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Entrevista

Camela: «Siempre han querido encasillarnos, pero nos escucha gente de todos los ámbitos sociales»

Los madrileños presentan este viernes en Dos Hermanas «Rebobinando», la gira con la que celebran sus 25 años de carrera

Dioni y Ángeles celebran el 25 aniversario de Camela F.R.M.

Fernando Rodríguez Murube

Siempre han nadado contra corriente, nunca han tenido el respaldo de la industria musical ni de la crítica especializada. No obstante, Camela ha vendido 8 millones de discos a lo largo de sus 25 años de carrera, una efeméride que ahora celebran por todo lo alto con «Rebobinando» , un disco que recopila los mejores temas del grupo madrileño cantadas a dúo con artistas tan dispares como Alaska, Juan Magán, Pitingo, Taburete, David Bisbal, Antonio Carmona, Medina Azahara y Carlos Baute, entre otros.

Dioni Martín y Ángeles Muñoz , a la sazón, cuñados y compañeros de profesión, llevan un cuarto de siglo sacándole partido a un sonido propio e inconfundible que bebió de gente como OBK o Tijeritas que ellos mismos denominan «technocamela». Este viernes actúan en Dos Hermanas y el dúo atiende a ABC de Sevilla para hacer un repaso de su trayectoria.

Aprovechando que celebran su 25 aniversario, pienso que es buen momento para hacer retrospectiva. ¿Cómo surge Camela?

Ángeles: Nos conocimos en San Cristobal de los Ángeles, un barrio pequeñito y humilde de Madrid. Yo trabajaba en una editorial como encuadernadora y él dando portes con una furgoneta. Yo era más pequeña, coincidíamos en unos recreativos y Dioni me preguntaba constantemente por mi hermana, de la que estaba enamorado. Me utilizaba para sacarme información [Risas].

Dioni: Al poco tiempo ya éramos cuñados. Los fines de semana quedábamos para tocar la guitarra y ella me acompañaba cantando. Luego decidimos costearnos dos maquetas para nosotros, no para venderlas ni nada. Nunca se nos ocurrió llevar la maqueta a ninguna discográfica con ánimo de comercializarla.

Supongo que al ver la reacción de vuestro entorno se animaron a probar suerte.

Dioni: Exacto. Vimos que a nuestra familia le gustó lo que hacíamos. Yo procedo de una familia de vendedores ambulantes, y conocía a toda la gente de los mercadillos. Se me ocurrió darle la cinta a un tal Víctor, que era uno de los que vendía música en los mercadillos.

Ángeles: Cada copia nos costaba 150 pesetas, le hicimos su portada y todo, una fotocopia recortada [Risas]. Las pusimos a 300 pesetas (75 para el vendedor y 75 para nosotros) y sorprendentemente empezamos a vender de una manera exagerada: 2000 o 3000 copias.

Dioni: Una de estas maquetas llegó a manos de un señor que tenía una compañía chiquitita, se puso en contacto con nosotros y en la primera reunión ya teníamos el contrato sobre la mesa. No sabíamos ni lo que eran los royalties ni nada. Flipamos con el simple hecho de que nos pagaran el disco.

Y en ese momento es cuando empiezan a circular vuestras cintas de cassete por gasolineras y mercadillos.

Dioni: La compañía por la que fichamos era pequeña e independiente (Producciones AR), no tenía contacto con las emisoras de radio y su circuito de ventas no incluía grandes almacenes y tiendas especializadas, solo los mercadillos y las gasolineras.

Haciendo un paralelismo con el momento actual, Camela usó los mercadillos y las gasolineras del mismo modo que muchos artistas actuales se dieron a conocer en Youtube. Ambos casos han burlado las imposiciones de la industria y han triunfado gracias exclusivamente al público, al boca a boca.

Dioni: Es interesante la reflexión que haces. Solo te digo que no hay nadie más indie que nosotros. Fuimos la nota discordante en la industria musical, porque vendimos un millón de copias solo en gasolineras y mercadillos. Luego, en 1995, con nuestro segundo disco «Sueños inalcanzables» ya la demanda popular era tan importante que los grandes almacenes tuvieron que incluir en sus estanterías los discos de Camela.

¿Recuerdan su primer concierto?

Dioni: Por supuesto. Fue en La Línea de la Concepción, en la sala Bad Boy. El dueño nos hizo dar dos pases cobrando lo mismo. Pecábamos de ingenuos [Risas].

Si aquella noche de La Línea alguien les dice que apenas tres años después iban a estar tocando en el paseo de la Alameda, en las Fallas de Valencia, ante 80.000 personas…

Ángeles: Hubiésemos dicho que estaba loco de remate. Cuando vimos que nuestra música funcionaba pensamos que había que aprovechar el momento, rentabilizarlo al máximo, pero siempre siendo conscientes de que no íbamos a hacer una carrera muy larga. Ni siquiera dejamos nuestros trabajos. Pero ya con el tercer disco sí vimos que era muy factible comer de la música y hacer una carrera sólida. Y fíjate, ya llevamos 25 años.

¿Qué les parece que algunos artistas jóvenes tomen vuestro estilo como referencia a la hora de crear música? Me refiero, por ejemplo, a Soleá Morente y su exitoso «Baila conmigo».

Dioni: Soy un ferviente admirador de Soleá y Napoleón Solo, el año pasado compartimos escenario y le dije a Soleá que contase con nosotros si pensaba hacer una reedición de su disco, y ella encantada de la vida.

Ángeles: Es un orgullo que artistas nuevos sigan nuestra senda.

«Rebobinando» está siendo todo un éxito. ¿Qué criterios han seguido a la hora de seleccionar a los artistas que colaboran en este disco? Porque el conjunto es muy heterogéneo.

Ángeles: Afinidad y cariño. Salvo Taburete y Juan Magán, del resto ya éramos amigos. Hay artistas muy diferentes, sin embargo todos encajan y todas las canciones suenan a Camela. Siempre nos han querido encasillar con un determinado público, sin embargo, este disco es un claro ejemplo de que a Camela lo escucha gente de todos los ámbitos sociales.

Para el single, «Cuando zarpa el amor», habéis contado con Juan Magán, y la canción ha tomado unos derroteros claramente reguetoneros. Viendo el éxito que ha tenido el experimento (más de 10 millones de visitas en Youtube), ¿Se plantean profundizar en este género en discos venideros?

Ángeles: Es posible que pueda salir algo en este sentido, pero siempre con nuestro sello, el sonido tecnológico típico de Camela, el «technocamela».

Con este disco parece que la industria y los medios os están tratando de manera diferente.

Dioni: Nos están pasando cosas que nos deberían haber pasado hace muchos años, tanto a nivel de presencia en los medios de comunicación, como a tocar en el Wizink Center, por ejemplo. Para otros artistas es habitual tocar en ese pedazo de recinto, sin embargo, para nosotros ha sido la primera vez, y hemos demostrado que no nos queda grande, porque lo llenamos hasta la bandera.

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