Toros
¿Qué pasa entre Daniel Luque y Roca Rey?
Uno de los encontronazos más esperados del momento sigue sin fraguarse, con más reticencias por una parte que por la otra

Jueves, día 3 de agosto, en el coso de La Merced de Huelva. Toros de Juan Pedro Domecq para Julián López 'El Juli', Daniel Luque y Roca Rey. Si nada se tuerce, será ese día, en la conmemoración de la partida de la expedición de Cristóbal Colón, más cerca a las postrimerías que al albor de la temporada, cuando Luque y Roca se vean las caras por primera vez este año. En una plaza de toros, que no por las calles de Gerena.
Uno fue el gran impacto del 2022; el otro, uno de sus nombres más destacados. Uno ha completado con éxito la campaña americana, el otro ha arrancado de un modo incontestable la española. Por concepto, y por momento profesional, es uno de esos contados encontronazos que suscitan interés en un mercado cansinamente monótono. El mano a mano que perfectamente hubiera encajado en Sevilla con la corrida de La Quinta para darle un sello distintivo a esa feria en la que están todos, aunque demasiado revueltos. O en San Isidro. O en cualquier coso francés, feudo del sevillano, donde ni el peso que ahí ejerce el apoderado de éste —Juan Bautista— ha conseguido lograrlo.
Atasco en la rampa de salida
En un compás artístico tan heterogéneo, con los referentes actuales —Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey— en antípodas artísticas y profesionales, y con una larga nómina de maestros en la rampa de salida, hay mínimas fórmulas atractivas. Sevilla, nuevamente, como paradigma: Ramón Valencia la catalogó como «la Feria», en referencia al potencial de la misma. ¿Tiene a los mejores? Sí, están todos los que son y son todos los que están. Pero, ¿hay un cartel que se barrunte entre los aficionados? No ¿De quién es culpa, de la creatividad empresarial o del atolladero artístico de las figuras?
Ni en Valencia, ni en Castellón, ni en Sevilla, ni en Madrid... De momento, el logro parece llevárselo José Luis Pereda, que tras pactar con Onetoro la retransmisión de las próximas Colombinas podría apuntarse el tanto. Un cara a cara que, en lugar de sentar precedente, tendría carácter eventual. ¿Por qué no batirse el cobre en más plazas y con mayor trascendencia? La respuesta parece estar en el flanco peruano, que sostiene la sartén por el mango. Habría que recordarle que el modo más elegante y torero de querer decirle algo a un compañero siempre será en el ruedo. Por derecho. Esto no le pega a un torero con tanta categoría.
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