Entrevista
Morante ya ha firmado cien corridas: «Los empresarios muestran tanto interés que no puedo decirles que no»
El maestro no se ha marcado un límite de corridas para celebrar sus bodas de plata como matador de toros
No estará este sábado en el encierro taurino de La Puebla del Río tras sentirse menospreciado por su Ayuntamiento

Un cartucho de tinta vacío, como metáfora del horizonte profesional de Morante de la Puebla . Su pluma estilográfica pidió el recambio en el momento de rubricar e l centésimo contrato de la temporada . Cien corridas comprometidas para sus bodas de plata ... como matador de toros . Una cifra que jamás había alcanzado en su carrera. Y están dispuestos a firmar las que vengan . Sirva el anterior uso del plural para introducir en la escena al portugués Pedro Jorge Marques , el fiel escudero que ahora hace las veces de apoderado, quien de un maletín oscuro extrae un a lmanaque con escasas fechas libres y sin ninguna línea roja: desde iconos toristas madrileños hasta pacíficos envites extremeños. Crean que el estío morantiano no tendrá desperdicio alguno.
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En ese santuario de José (Gallito) que es la H uerta de San Antonio también hay hueco para Juan (Belmonte) y Antonio (Ordóñez), que sobresalen entre tantos retratos del Rey de los Toreros . Sobre el despacho traído desde Pino Montano orquesta su campaña más gallista: batirá récords y tirará del carro cuan mandamás. Al igual que en esa finca agrícola imaginó y creó un asolerado cortijo andaluz –con la inestimable participación de su capital y de los materiales de un vetusto convento jerezano declarado en ruinas– también se inventó y popularizó unos encierros taurinos para sus vecinos de La Puebla del Río . Una celebración que rebasó las fronteras de la ribera del Guadalquivir, al reclamo de la aparición del genio mimetizado bien de mozo bien de operario. Pero este año no portará ni el mono de trabajo ni el pañuelico: el Ayuntamiento ha prescindido del maestro para la organización.
Ha pasado en un año de denunciar el desamparo de la tauromaquia a tener cien corridas firmadas para una misma temporada.
Las circunstancias así lo requerían. Ahora es el momento de que salga el toro bravo español a reivindicarse por las plazas. Después de una pandemia necesitamos una temporada como las de antaño. Toca ir a muchos pueblos y capitales. Tras mi temporada del año pasado, que tuvo mucha resonancia, los empresarios están mostrándome interés para que vaya a sus plazas y es difícil decirles que no. Las condiciones son muy buenas y la predisposición de ellos es especialmente cariñosa.
Los empresarios destacan las facilidades que usted y su actual apoderado ofrecen para la contratación.
Yo diría que es al revés: son ellos los que ponen facilidades. Esa es la realidad. Y me siento muy agradecido. Sí veo ahora algo que jamás he visto en mi carrera: la necesidad de contar conmigo para sus plazas sí o sí. Es algo que te llena de satisfacción, después de tantos años dedicado a esto. Que un torero con veinticinco años de alternativa tenga ahora más atractivo que en sus primeros temporadas es algo que nunca ha ocurrido en el toreo. Y así está siendo.

¿Cree que sus compañeros se subirán a ese carro?
Bueno, no sé ni si yo voy a poder con mi carro (ríe). Es un carro ciertamente pesado. Pero las cosas no se consiguen sin ánimo ni esfuerzo. Lo importante, con esta situación que estamos atravesando, es intentarlo. Habría que consultarle a los compañeros si ellos lo van a intentar. En mi caso, sí que lo intentaré. A ver si hay suerte.
Cada vez se le intuye en un espectro más lejano de ellos, como más independiente.
Me llevo prácticamente bien con todos, pero no tengo relación con ninguno. No puedo decirte otra cosa. No quiero pertenecer a esas cosas en las que están ellos: Unión de Toreros, Fundación Toro de Lidia... Estoy disconforme con muchas de sus ideas. Realmente sí que estoy más independiente. Es la realidad.
Hablemos de Sevilla: seis tardes anunciado en el abono.
Sevilla es mi plaza y quería hacer historia. La idea ha sido exclusivamente mía, porque nadie se ha anunciado seis tardes dentro de un mismo abono. Y porque era el momento. No quiero decir que el año que viene vayan a venir otras seis. Pero quería tener ese recuerdo o palmarés en mi carrera. Sin pretender ningún agravio comparativo. Sólo quería hacer historia con Sevilla.
Su faena del pasado 1 de octubre al toro de Juan Pedro Domecq fue la más pasional de su idilio con Sevilla.
Hubo tanta pasión como entrega. El otro día me acordé de ella tras escuchar una entrevista de Belmonte, en la que hablaba del «toreo del nudo en la garganta». Digamos que esa faena podría señalarse así. Es un calificativo muy bonito. Así era su rivalidad con Joselito, y así salían a la plaza. Fue ésta una faena de nudo en la garganta. Por cómo se vivió, por la voltereta, por la angustia y por el sentimiento. Pienso que no fue de rabo, pero sí que fue una faena de muchísima pasión.

Veo tras usted que tiene disecado uno de los toros de Prieto de la Cal que lidió en el Puerto de Santa María. Aquello pasó del éxito a la decepción.
Tuve que hacer un tremendo esfuerzo por el momento tan delicado que atravesábamos. Conseguimos que se desplazara gente desde muchos sitios, hasta de Francia. Fue todo un acontecimiento, aunque después en la plaza sí que resultó una decepción. Tuve la intención de exagerar, para que se me entienda.
A propósito, este sábado está anunciado el encierro de su pueblo, La Puebla del Río. Usted avisó que, por primera vez, nada tendría que ver en su organización. ¿Qué pasó?
Lo que ha ocurrido me duele mucho. No tengo redes sociales, pero vivo en La Puebla y escucho continuamente los comentarios de todos los vecinos. Su fecha original es en torno al 20 de enero, por la festividad de San Sebastián. En aquel momento la situación de la sexta ola era preocupante y, hablando con el alcalde -Manuel Bejarano Álvarez (PSOE)-, se decidió que había que suspenderlos. Él en ningún momento me planteó la idea de aplazarlos. Después me enteré que pretendían hacerlo en febrero, por detrás mía. Fue con mala fe, porque ni me lo comunicaron ni me pidieron opinión, que yo hubiera dicho que estaba encantado de aplazarlo a esta fecha. Se ha ninguneado a quien ha sido el creador y fundador de estos encierros. Me siento dolido y por eso me desvinculo. Después sacaron un pliego con 70.000 euros, cuando a mí me daban 30.000 euros; que por cierto, me suponía cuantiosas pérdidas todos los años. El alcalde ha dejado de hablarme, aunque siempre he tenido buena relación con él.
Pero, ¿ha pasado algo con el Ayuntamiento?
Entre el alcalde y yo no ha pasado nada.
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