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«Generación 2002» llega a Sevilla para mostrar las últimas tendencias del arte

La exposición «Generación 2002» muestra una selección de piezas concurrentes a este certamen de Caja Madrid y permanecerá abierta hasta el 24 de febrero.

Fernando Sancho junto a dos de sus obras que se exponen en la muestra. J. L. ORTEGA

SEVILLA. El barrio granadino del Zaidín no es precisamente uno de los más visitados por los turistas que acuden a ver la Alhambra. Entre sus casas se pueden vislumbrar modelos de verjas tan heterogéneos como los azulejos que decoran muchas de las fachadas. Porque el Zaidín no es lo que se entiende como una zona monumental. Sin embargo, a Javier Longobardo le sirve de eje de una obra que muestra el barrio, con cariñosa ironía, como si del Palacio de Carlos V se tratara, es decir, a través de la característica imagen de las tiendas de souvenirs: camisetas, postales, videos, posters...

«Zaidín monumental» es una de las obras que se exponen en la Casa de la Provincia, dentro de la muestra «Generación 2002», que ayer se inauguró con la presencia del director de este espacio de la Diputación de Sevilla, Jesús Cantero, y el director de zona de Caja Madrid, Manuel Ruiz Domínguez.

Premios y becas

A la tercera edición de estos premios y becas de arte, han concurrido un total de 1.717 obras de toda España, en las disciplinas de pintura, escultura, fotografía, grabado y nuevas tendencias.

En esta convocatoria, los jurados estuvieron presididos por Kosme de Barañano (pintura), Enrique Juncosa (escultura), Manuel Falces (fotografía), Javier Blas (grabado), José Guirao (nuevas tendencias) y Rosina Gómez-Baeza (becas). Finalmente, los responsables del proyecto «Generaciones» de la Obra Social de Caja Madrid seleccionaron 89 piezas en la modalidad de premios, con una dotación de 61.500 euros, y ocho en la correspondiente a becas, dotadas con 60.200 euros. Además, Caja Madrid destina 30.200 euros para la adquisición de obras seleccionadas no premiadas.

La coordinadora de la exposición, Cristina Fontaneda, destacó que en la obra que muestra «Generaciones» se puede apreciar «que no hay creaciones puras, sino un mestizaje muy acusado en los soportes, pues se pueden ver obras de fotografía que utilizan soportes digitales o esculturas que integran varios lenguajes. Cada vez hay una tendencia más acusada a unificar las diferentes disciplinas artísticas».

Entre los creadores seleccionados en esta convocatoria, se cuentan una docena de artistas andaluces, como el ya mencionado Javier Longobardo, distinguido con una mención de honor en el apartado de nuevas tendencias por «Zaidín monumental».

En este apartado también han sido seleccionados Francisco Alberto Molina Valenzuela, con «Never Mind», y la obra «Casa insecto, la estrategia de la garrapata», del arquitecto sevillano Santiago Cirugeda, que también recibió una beca para el proyecto «Prótesis urbana. Espacio multifuncional».

Andalucía y el grabado

En el apartado de pintura también se muestra la obra de Alonso Gil, que ha obtenido una beca para desarrollar un proyecto de nuevas tendencias. En escultura, fueron seleccionados María Teresa Corrales y Constantino Gañán, mientras que en el apartado de fotografía figuran imágenes del sevillano Manuel Sánchez Valladares.

Pero es en la disciplina de grabado donde más presencia andaluza se aprecia, ya que el 25 por ciento de la obra seleccionada corresponde a creadores de esta comunidad, como Alfonso Cintado, Nieves Galiot, Patricia Azahara y Miguel Soler Núñez.

Entre las obras adquiridas para formar parte de la colección permanente de Caja Madrid, destaca la presencia de «Escombros», de los sevillanos MP & MP Rosado Garcés.

Algunos de los artistas seleccionados en este certamen se pasaron ayer a la inauguración de la exposición, que permanecerá abierta en la Casa de la Provincia hasta el próximo 24 de febrero. Entre estos creadores se encontraba el fotógrafo zaragozano, aunque afincado en Conil, Fernando Sancho, de quien la exposición muestra parte de la serie «Ellos». Una serie que muestra a los parroquianos de «una tasca de Conil y otras tabernas del pueblo. Presenta el tema de la identidad, de la complicidad que comparten en el bar. Por ello planteo este juego de parejas a torso descubierto».

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