Suscríbete a
ABC Premium

Locus amoenus

La cicatriz taurina de Orson Welles

He hallado dos corridas en la que Orson Welles actuó como «El Americano»: una en julio de 1932 y otra en diciembre de 1933. Por lo tanto, podemos afirmar que su residencia trianera fue mucho más larga de lo que creíamos

Orson Welles en una corrida de toros
Fernando Iwasaki

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La afición taurina del escritor, guionista y cineasta Orson Welles (1915-1985) ha dejado un rastro fastuoso a través de fotografías, entrevistas, documentales y algún que otro texto, como aquel prólogo que escribió para la edición inglesa de las memorias de mi paisana Conchita Cintrón. ... Su admiración, camaradería y devoción por Antonio Ordóñez no se limitaron a seguirlo por diversas plazas de España y México, sino que lo llevaron hasta la finca rondeña del matador-, donde fueron esparcidas sus cenizas. Sin embargo, en los últimos años de su vida, Orson Welles se distanció de la Fiesta, como se lo reconoció al periodista Michael Parkinson en una entrevista que dio en 1974 en el canal uno de la BBC. Allí Welles declaró que las corridas de toros le parecían «irresistibles e indefendibles», pero que habían degenerado en «atracción folclórica». No satisfecho con aquella afirmación, confesó que lo avergonzaba que su padre hubiera sido cazador, reconoció que no quería ver morir más animales y dijo que se arrepentía del tiempo que perdió obsesionado con ser matador, porque «I was a bad torerito ». ¿Qué quiso decir Orson Welles con eso de que había sido un torerito malo?

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación