Flamenco SinCejilla
Isamay Benavente (directora del Festival de Jerez): «El flamenco vive una época dorada»
Del 6 al 22 de mayo, la cita celebrará su 25 edición con un estreno de Eva Yerbabuena de apertura
Veinticinco años cumple el Festival de Jerez, una tierra tan rica, tan propia y suya, que su directora, siendo de la Línea de la Concepción, tan solo unos kilómetros más al Sur, se presenta siempre como alguien de fuera, como si fuese originaria de otro ... mundo. Y es que aquí la tierra tiene tanto sello que quizá sea así. ¿Se hará esta distinción en otras partes del planeta? Isamay Benavente, quien también gestiona la programación del teatro Villamarta, está al frente de la cita más enjundiosa de uno de los emporios artísticos de primer orden: Jerez. Cada año, y ya va un tercio de siglo, apuesta por el baile , entre otras disciplinas, en su oferta. Del 6 al 22 de mayo, se celebrará su próxima edición. Algunos artistas repiten, las amistades se estrechan y los números salen. O salían, mejor dicho, antes de la pandemia.
Organizar un ciclo de estas características dentro del desorden en el que nos movemos tiene más riesgo que certidumbre. «No habíamos cerrado todavía este programa cuando estábamos pensando en el siguiente . Lo bueno de hacer uno cada doces meses es que hay espacio para todos, si no es esta vez, será la siguiente. Prevemos que va a venir menos gente, por lo que hemos tenido que reducir a la fuerza el número de espectáculos y prescindir de salas pequeñas. Aún así, esperamos mucho público nacional. Un par de días aquí los disfruta cualquiera».
¿Cuál es su presupuesto ? «Normalmente es de un millón de euros, de los que 600.000 nos entraban por taquilla y por cursos. Es decir, el 60%. Este año caerá y estaremos, en total, en torno a los 800.000», aclara Benavente. Eva Yerbabuena será la encargada de inaugurarlo con el estreno absoluto de ‘Igual que tú’, motivo por el cual «estamos encantados, porque es una histórica con la que contamos cuando no tenía aún su propia compañía. La hemos visto crecer».
¿Acuden las figuras al festival con sus propuestas o es el festival el que las persigue? «Pues las dos cosas. Con la mayoría tenemos una relación sólida. Confían en nosotros como una plataforma en la que presentar sus proyectos. Sucede que la gestión cultural en el flamenco y los propios artistas han dado pasos de gigante en unos pocos años; ya todos van con agencias. Si les preguntas por lo que quieren hacer, verás que tienen varias opciones en función del lugar, el marco, el momento… Eso antes no pasaba. Debemos agradecer el esfuerzo. Estamos en una época dorada que creo que echaremos de menos en el futuro . ¡Hasta los más clásicos se han vuelto inconformistas y no ofrecen siempre un mismo recital, sino que buscan un hilo conductor, algo más que dar!».
Joaquín Grilo, María Pagés , Andrés Marín, Rocío Molina, José Valencia y Arcángel son algunos de los que pasarán por esta cita. No todo está quemado en el horizonte.
‘Las pasiones de Cristo’ en la voz de Aroa Cala
En este tiempo de saetas que no se dicen, cuando los grandes espacios (el teatro de la Maestranza, Fibes, Cartuja Center...) han cerrado sus puertas, las posibilidades para disfrutar de la música y del flamenco en directo quedan reducidas. Los Cantores de Híspalis debían estar narrando estos días hasta el Domingo de Resurrección la Pasión de Cristo según Sevilla, pero la obra hubo de aplazarse a causa de las nuevas medidas sanitarias en la ciudad. Será, por tanto, el teatro de Los Remedios uno de los pocos escenarios en los que escuchar cantes propios de estas fechas con Aroa Cala como protagonista.
La cantaora y saetera del Puerto de Santa María presenta el sábado 3 de abril a las 18 horas ‘Las pasiones de Cristo’, un espectáculo ideado por el guitarrista Santiago Moreno en el que le acompañan Jaime Cala e Irene Olivares al baile. Habrá también dramaturgia. Y un hilo conductor: el dolor de quien carga el madero y su muerte. La agonía envuelta en una sábana y una voz. Habrá que esperar otro año para presenciar a esos espontáneos que juegan a morir en la calle y los balcones. Pero este calendario vacilante sigue su curso.
‘Alégrame el corazón’, de Ricardo Miño: una ruptura con el tiempo
Vayan saliendo por la puerta los que buscan algo actual, preso de este tiempo. La guitarra de Ricardo Miño, uno de los músicos señeros de Triana, parece especializada en lo extraño y viene a confirmarnos aquí una ruptura con su entorno. ‘Alégrame el corazón’ no mira a su alrededor, sino a un momento que pasó y no ha existido. Su eje no se fundamenta en la técnica, sino en la atmósfera. Es ochentero en sus arreglos, casi setentero el sonido, arrebatadoramente nostálgico . Algo de rock andaluz circula por sus arterias. De deleite por lo remoto y popular. La sinfonía por soleá con la que se cierra va vadeando puentes como anillos que en vez de avanzar circundan la historia sin tocarla. No pertenece del todo al pasado. Tampoco al presente ni al futuro. Qué es, entonces. Flamenco, clásico según el nacionalismo musical, cofrade, folclórico o tal vez todo ello.
La raíz latina cobra importancia en temas como ‘Guarapo’, ‘Pan de azúcar’ y ‘Feria’. También en ‘Rebujina’, título que podría entenderse como prisma de la obra. En ‘A la deriva’ se eleva lo oriental junto a Gualberto y el cantaor Segundo Falcón. Y al Niño Ricardo, de quien tantos aprendieron sus primeras falsetas, lo evoca por bulerías, pieza donde recupera una grabación original del guitarrista sevillano a modo de añeja clausura. Lo nuevo de Ricardo Miño, por estos motivos, nos ofrece una nave para marchar a ese ningún lugar del que parte y a donde va . Un espacio que de alguna forma palpita en unos pocos surcos donde no cabe ni la memoria.
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