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CRÓNICA

José Antonio Monesterio, única oreja en el festival de Cabeza la Vaca

El deslucido juego de los novillos de Villamarta condicionan el resultado artístico del festejo

Paseíllo del festival taurino en el coso extremeño L. MUÑOZ

Lorena Muñoz

Con motivo de las fiestas patronales de San Benito Abad, la coqueta plaza de toros de Cabeza la Vaca acogió un festival taurino con un cartel muy sevillano . Los diestros Pepe Luis Vázquez y Pablo Aguado, el novillero Manolo Vazquez además del local José Antonio Monesterio, que fue el único que tocó pelo al cortar una oreja. El juego del ganado condicionó el resultado artístico ya que hubo buen ambiente y buena entrada en los tendidos con un público exigente.

Pepe Luis Vázquez abrió plaza con un ejemplar de Villamarta que le dejó estar a gusto en la muleta. Destacó al natural, toreando con los vuelos y en el toreo en redondo con suavidad en las muñecas . El manejo de los aceros dejó en ovación el premio.

Con el tercero poco pudo hacer además de templar a la verónica ya que después de salir del caballo el novillo se quedó parado. Con algunas protestas se fue a por la espada y fue silenciado después del arrastre.

Tampoco pudo tocar pelo Pablo Aguado que fue ovacionado en su lote. Al segundo lo recibió a la verónica ganando terreno hacia los medios antes de rematar con la media en un recibo muy jaleado por los tendidos. Quitó por delantales y brindó al público pero el astado, noble pero justo de fuerzas, echó el freno pronto y le costó acudir a la muleta.

También se lució con el capote en el cuarto que tuvo presencia y kilos, en un variado recibo que abrochó con una chicuelina y la media verónica. En el tercio final, Aguado comenzó de rodillas y fue de menos a más, metiendo al astado en el engaño. Estuvo entregado en una faena completa con un circular pero acertó a la segunda con la espada y saludó.

Con una larga cambiada de rodillas en el tercio recibió José Antonio Monesterio al quinto antes de ponerse de pie y jugar los brazos para lancear a la verónica. Con la muleta estuvo muy dispuesto en una faena de largo metraje en redondo y al natural en la que encadenó varios circulares los últimos al abrigo de las tablas cuando el novillo, rajadete, buscó la salida.

El sevillano Manolo Vázquez que sigue sumando festejos y avanzando en su incipiente carrera templó con gusto con el capote y estuvo muy dispuesto en el tercio final. Bien colocado y dándole tiempo entre series, toreó con temple en redondo y con naturalidad con la zurda, cuidando los remates en los cambios de mano y en los abaniqueos. Perdió la oreja por el fallo con los aceros.

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