Crítica de música
Mujeres a ritmo de vals
El Teatro de la Maestranza acoge el segundo concierto del ciclo 'Compositoras en danza'

No es este un comentario habitual, ya que nos parece que el trabajo de los intérpretes debiera ir a la par del conocimiento necesario, aunque somero, de las compositoras que firmaban cada una de las obras concurrentes, para valorar la importancia de estas mujeres en ... la historia de la música. Curiosamente, la mayor parte de ellas tuvieron un gran reconocimiento en vida, mientras que su obra se fue apagando poco a poco. Buena parte de ellas son francesas o tuvieron relación con ese país, sobre todo con su conservatorio, contando con el apoyo de algunos de los grandes compositores de la época. Algunas sufrieron el impedimento paterno -antes que del conservatorio- y otras de los maridos o, al menos, su absoluta indiferencia, al no gustarles la música (caso de Mel Bonis ). Se nos presentaban también en este programa obras como pequeñas perlas engarzadas, aunque con el denominador común de su música más de salón, ligera y menuda, con presencia insistente de los valses, que no hacían justicia al 'corpus' de algunas de ellas.
Es difícil rastrear en la 'Suite Burlesque' (1980) de Germaine Tailleferre huella alguna de contrapunto o, concretamente, de fuga, técnicas por las que Tailleferre obtuvo el primer premio en el Conservatorio de París en 1913 y 1915 respectivamente. Ni siquiera reflejo del trabajo que encontramos en 'Homenaje a Rameau' (1964), en el que aúna un lenguaje avanzado -sin estridencias- con una recuperación de la escritura clavecinística (junto a la percusión). A tres años de su muerte, esta 'Suite' fue una suerte de jovial música de despedida de la única mujer que perteneció al famoso 'Grupo de los Seis'.
La 'March of the Goblins' es una sencilla y breve miniatura debida a la mano de la que fuera gran pianista de su época -sin apenas salir de Estados Unidos-, Julie Rivé-King , de madre cantante que había estudiado con 'nuestro' Manuel García .
Maria Agata Szymanowska es otro caso de gran pianista que devino en compositora, desde su Polonia natal hasta su establecimiento definitivo en Rusia, donde alcanzó gran fama, la misma que desapareció tras su muerte, debida a una epidemia de cólera; acaso esto le impidió sobrepasar compositivamente su clasificación dentro de un prerromanticismo.
La historia se repite en Mel Bonis (evitando su nombre completo de Melanie, jugando con la ambigüedad y soslayando así prejuicios). Fue otra mujer que destacó en el conservatorio parisino, compartiendo pupitre con Debussy o Saint-Saëns , quien llegó a afirmar: «No creí nunca que una mujer fuese capaz de escribir esto». Acaso otra vez el ejemplo del programa trivializa su obra: sólo tienen que oír su 'Sevillana' (en youtube, por ejemplo, que aparece como 'Sevilliana') para admirar la riqueza melódica y armónica de la compositora parisina (por cierto, tiene otra pieza que se titula 'Los gitanos').
Pauline Alpert fue conocida como una «pianista torbellino». Tocó en orquestas y como solista. También apareció en películas y videos, y fue una artista que contribuyó a muchos lanzamientos musicales. Acaso su presencia, además de como compositora, resulte también como el nexo de la música de salón con el jazz a través del ragtime, por su virtuosismo y la energía que desprende.
Además de gran pianista (fue alumna de Liszt) y compositora (recibió consejos de Saint-Saëns, quien le dedicó su primer concierto para piano), la alsaciana Marie Jaëll ha pasado a la historia como la primera en usar las características fisiológicas de la mano para mejorar la técnica del piano, como lo demuestran sus numerosos escritos en este sentido. De nuevo los valses, 12, y un 'Finale'.
Por último, no se podrá acusar al conservatorio de París de 'conservador': también Cécile Chaminade estudió en él hasta que su padre se lo prohibió (pero no el centro) y pasó a tomar clases particulares con algunos de sus profesores. Su obra es ingente, entre la que se encuentra una ópera cómica titulada 'La Sévillane', así como sus demandadas piezas para piano y 'mélodies', con las que realizó una gira por Estados Unidos, a pesar de contar con un 'Concierto para piano' de mayor envergadura. Fue la primera compositora en recibir la 'Légion d'Honneur' en 1913 .
Los intérpretes pusieron todo su empeño en levantar tan diverso programa, aunque homogeneizado por un género similar, y se turnaron en el protagonismo (lado grave o agudo del teclado), si bien a veces los contrastes entre uno y otro eran ostensibles, de manera que no siempre oía la parte grave. De todas formas, el piano a cuatro manos, que ya mediatiza hacia esa música de salón, implica una complicidad entre ambos intérpretes notable, como demostraron en un momento divertido del programa, al pasar uno de ellos dos páginas de una vez y perderse ambos, y ambos saber cómo retomar la lectura desde un punto común. Fueron muy aplaudidos, tanto por su trabajo musical como por ofrecernos una música difícil de oír en directo, y más en la sala Manuel García, más que adecuada para esta música de salón.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete