa, destacó la comisaria, «se pone nombre, cara, vida y obra a personajes hasta ahora desconocidos, se les saca a la palestra».
Ahora, estas ilustraciones quedan como reflejo de la historia, un recorrido por las épocas que las artistas vivieron y que supieron plasmar sirviéndose de su don natural entretejido con su trabajo.
A través del tiempo
Las obras más antiguas de la exposición pertenecen a los inicios de la ilustración, entre finales del siglo XIX y principios del XX. El pintoresquismo costumbrista de los excelentes dibujos de Madame Gironella se mezcla con la exaltación heroica de la mujer en Ceferina de Luque o la visión más cosmopolita de Maroussia Valero actualizando temas clásicos del casticismo. Otras autoras como María Nueve-Iglesias, María Victoria Franco, Amparo Brime, Josefa Sagañoles y Josefina Santonja completan este primer grupo.
El recorrido continúa con la gran transformación que supuso la modernidad, truncada por la guerra civil, durante los años veinte y treinta: abarca del cubismo al boyante 'art déco', con interferencias de la nueva objetividad, el realismo y el surrealismo. En esta etapa, las revistas de gran calidad tipográfica y centradas en la ilustración entran en efervescencia, entre ellas, 'Blanco y Negro', que estaba a la altura de los grandes magazines europeos y americanos. En ella, artistas como Ángeles Torner Cervera -quien se limitaba a firmar discretamente como a.t.c.-, Piti Bartolozzi, Viera Sparza, Marga Gil Roësset, Maruja Mallo, Rosario de Velasco o María Ángeles López Roberts supieron reflejar el nuevo modelo femenino que imperó en tiempos de entreguerras: ropas estilizadas que enderezaban las curvas y anteponían el aspecto funcional al meramente decorativo, cortes de pelo a lo 'garçon', cambio de actitud en unas mujeres que empezaban a fumar, a usar maquillaje y a participar activamente en la vida pública.

Siguiendo el orden cronológico, el establecido en la exhibición, el espectador se adentra a continuación en el período de la posguerra, entre los años cincuenta y sesenta. Tratando de romper las brumas de la época, destacan Xelia (Elia Martínez Fernández), genuina representante de las portadas de la novela rosa española; Coti (Lucrecia Martínez Feduchi), que aportó un aire fresco, alegre y cosmopolita a la moda de aquellos años; así como Menchu Gal, María Antonia Dans, Ana María Badell o Teófila Sasiaín Martínez.
La última sección de la muestra está dedicada a aquellas ilustradoras que, a partir de los setenta, reflejaron con su trabajo la profunda y vertiginosa transformación de la sociedad española, la llegada de aires renovados. Ejemplo de ello es Aitana Martín, quien durante un largo período ilustró la sección de música de ABC con extraordinaria agilidad técnica. También destacan en este punto el estilo depurado de Ana Muñoz, las piezas abstractas de Isabel Uceda, las ilustraciones infantiles de Adriana Exeni, el lenguaje de cómic de Maryan Ribas y la introducción de las tecnologías de Mar Ferrero.
La selección de todas y cada una de estas piezas, contó Corcho, «se hizo en función de su calidad y de que fueran representativas de las artistas». El fin último de la exposición, explicó la comisaria, es dejar al descubierto ante el público que acuda a visitarla que «las mujeres han formado parte de la prensa, que estaban incorporadas en ella desde el siglo XIX, aunque siempre en la proporción correspondiente a cada momento y luchando por compaginar su vida privada con la artística».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete