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Aula de Cultura de ABC de Sevilla

La conjura de Don Juan contra Franco que logró unir a izquierdas y derechas

Juan Fernández-Miranda y Jesús García Calero presentan «Don Juan contra Franco» este martes en Sevilla

Juan Fernández-Miranda y Jesús García Calero, autores de «Don Juan contra Franco» Matías Nieto

Jesús Morillo

La tesis del libro «Don Juan contra Franco» (Plaza y Janés) podría pasar por el argumento de una película: Don Juan , heredero de la Corona de España en el exilio, pone en marcha a finales de los años cuarenta una conjura para derrocar a Franco , con la ayuda de los primeros desafectos al régimen de 1939 y con el objetivo de restaurar una monarquía parlamentaria .

El complot, además, consiguió reunir, ni una década después del fin de la guerra, en una misma mesa al que fuera líder de la Ceda José María Gil-Robles y al socialista Indalecio Prieto , una conjunción de izquierdas y derechas en la que puede verse un claro antecedente de la Transición democrática que llegaría treinta años después, mantienen los autores del libro, ambos periodistas de ABC: Juan Fernández-Miranda , redactor jefe de España; y Jesús García Calero , redactor jefe de Cultura.

Fernández-Miranda y García Calero no han escrito, sin embargo, una ficción ni una novela histórica a cuatro manos, sino un «gran reportaje» , en palabras del segundo, que ha encontrado la «valoración» de los historiadores, por aportar documentos inéditos que por primera vez han salido a la luz.

Esta conjura, que hasta la aportación de estos periodistas ocupaba el espacio de una nota a pie de página en los manuales de historia, se narra en «Don Juan contra Franco. Los archivos secretos de la última conspiración monárquica», que este martes 5 de febrero se presenta en la Fundación Cajasol dentro del Aula de Cultura de ABC de Sevilla , que dirige Francisco Robles y que cuenta con el patrocinio de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y la mencionada fundación.

El origen de este libro está en una serie de reportajes que ambos periodistas publicaron en las páginas de ABC en diciembre de 2016, a partir de una documentación que ofreció al rotativo una fuente que decidió quedar en el anonimato y que, a diferencia de lo que sucede con la mayoría de estos papeles, no solo tenían interés, sino que eran auténticos .

«En los años 40 hubo contestación interna al franquismo por el lado de los monárquicos»

«Me llegó un mail al correo de la centralita contándome que había llamado una persona con unos documentos de Franco. Lo llamé y era interesante, a diferencia de otras veces, que llamas y no hay nada detrás», explica Fernández-Miranda.

«Recibimos a ese señor que nos dejó los papeles para que comprobásemos que eran auténticos, lo que hicimos comparándolos con documentos de espionaje de esa y otras épocas, así como hablando con historiadores. Comenzamos a trabajarlos y publicamos los reportajes en el periódico, contando justo lo que había en los papeles, con Franco espiando a Don Juan », añade el redactor jefe de Cultura.

«Realizamos varios reportajes sobre hechos concretos que había en esos documentos, que tenían valor histórico o morbo periodístico», explica el responsable de España, como los intentos de la Falange de influir en la educación de Don Juan Carlos o el sueldo de Franco en 1969. Fueron cinco entregas que se publicaron una semana antes del Mariano de Cavia . Cuando vino el Rey a la entrega, hizo referencia a ellas en su discurso y nos dio las gracias, porque era la historia de Don Juan, que es también la de su abuelo», añade.

Alta política

Una vez concluidos los reportajes, ambos periodistas consideraron que había material suficiente que merecía su desarrollo en un libro.

«Comenzamos entonces a leer las memorias de quienes vivieron ese episodio, las biografías de Franco y Don Juan, así como libros de historia de ese periodo. Nos dimos cuenta de que la historia no era solo que Franco había espiado a Don Juan, sino también la de una conspiración de altísima política que nunca se había contado», comenta García Calero.

«En la historia del antifranquismo lo que se llamó el Pacto de San Juan de Luz era una nota a pie de página, pero no se había contado nada de la conspiración de Don Juan, que tenía infiltrados en la cúpula militar de Franco y logró sentar a la derecha con la izquierda, a Gil-Robles con Prieto, nueve años después de la Guerra Civil . Ambos estaban de acuerdo en que no querían una dictadura militar sino una democracia. Eso mismo costaría treinta años después que se repitiera en la Transición », señala.

La presencia en la conspiración de miembros de la cúpula militar, como los generales Antonio Aranda y Alfredo Kindelán , mostraba que el antifranquismo no solo se concentró en el exilio, sino que la dictadura « no era un régimen tan monolítico y sin contestación interna como se puede ver desde la perspectiva de hoy. Eso no fue así y en los años 40 hubo contestación interna por el lado monárquico, al entender que Franco no estaba desarrollando el proyecto por el que lucharon en la Guerra Civil», explica Fernández-Miranda.

«Don Juan, además, fue un político de alto nivel , que jugó varias partidas para ganar a Franco, pero no lo consiguió. Había muchos monárquicos jugándose la vida y el patrimonio por la libertad de España , en una conspiración que aspiraba a que el país fuese una monarquía parlamentaria , formara parte de la UE y accediera al plan Marshall», añade este periodista.

«Don Juan logró sentar a Prieto y a Gil-Robles solo nueve años después de la Guerra Civil»

El plan, sin embargo, salió mal. Para empezar, porque «Don Juan tenía muy claro que tenía un límite: no provocar una nueva guerra », explica García Calero. Además, «Franco estaba completamente informado de todo por sus espías».

Contexto internacional

Además, el contexto internacional, con la división en bloques y el inicio de la Guerra Fría tras Yalta y Postdam , benefició a Franco, que pasó de ser un fascista más alineado con la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini , a convertirse en un aliado frente a la URSS de Stalin .

«En la conferencia de Quebec los aliados apoyan a Don Juan, pero en la de Teherán, Postdam y Yalta, Stalin dice que no le parece mal. Ante el riego de un gobierno débil recién instaurado en esta nueva política de bloques, EE. UU. e Inglaterra optan por un Franco estable y no arriesgarse a entregar un país al bloque estalinista. A Don Juan se le acaban las opciones. No volvió, porque no quería ser un rey franquista , sino el que reconciliara a todos los españoles», señala el periodista cultural.

La única baza que le queda entonces es enviar a su hijo a España, «en lo que es una decisión durísima , porque al entregar su hijo al adversario reconoce que no va a gobernar. Además, es una apuesta a larguísimo plazo».

Tras la entrevista del «Azor», Don Juan Carlos viaja a España para educarse, aunque «Don Juan se asegura un entorno de profesores muy cercanos a él », explica Fernández-Miranda. De hecho, la monarquía que se terminaría restaurando en la Transición «no fue la del 18 de Julio, sino la que defendía Don Juan».

Aula de Cultura de ABC de Sevilla . Este martes 5 de febrero, a las 20 horas. Sala Antonio Machado de la Fundación Cajasol (c/Chicarreros, 1)

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