Encerrona de Morante en El Puerto de Santa María
Tomás Prieto de la Cal: «No nos sentimos identificados con la tauromaquia actual»
La ganadería de Prieto de la Cal será la protagonista, junto a Morante de la Puebla, de la corrida más atractiva del año en El Puerto de Santa María

Mientras todo el mundillo taurino mantiene su atención puesta en la corrida de El Puerto de Santa María , en la finca ‘La Ruiza’ nada ha cambiado. Permanecen aislados de cualquier distracción que les aparte de su rutina diaria. Aún no ha ... asomado el sol cuando los cuatro hijos adolescentes de Tomás Prieto de la Cal ya tienen preparados sus correspondientes caballos. Aquí se antepone la ganadería a cualquier plan veraniego . Más bien, éste es el plan veraniego de la chavalería. El padre nos muestra las respectivas camadas de toros y novillos, aunque mantiene oculta en un cerrado la corrida que lidiará el genio de La Puebla . Y avisa que la preservará en la intimidad hasta que salten al ruedo.
Tienen revolucionada a la afición taurina.
La revolución la ha formado Morante. Su gesto llega en un momento clave; más que por nosotros, por la tauromaquia y por la afición. Es como si hubiéramos retrocedido un siglo: los toros de Veragua siempre inauguraban las ferias. El público sabe que va a ver algo que nunca se ve. Y se ha vuelto a hablar de toros. Unos dicen que podrá, que no podrá; que si ha hecho bien, que si es una locura… Es verdaderamente maravilloso. Me recuerda a la época de la posguerra en la que la se empeñaban los colchones para ir a las plazas.
Posiblemente sea el momento de mayor interés desde que usted está al frente de la vacada.
Empecé como ganadero a los nueve años, tras la muerte de mi padre. Y siempre con la ayuda de mi madre. Quizás sí que éste sea el momento de mayor expectación con nosotros. Aunque aviso que seguimos con nuestra vida, no nos afecta lo más mínimo.

Morante les sirve como escaparate.
Le ha dado la categoría que siempre ha merecido la ganadería. Todas pasan por altibajos: hay etapas malas y otras buenas. Ha escogido un momento en el que cree que estamos bien. Él también está en un momento muy dulce [«extraordinario», puntualiza la madre]. Quizás sea el momento más importante de su carrera por la madurez y el estado anímico que atraviesa. [«Puede con todo», vuelve a matizar la ‘jefa’ (así la llama el hijo)]. Se juntan una ganadería que no está en mal momento con un torero que atraviesa el mejor momento de la historia.
¿Dependen del éxito de esta corrida?
Nos atrae más el éxito por Morante que por nosotros. No somos tontos, claro que nos gustaría triunfar, pero debo decir que hemos sobrevivido durante cuarenta años gracias a Francia, Navarra y al Norte de España. El éxito o el fracaso no nos cambiarán nada de lo que hacemos: seguiremos con nuestras costumbres, hábitos y selección. Ojalá sirva de ejemplo para contar con ganaderías que también están en buen momento. No me gustaría que desaparecieran. Lo que le ocurrió a Guardiola, por ejemplo, fue una pena. Le daba riqueza a la fiesta.
¿Y quién ha escogido el encierro?
Hemos sido muy cuidadosos. Se han escogido de todas las cercas de casa, intercambiando opiniones con el matador. De hecho, hay un toro, que no voy a revelar, que no es muy guapo pero que tiene muy buena familia y él está encantado de lidiarlo. Aunque conoce los toros, nos ha dado toda la confianza y responsabilidad a nosotros.

¿Cuándo surgió esta relación?
Desde que Morante era muy niño. Lo traía Leonardo Muñoz, que era su primer apoderado. Aunque no es un hombre que tiente mucho, aquí siempre ha sido muy apreciado y querido. En aquellos comienzos le brindó a mi madre un novillo en Niebla.
Últimamente se deja ver mucho por aquí.
Lo consideramos un hombre de la casa. Nos sentimos muy a gusto con él porque tiene un concepto de la tauromaquia muy parecido al nuestro. La gente se sorprende porque piensan que nosotros somos de un extremo y él del otro. Pero el toreo nunca ha sido así: los toros y los toreros siempre hemos ido de la mano. Hay toros que se agotan pronto y necesitan un torero que en poco tiempo diga mucho. Y Morante ya sabemos que en poquito lo dice todo. Fíjese hasta dónde llega la conexión que él en un pequeño detalle se siente más torero que en una faena larga y nosotros también nos quedamos con pequeños detalles de los toros. Mis compañeros se fijan más en la durabilidad, la humillación, etcétera. Y a nosotros nos interesa mucho más la salida o el galope, que son cosas que hoy día interesan menos. Es fácil conectar con alguien así. Siempre he hablado mucho de la riqueza de la lidia. Y esa riqueza va desde el primer tercio hasta la hora de matar. Este torero le da mucha importancia a la suerte de varas, aunque la gente no lo crea. La manera de picar de sus picadores te lo demuestra. Podríamos decir que ambos bebemos de fuentes antiguas.
Morante preparándose y de tentadero en la ganaderia Tomas Prieto de la Cal de cara a la cita del 7 de agosto en el Puerto de Santa María. pic.twitter.com/frHMeuB2ns
— Morante de la Puebla (@Moranteinfo) July 26, 2021
¿De verdad cree que el público está preparado para esa tauromaquia antigua?
Lo bueno le gusta a todo el mundo. Esta temporada se está viendo que Morante con muy poco pone las plazas en pie. La gente, en este caso, creo que sí lo entenderán. Si un toro es mejor para el caballo que para la muleta, lo entenderán. O si es mejor para el capote que para la muleta, lo mismo. La gente sabe lo que va a ver en El Puerto. La corrida en sí ya es un éxito, sólo por anunciarla y por la expectación. No es esa monotonía de ir a una feria a ver una corrida que vas a ver repetida en la siguiente.
Ya dijo Morante en una entrevista en El Mundo que estaba aburrido de ciertas ganaderías. Ahora es usted el que habla de «monotonía» en las ferias.
Aquí el aliciente lo da el toro, que es el eje de la fiesta. Y el complemento del toro es el toreo. A nosotros nos gusta el toreo clásico. Durante cuarenta años así lo he defendido. Nunca he querido quitar ganaderías ni suprimirlas. Nadie puede sentirse molesto por el gesto de Morante, porque él simplemente aporta. Hay muy buenos toreros que pasan a la historia de las estadísticas, pero hay toreros que pasan a la historia de la tauromaquia. Luis Miguel Dominguín, por ejemplo, siempre estaba disconforme. Fue número uno y pasó a la historia de la tauromaquia. Aquellos que no se dan por satisfecho y dan tanto a la tauromaquia son los que pasan a la historia.

Morante está implicado en rescatar estampas antiguas. ¿Sienten que esta elección los cataloga a ustedes como algo arcaico?
Nosotros no nos identificamos con la tauromaquia actual. Siempre hemos ido a contracorriente. El toreo se basa ahora en una faena interminable y, generalmente, muy aburrida en la muleta. Se pierde el capote y la suerte de varas. Nos identificamos con lo antiguo y nunca hemos pretendido adaptarnos a los tiempos actuales. Claro que el toro no puede terminar el tercio de banderillas sin ningún pase. Intentamos que tenga una faena razonable, pero no interminable. Y estamos muy en contra con muchas cosas que ocurren en el siglo XXI en los toros.
¿Qué cosas?
Que el mismo gremio no sepa darse la importancia que merece. Un torero debe parecer un torero y estar orgulloso de lo que es. Y en el gremio ganadero pasa lo mismo. Cuando empecé a ser ganadero daba gusto ver a mis compañeros de la época. Y ahora se vive muy deprisa, todo es orejas e indultos. Nada de eso me agrada. Un indulto es un acontecimiento que debería ocurrir cada diez años. Tampoco me gusta que los toros se parezcan unos a otros. Que sean diferentes hacen más entretenido el espectáculo. Claro que hace pensar más al torero y tener más conocimiento.
Lo llaman 'indultitis'.
Se pierde la magia. Nuestro premio no es el indulto, sino la vuelta al ruedo o la ovación en el arrastre. El indulto debe ser algo excepcional. También te digo que no todo debe ser cuántas orejas se han cortado, sino qué se ha hecho. En eso estoy muy en contra de mis compañeros. Aquí, en la plaza de tientas, indultamos un eral con cuatro o cinco puyazos, ¿por qué en la plaza se indulta con uno?
¿Comulgan con la disyuntiva de ‘toristas’ o ‘toreristas’?
No, porque a nosotros nos gusta que la afición sume. Igual de importante es el que sigue a Morante de la Puebla como el que sigue a Cuadri. No hay por qué descalificar a nadie. El problema es la monotonía de la que hablamos antes: si hicieran las ferias a base de Prieto de la Cal, Cuadri y Miura, a lo mejor sería aburrido; aunque no lo creo. Pero antes había un porcentaje equilibrado y ahora siempre son las mismas ganaderías, no el mismo encaste.
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