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«Rómulo y Remo», un espectáculo para reírse a carcajadas..., con mascarilla

Oriol Boixader y Mané Solano hacen una obra al mas puro estilo clown en el teatro romano de Itálica

Marta Carrasco

El Festival Anfitrión cambia de registro los días 28 y 29 de julio para presentar un espectáculo al más puro estilo clown. presentan en el teatro romano la obra «Rómulo y Remo» , una sucesión de sketches cómicos visuales, a modo de comedia clownesca, en disposición escénica circense y de alto voltaje energético. Basado en los mitológicos fundadores de Roma, los gemelos Rómulo y Remo, y su poco conocida rivalidad, presentan un espectáculo trepidante donde el error y la estupidez son los principales desencadenantes para un suculento festival de risas.

Oriolo Boixader y Mané Solano son los actores de esta obra dirigidos por Gregor Acuña , la coreografía es de Isabel Vázquez , el diseño e iluminación de Valentín Donaire , el vestuario de a Margarita Betchman y la música de Oriol y su banda .

Gregor Acuña dice que, «elegir a Rómulo y Remo fue porque Mané, Oriol y yo llevamos cuatro años intentado levantar un proyecto de payasos, y hace tres meses le encargaron una nueva producción a Oriol del festival de Payasos de Cornellá . Oriol tiene un montón de números que hizo en el circo Roncalli , un gran material payasístico, y dijimos vamos a usar ese material. El estreno iba a ser en una carpa de circo, y salieron las bases para el festival Anfitrión, y entonces estábamos entre Los trabajos de Hércules y Rómulo y Remo, y elegimos estos últimos. La obra tiene un montón de licencias poéticas que un payaso se puede permitir, porque puede romper reglas con las cosas más insospechadas».

Según su director, es un espectáculo de payasos al más puro estilo circense pues está pensado para hacerlo en pistas de circo, «son seis números distintos, de los que uno es totalmente nuevo, el de dos payasos pescando en una barca, y luego otros como la estatua, la receta de la tarta, entrando por el público y el final, el rapto de las Sabinas».

Para Acuña, « es un espectáculo de muy poca vergüenza , menos todavía. Lo bello es que no nos perdemos en palabras, no es un montaje de texto, sino visual, que aunque se hable, pero prima la imagen. Cada función puede pasar que podemos inventar cosas nuevas, esa es la esencia del payaso. He descubierto esto en los ensayos, yo dirijo ballet, ópera, teatro y ahí hay códigos de los que no te puedes salir, pero he descubierto que en el payaso, hay una libertad increíble. Aquí se hace lo que se quiere. Esa es la esencia del clown, el anarquismo en escena».

Según sus creadores, es una obra para todos los públicos, para verlo en familia. «La pena es que no podemos ver al público con la risa o caras iluminadas, la mascarilla, y a ver cómo es reírse a carcajadas con mascarilla».

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