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Qué plan

Ruta por la Sevilla de la ópera

Diez localizaciones que sirvieron de escenario a algunas de las obras más aplaudidas de todos los tiempos

Representación de «Las bodas de Fígaro», de Beaumarchais Felipe Guzmán

Luis Ybarra Ramírez

Que Sevilla es flamenca, folclórica y rockera se les escapa a muy pocos. Pero esta ciudad, tan alegre como esquiva con una parte de su historia, también ha inspirado a algunos de los compositores más destacados de otro género musical: la ópera. Más de un centenar de estas obras nacen a la sombra de este sur de empedrados, comedia e incienso. Es ese revulsivo de humor, costumbrismo, solera y belleza el que ha contagiado las tramas del bel canto. Y, ahora, podemos trazar rutas diferentes que recorren las localizaciones en las que vociferan los actores y cantantes de «Carmen», «El barbero de Sevilla» o «Don Juan», creaciones que siguen colgando el «No hay billetes» en las plazas más altas y lejanas de Europa y que tienen acento sevillano.

Santa Cruz

El Callejón del Agua es la puerta estrecha por la que entramos a Santa Cruz. Este es el adarve en el que se encuentra la ficticia taberna Lillas Pastia , a la que acude la protagonista de «Carmen» para tomar una manzanilla. En los alrededores, los gitanos de esta misma obra burlan a las fuerzas de seguridad valiéndose del entramado sinuoso del barrio. En la Plaza de los Refinadores, por otro lado, se ubica el monumento a Don Juan , quien realizó algunas de sus pericias en la Hostería del Laurel, donde se desarrolla la mayor parte del primer acto.

El Balcón de Rosina , escenario de «El barbero de Sevilla», está en la Plaza Alfaro, frente a los Jardines de Murillo. Y los individuos de todas estas historias, desde entonces, revolotean como gorriones entre estas fachadas con geranios en flor y suelos de adoquines. La estética mudéjar llamó la atención de escritores, músicos e intelectuales de la época.

Palacio de Mañara

Cerca de esta zona, está el Palacio de Mañara, la casa de estilo renacentista donde nació el personaje que cautivó a Henri Tomasi para firmar una de sus óperas cumbres sobre un teatro ya existente: «Don Juan de Mañara» , estrenada en los años 50. Su representación, que traslada el palacio a escena, no es muy habitual en la actualidad, aunque Miguel de Mañara, impulsor del Hospital de la Caridad, es uno de los hombres más recordados de Sevilla.

El Real Alcázar

Saltamos la muralla más allá del callejón y la música de Donizetti embriaga nuestros oídos. «Maria Padilla» , que narra la historia de la amante de Pedro I de Castilla, y «La favorita» , en la que el rey Alfonso XI pasea por los salones y jardines del Alcázar, beben del remanso de paz que se respira en uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Las invasiones de los musulmanes y los conflictos entre la Iglesia y el Estado son el telón de fondo de un trama que habla de amor, desamor y destinos fatales.

Universidad de Sevilla

De nuevo, «Carmen» aparece sobre estas líneas, ya que la actual sede de la Universidad de Sevilla, antigua Fábrica de Tabacos , daba trabajo a unas 4.000 cigarreras a mediados del siglo XVIII, oficio al que se dedicaba la protagonista de la ópera de Bizet, quien no conoció el verdadero éxito en vida. El personaje principal recogía las materias primas que llegaban de las Indias en el embarcadero antes de dirigirse hacia las tabacaleras. El monumento a la popularísima Carmen está en el Paseo Colón , cerca de la plaza de toros.

Plaza de la Maestranza

Cuando un relato se hace universal, no hay «spoiler» que valga. Por eso podemos mencionar que, en el último acto, Carmen muere a manos de Don José en el coso . El público vitorea al torero Escamillo, quien ha ganado la Puerta del Príncipe después de cargar la suerte, mientras los celos afilan el puñal que termina con la vida de una figura icónica en un instante. Allí murió la cigarrera.

Convento de San Leandro

De vueltas al mito de Don Juan. La familia de los Tenorio residía en el actual convento de San Leandro, en la Plaza de San Ildefonso. El sepulcro, por otra parte, se localiza en el antiguo convento de San Francisco, en la Plaza Nueva. El mito del seductor palpita en Sevilla más allá de Santa Cruz.

Catedral

No puede quedar fuera de este recorrido la Catedral de Santa María. «El barbero de Sevilla» y «Las bodas de Fígaro» , del dramaturgo francés Beaumarchais , tienen lugar en sus aledaños. Más adelante, estas obras teatrales, que se basaron en otras de Molière y Cervantes, inspiraron a Mozart y Rossini en las óperas definitivas que tantos éxitos han cosechado después.

Archivo de Indias

Un punto de esa Sevilla de la Ilustración que tiene una importancia especial en esos aledaños que antes mencionamos es el Archivo de Indias. Entre este, la catedral y la zona del Alcázar, algunos autores sitúan la casa de Fígaro . Por ello, todas las rutas que utilizan al joven barbero que trabaja para los Condes de Almaviva pasan por aquí. «La madre culpable», de Darius Milhaud, también recuperó a este sujeto para mostrarlo a través de la lírica.

Puente de Triana

«La fuerza del destino» , de Giussepe Verdi, se basó en «Don Álvaro y la fuerza del sino», de Ángel de Saavedra, duque de Rivas. Y uno de sus escenarios se asocia al Puente de Triana, cuando este tan solo era una sucesión de barcas que conectaban la ciudad con el arrabal . Como curiosidad, podemos apuntar que el compositor romántico italiano se hospedó en el Hotel Inglaterra durante una visita a Sevilla.

Castillo de San Jorge

El Castillo de San Jorge, utilizado como prisión por la Inquisición, es la localización que aparece en «Fidelio» , la ópera que nos descubre cómo Leonora, disfrazada de un muchacho llamado Fidelio, rescata a su marido de la cárcel, ya que este había sido arrestado por motivos políticos. Bajo el actual mercado de Triana, la música de Beethoven rompe las rejas.

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