Contracrónica
En las lágrimas de Calerito cabemos todos
El matador de toros de Aznalcóllar no ocultó su emoción durante la ceremonia de alternativa y en los respectivos brindis a sus padres
Un torero sin gracia es una desgracia
Desconfío del hombre que no llora, algo oculta bajo esa coraza bravucona. Mejor impresión me llevo de quienes se enorgullecen en el derrame de lágrimas. No de amargura, sino de emoción, de sentimiento. Las que goteaban por el rostro pueril de Juan Pedro ...
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