La Universidad de Sevilla rinde homenaje a Antonio el Bailarín
José Antonio Maribel Gallardo, Antonio Márquez, entre los participantes en este primer Seminario
En la esquina de la calle Álvaro de Bazán con la calle Santa Clara en San Lorenzo, hay un azulejo que recuerda que allí nació Antonio Ruiz Soler, Antonio el Bailarín, un genio de la Danza. En Sevilla hay otro recuerdo de Antonio, una calle que está en los jardines de Murillo y que lleva su nombre, y su tumba, en el cementerio de San Fernando. Ahí queda todo.
Uno de sus discípulos y herederos más destacados del maestro, el bailarín y coreógrafo José Antonio, declaraba no hace mucho a ABC de Sevilla: «en España se trata muy mal a la Danza. Sevilla, por ejemplo, no ha pagado su deuda con Antonio. En el extranjero un hombre como él sería un mito», aseguraba.
Este año se cumplen 98 del nacimiento de Antonio y la Cátedra de Flamencología de la Universidad de Sevilla ha convocado una jornada de homenaje titulada, «Antonio Ruiz Soler: su legado» , con un apretado programa que tendrá lugar el día 26 de marzo en el salón de actos de Canal Sur Radio, entidad colaboradora junto a la Bienal de Flamenco, la Consejería de Cultura, la Fundación Cruzcampo, el Ballet Nacional de España y la Fundación Cajasol.
Rafael Infante , al frente de la Cátedra de Flamencología de la Hispalense, dice que, «Antonio es una personalidad clave en la historia de la danza española , por su innovación, difusión y creación en este arte. Este Seminario se encuadra dentro del proyecto que culminará en 2021 con la celebración de un Congreso donde se analice su perfil humano y artístico del bailaor».
Este Seminario dará comienzo a las diez de la mañana con una mesa redonda titulada «Antonio Ruiz Soler, infancia en San Lorenzo. De Realito a los Pericet». Intervienen la mecenas del flamenco, Cristina Heeren, el profesor Emilio Martí del Conservatorio de Cádiz, el escritor José Luis Navarro y la periodista y crítica de Danza de ABC de Sevilla, Marta Carrasco. Seguidamente una conversación entre la crítica de Danza, Rosalía Gómez y el bailarín y coreógrafo, discípulo de Antonio, José Antonio Ruiz con el título de «El legado».
Tras esta mesa, tendrá lugar el encuentro titulado «Vivencias con Antonio», en el que intervienen el guitarrista Manuel Morao , que fue en la compañía del bailarín sevillano durante diez años, junto a Juan Manuel Suarez Japón y el periodista Manuel Curao.
«El baile de Antonio: estilo español, coreografías y grandes obras. Actualidad y futuro», será analizado en una mesa redonda en la que intervendrán los bailarines y maestros, Maribel Gallardo y Antonio Márquez, ambos trabajaron con Antonio en el Ballet Nacional de España, y los bailarines y coreógrafos, Rafael Estévez y Valeriano Paños.
Por la tarde a las 17 horas, se proyectará el documental «El legado de Antonio el Bailarín... genio de la Danza Española» y a las 18,30, clausura del Seminario con la actuación del bailarín sevillano Francisco Velasco, cedido por el Ballet Nacional de España, que interpretará la Farruca del Molinero del «Sombrero de Tres Picos» con coreografía de Antonio.
El niño de San Lorenzo
La figura y la vida de este genio de la Danza se desarrolla entre hitos que nadie ha igualado. En su haber la creación de un ballet que llevó el flamenco y la Danza Española por todo el mundo.
Aquel niño que marineaba por el palo que subía a lo alto de la torre de don Fadrique en el jardín del convento de Santa Clara, o perseguía a los caballos que sacaban los mayorales del conde de Santa Coloma, imitando su baile, se forjó primero en la academia de Realito, donde el maestro le ponía a enseñar las sevillanas a las más pequeñas, para luego pasar a la Academia de los Pericet.
Formó jovencísima pareja, «Los Chavalillos sevillanos» junto a Rosario y recorrieron el mundo, bailando hasta en Hollywood. Creó el Ballet Español de Antonio, con el que rompió moldes actuando en la entonces hermética Unión Soviética, y siendo recibido por reyes, presidentes... Enamoró actrices como Ava Gadner, bailó con la aristocracia y creó grandes obras como «El sombrero de Tres Picos», recuperando los figurines de Picasso.
Antonio Ruiz Soler, nació el 4 de noviembre de 1921 en Sevilla y murió en Madrid el 5 de febrero de 1996. No dejó escuela, pero sí discípulos que como José Antonio o Antonio Márquez, han querido difundir su forma de entender la danza española.
Su figura vuelve a ponerse en valor, con la veracidad de la investigación y varias tesis doctorales. Porque en Sevilla nació un genio de la danza, que no sólo bailó un martinete en el Tajo de Ronda o sedujo a la gran Alicia Markova, sino que creó ballets y bailó como nadie los tres estilos de la danza española. Sevilla aún no ha pagado su deuda con Antonio. Sin duda.
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