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ILUSTRACIÓN

Oselito, el dibujo que viajó a las trincheras de la Guerra Civil

Un libro recupera las crónicas protagonizadas por el popular personaje creado por Martínez de León

Martínez de León en la terraza del «Altavoz del frente», en Jaén ABC

Eva Díaz Pérez

Un hombre dibujado con trazo ágil recorre garboso y pinturero la Sevilla de los años veinte y treinta. Es Oselito , el popular personaje del dibujante Andrés Martínez de León (Coria del Río, 1895-1978), que ilustra una época luminosa sembrando filosofía en viñetas humorísticas. Un personaje que se fundirá y confundirá con su autor hasta entrar en su biografía y recorrer con él los tiempos oscuros de la Guerra Civil . Una época dibujada con vigor de aguafortista, sátira y picardía, pero bajo cuyo trazo asoma la Andalucía dramática y las contrapostales.

De Oselito y del propio Martínez de León hay dos versiones, dos lados de un espejo, dos mapas de vida. Un personaje antes y otro después de la guerra. Y este último es el que ha rescatado el profesor de la Universidad de Jaén Rafael Alarcón Sierra en el libro «Las crónicas de Oselito en Frente Sur, Frente Extremeño y Frente Rojo» , publicado por Guillermo Escolar Editor.

En las trincheras, bajos los bombardeos, en las noches de sangre a la intemperie el senequismo andaluz de Oselito no olvida el humor. Humor en tiempos de guerra . Y, aunque los dibujos que Martínez de León hace en el frente guardan un trazo más oscuro, un aire goyesco de tragedia, la risa seguirá siendo el alivio y el consuelo para los que leen las sentencias de un personaje al que muchos llamaron filósofo del pueblo .

En los últimos años se está rescatando la obra del dibujante, pintor y escritor Andrés Martínez de León tras décadas olvidada en las páginas de periódicos y revistas. Ahora, la aportación del profesor Alarcón Sierra asombra con un nuevo perfil del dibujante .

Martínez de León participó del lado de la República en la guerra recorriendo el frente sur. Allí entabló una buena amistad con Miguel Hernández y otros escritores como Pedro Garfias y José Herrera Petere , que al finalizar el conflicto tuvieron que marcharse al exilio.

El dibujante sevillano también pagó con la cárcel su apoyo al bando perdedor al ser acusado del «delito de adhesión a la rebelión militar». Aunque la intercesión de amigos como el jefe falangista Sancho Dávila permite que lo liberen.

Y es que Martínez de León era un autor muy popular en su época gracias a su personaje. «Oselito es un prototipo del andaluz sevillano y trianero. Senequista e irónico, crítico cuando hay que serlo, pero también alegre, ingenuo y confiado, amigo de las tabernas y de los gitanos de la cava, enemigo del trabajo y del esfuerzo, aficionado a los toros y al Betis , que transmite con gracia todo un fondo de sabiduría popular en su habla y en su pensamiento», explica Rafael Alarcón Sierra.

Martínez de León colaboró en la prensa de su tiempo:La Esfera, Blanco y Negro, El Sol, El Liberal, La Unión, El Correo de Andalucía, El Heraldo de Madrid o ABC , «donde Luca de Tena quiso contratarlo en exclusiva , aunque él declinó la oferta». Precisamente en ABC sus viñetas aparecieron ininterrumpidamente hasta 1936 en las páginas deportivas, las taurinas y las noticias de Sevilla.

Escudos, aviones y relojes

Martínez de León dibujó el primer escudo de Andalucía, siguiendo las indicaciones de su amigo Blas Infante y diseñó cinco murales cerámicos sobre Sevilla y sus fiestas para la Plaza de España . Incluso en el terreno de la publicidad su personaje Oselito aparecía en la esfera de una colección de relojes de pulsera que se vendían en la tienda El Cronómetro de la calle Sierpes.

Sin olvidar que junto a Juan Lafita y Antonio Jiménez se encargó de dibujar en el fuselaje del biplano «Jesús del Gran Poder», que protagonizó uno de los grandes raids de la época. En este avión ilustrado dibujó las figuras de Rafael el Gallo dando un pase de muleta, a su personaje Oselito y una mocita trianera.

Tan célebre fue Oselito que estuvo a punto de protagonizar una película titulada «Sevilla», que se anunció como la primera película sonora española, aunque su rastro permanece perdido. «Sus historietas y personajes no sólo reflejan hechos populares andaluces , sino que paulatinamente trata de transcribir, de forma intuitiva e impresionista, el habla y la pronunciación sevillana, con su seseo, sus expresiones características y rasgos propios, sus coloquialismos e incluso términos de argot de barrios populares y del caló», añade Alarcón Sierra.

En una de las historietas publicadas durante la Guerra Civil , Oselito describe una Sevilla invadida por alemanes, italianos, moros y portugueses en la que la Giralda se le aparece en un sueño vestida con traje de lunares para decirle que está harta de «esos gachó extranjero tan esaborío». Aquel personaje que había alegrado una época intentaba así aliviar con humor, chascarrillos y juegos de sentido el tiempo viscoso y amargo de las pesadillas.

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