La belleza mística de la Danza y el Barroco

La pieza tiene un nexo de unión que es la rosa, algo así como la unión entre la geometría y la música, que en la obra de Keersmaeker es una definición constante. Dedicada a la mujer, ha querido personalizarla en mitos como Rosa Bonheur, Rosa de Luxemburgo, Rosa Parks, Rosa Vergaelen, y Rosa , la activista medioambiental de 15 años que murió en las inundaciones de Bélgica en 2021.

Además, la música de esta pieza también tiene un alma femenina. Se trata de los 'Misterios' o 'Rosarios' de Heinrich Ignaz Franz Biber, compuestos en 1676 y que son una traducción musical de los quince Misterios Sagrados de la vida de la Virgen María.

En escena, siete magníficos bailarines de la compañía Rosas, los músicos de Gli Inconti y la violinista Amandine Beye r, un portento en la interpretación de la música barroca.

El teatro está completamente abierto de hombros, y en el escenario desnudo hay dos ambientes. Una luz cálida alumbra a los músicos, mientras una luz fría y que va componiendo estancias arrebatadoras, emerge en el resto del escenario. Una estructura metálica de onda está colgada del techo y sobre la misma, se proyecta la luz haciendo impactantes efectos, a los que se unen las luces estroboscópicas que van haciendo como la 'frase de paso' en cada movimiento musical y dancístico. Es una luz que compone incluso momentos coreográficos con cada bailarín.

El suelo del escenario es como una ecuación. Los puntos de referencia habituales, se han realizado en colores fluorescentes para que el espectador crea que está viendo algo así como una fórmula geométrica, el efecto parece la pizarra de un laboratorio.

La relación entre la música y la danza es siempre el eje central de la obra de Keersmaeker desde que en 1983 creara 'Rosas danst Rosas' , una obra que aún se sigue representando. La música de Bach es una constante en sus piezas, baste recordar la coreografía estrenada en 2018 sobre los seis Conciertos de Brandenburgo.

El estudio del movimiento, la geometría como base de la danza es lo que determina la génesis de este 'Mystery/for Rosa' , en la que el movmiento circular hacia adelante o hacia atrás es la gran característica de esta pieza. Las sonatas de Biber, son cinco sonatas alegres, cinco dolorosas y cinco gloriosas, y de esta manera se va desarrollando la coreografía, siendo la luz la que va marcado la intimidad o el desasosiego, la alegría y la explosión, incluso hasta iluminando al público para conseguir una mayor comunicación.

La obra está repleta de detalles coreografícos . El lenguaje es rico, con un trabajo de suelo y de pasos espectacular. Los bailarines primero en modo coral y luego en solos, van desarrollando una coreografía que recoge el concepto de danza-métrica de Keersmaeker y se mueven de forma crónica a través de las sonatas con un sorprendente momento de inflexión, cuando inusitadamente suena la canción de Lynn Anderson 'Rous garden ' y todo el escenario se transforma en un mundo rosado y metálico y salimos de la intimidad a un mundo más compartido, al que luego nos haría regresar.

Grandísima interpretación musical de Gli Inconti y de la violinista Amandine Beyer, que termina la obra con una sonata en adagio formidable que nos deja el corazón en paz, al menos para un momentito. Danza y música una vez más se han encontrado, con dos elencos extraordinarios, la armonía en escena de la mano de Keersmaeker.

Al final, aplausos del público puesto en pie, y en el segundo saludo, dos bailarines lucen camisetas donde se puede leer 'No war', mientras otro en su atuendo lleva los colores amarillo y azul de Ucrania, que ya había usado en algún momento de la obra.

'Mystery/for Rosa' es la danza sumergida en la riqueza mística y geométrica de la música , una visión de increíble belleza. Un regalo de paz para estos tiempos.