crítica de música
Paso a la juventud
El violagambista Miguel Bonal brilla con luz propia en el concierto del 'Otoño Barroco'
Otoño Barroco en escenarios sevillanos con encanto

Ciclo 'Otoño Barroco' de la A. A. Orquesta Barroca de Sevilla
- Programa: Obras de Hume, Telemann, Abel, Ortiz y Marais.
- Intérpretes: Miguel Bonal y Ventura Rico, violas da gamba.
- Lugar: Patio del Palacio de los Condes de Santa Coloma.
- Fecha: 24/10/2022.
Tras el éxito pasado en el palacio del Marqués de la Motilla, el ciclo 'Otoño Barroco' parece haber encontrado un certero camino trasladándose a casas-palacio emblemáticas de esta ciudad. En este caso, el de los Condes de Santa Coloma, cuya ... belleza fue realzada primero por las últimas horas de la hermosa tarde y después por el encanto de su patio iluminado, el silencio que acogió a los dos violistas y la belleza de su repertorio. Si en el anterior concierto el aforo de 250 localidades se llenó, este, de 180, se ha tenido que duplicar en dos días seguidos, agotándose en ambos las entradas. Como en la anterior cita, estuvo prologado por el ilustre profesor Teodoro Falcón, autor de un libro sobre estas insignes casas sevillanas, y estuvo breve, conciso y ameno.
La viola 'da gamba' se expandió por Inglaterra desde el renacimiento hasta finales del XVII con una fuerza como ningún otro instrumento, lo que repercutió en el número de compositores. Uno de los menos conocidos, pero no menos interesante fue Tobias Hume, de quien oíamos dos breves piezas. La primera, 'Harke, Harke', que destaca por sus contrastes, sobre todo por la alternancia de melodía con arco y en pizzicato, terminando con acordes golpeados por el arco. La segunda, 'Captain Humes Pavin', tenía interés en recorrer las posibilidades del instrumento a lo largo de todo su ámbito. Entre ambas pudimos admirar el temple del joven músico aragonés para cambiar de registro a lo largo de estas piezas y muchas otras del programa, su virtuosismo evidente y el colorido de su instrumento. Si acaso este nos pareció como si algo de él -o todo- fuese nuevo, sobre todo por el sonido producido por la fricción de arco y cuerdas, que aportaba además una suerte futilidad a su fraseo, más evidente en los pasajes más veloces. Pero no cabe duda que estamos ante un excelente músico, cuya madurez supera ya su edad y que tiene una carrera por delante más que ventajosa.
Aunque Telemann había convivido desde siempre con la viola 'da gamba', también lo había hecho con múltiples instrumentos, porque era partidario de conocerlos todos de cerca antes que ser un virtuoso de cada uno de ellos, ya que «si sabes dar a cada instrumento lo que le conviene, el que toca lo hará con alegría y tú disfrutarás oyéndolo», escribía. Pero por lo común debía ir unido al bajo continuo, excepto en sus '12 Fantasías' para viola da gamba (recuperadas en 2015) o en esta 'Sonata'. Esta especie de 'horror vacui' Telemann lo suple con 'dialogantes' juegos de pregunta y respuesta del mismo instrumento, ofreciendo ya desde el 'Andante' efectos consecutivos de melodía y acordes, agudos y graves, que suplían -o emulaban- la presencia de otros acompañantes. Este planteamiento hace de la ejecución un imposible, sobre todo en los dos 'Vivace', a los que hay que añadir los cambios de humor constantes, de frenadas en seco y despegues ultrasónicos. Verdaderamente, Miguel Bonal controla estos recursos que nos retrotraían a la vitalidad constante del estilo de Telemann, y que contrastaba con el momento reflexivo que aportaba el 'Recitative', continuado en el 'Arioso' (Kuijken lo hacía sin solución de continuidad), que a su vez obligaba al intérprete a los referidos cambios extremos del agudo al grave -y viceversa-, evitando rozar la zona intermedia.
Joseph William Drexel había heredado y luego ampliado a lo largo de su vida una colección de partituras musicales y manuscritos que alcanzaron los 6000 volúmenes, y que hoy pertenecen a la biblioteca pública de Nueva York. El 5871 es el número de catálogo que corresponde un grupo de veintinueve composiciones individuales para viola 'da gamba' sola, escritas por Carl Friedrich Abel. Músico inquieto, compositor considerado 'preclásico' y gran violagambista (acaso el último grande), terminó sus días en Londres, donde formó dúo con el pequeño de los hijos de Bach, Johann Christian. Pero parece que Abel no tenía intención de publicar la colección, por lo que se ha pensado que podía estar dedicada a su amigo el pintor inglés Thomas Gainsborough (a quien, hay presuponerles un gran nivel, si era capaz de tocarlas), quien correspondió realizando dos óleos con su retrato. Bonal eligió un 'Adagio' (Wko 189), de dibujo elegantemente arpegiado, un 'Allegro' (Wko 198), de amplia arcada y atractivo, finalizando la muestra con un delicioso 'Tempo di minuet' (Wlo 199), que contiene dos temas delicados, enunciados con frecuencia en dobles cuerdas. En momentos de liviandad como este es donde las cuerdas se dejaban oír más ásperas, aunque compensado por ese dominio de los infinitos matices.

La segunda parte traía la presencia de Ventura Rico y, como ya anticipaba el programa de mano al poner su nombre con un tipo de fuente más pequeña, el violagambista sevillano venía a apoyar al joven talento, con su nombre y su instrumento, pero dejándole todo el protagonismo a Bonal.
El 'Tratado de glosas' de Diego Ortiz dio pie para conjugar el virtuosismo con la imaginación que requiere improvisar sobre un tema dado, empezando por la 'La Spagna', sustentada por un bajo 'ostinato'. El viologambista zaragozano se movía con soltura por todo el diapasón con velocidad endiablada, mientras Rico iba jalonando el camino a su paso, como en todo su acompañamiento, con certeros e inequívocos pilotes: su andar firme, redondo y profundo contrastaba con el revoloteo de colibrí al que no se le veía ni batir las alas -los dedos, en este caso-, que tal era el prodigio, fusionándose ambos con extremo acierto.
Se insistía en el tema de las 'Folies d'Espagna', esta vez con Marin Marais, junto con su 'Troisième livre de pièces de viole', que ponían punto final de manera brillante a un programa que quería gustar y dar a conocer a jóvenes talentos en una apuesta tan arriesgada como la viola 'da gamba'. La próxima cita será el 21 y 22 de noviembre en Iglesia del convento de Madre de Dios. No se la pierdan.
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