CRÍTICA DE MÚSICA
Encabalgando culturas
Accademia del Piacere y Constantinople han protagonizado un destacado concierto
Las tres hermanas

Desde que Fahmi Alqhai asumió la dirección del FeMÀS, su extensa programación cuenta con propuestas para todos los gustos, y hasta diríamos que de una línea de 'transgresión' progresiva -no lineal ni cronológica- que va desde la ortodoxia plena a aquellos ... conciertos que suelen cruzar las líneas rojas de la misma, y en la que el grupo que dirige el violagambista, esta Accademia, diríamos que se sitúa a mitad de camino. Su idea suele ser la fusión del barroco o, como en este caso, del renacimiento, con las músicas coetáneas de otras culturas, como en este caso la persa, de la mano de Tabassian y su grupo 'Constantinople' , como antes lo fue con el flamenco, la danza o la música española hispanoamericana.
Reducida aquí la Accademia al estricto ámbito familiar, Fahmi versionó para el trío algunos clásicos renacentistas sevillanos ( Guerrero , Mudarra ), granadinos ( Narváez ) o madrileños, pero que publicaron en la ciudad su monumental recopilación ( 'Orphenica Lyra' , 6 libros, 1554). De Guerrero oíamos 'Si tus penas no pruebo' en una imponente transcripción para las tres violas 'da gamba', recurso que repetía en Mudarra ('Fantasia que contrahaze la harpa en la manera de Ludovico') y que casi imperceptiblemente pasó el testigo melódico al setar de Tabassian para recrear la romanesca 'Guárdame las vacas' (Mudarra también), y en donde el músico persa dio una auténtica exhibición en el uso de este instrumento al que no pareciera que se le pudieran sacar tantos recursos, sobre todo en el tramo final de la pieza. Aquí, como en otros momentos destacados, tocó el kanun de forma igualmente espectacular la salterista Didem Basar . Tanto el setar como la voz fueron amplificados, el uno por volumen natural pequeño y el otro puede que por lo mismo (no lo oímos sin amplificar). Aunque ya lo sabemos, hemos de señalar una vez más el hecho de que las canciones árabes cantadas no pueden dejar de recordarnos los melismas, los giros, e incluso los 'quejíos' del flamenco.
Otro momento destacable fue la versión de las 'Diferencias del Conde Claros' , del vihuelista Luis de Narváez, que comenzó nuevamente Tabassian acompañado por Fahmi con la viola colocada y tocada como guitarra, para recoger el testigo melódico luego, con glosas de gran virtuosismo y expresividad, finalizando la pieza con el canto del músico persa; aparte de la fusión evidente, todavía nos pareció que se 'coló' el flamenco en la forma de acompañarlo de Fahmi.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete