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Dakar

Laia Sanz, la princesa del Dakar

La española finaliza la competición de motos en noveno lugar, un puesto donde ninguna mujer había llegado antes

Laia Sanz, la princesa del Dakar

L. M.

Hay un antes y un después a Laia Sanz (Corbera de Llobregat, 1985) en el mundo del motociclismo español. A sus logros, a su iniciativa, a sus retos superados. Hay un antes y un después a Laia Sanz en el motociclismo mundial, en el Dakar, donde ha alcanzado la novena posición en la general. Un lugar, un número, un hito que solo lleva su nombre. Ninguna mujer había alcanzado tan privilegiada atalaya en una competición tan dura como el Dakar. Para la historia, la décima plaza de la francesa Christine Martin en 1981.

Por eso Sanz no encontraba problemas en sonreír a pesar del barro que cubría su rostro. Porque todo su esfuerzo ha encontrado un sueño que ya puede tocar y saborear. "Cuando he llegado a la meta me he abrazado a mi gente y no he podido evitar soltar alguna lagrimilla. Las emociones son muy intensas cuando llegas al final de una prueba tan dura y el resultado hace que lo sean aún más", confesaba, orgullosa porque han sido años de preparación, de madrugones, de esfuerzos continuos, de barreras superadas , de luchar por una moto mejor, la que se merecen sus objetivos conquistados. "Ha sido la clave, como haberme entrenado más que otros años, tener dos carreras de preparación, y haber tenido suerte porque solo me he caído una vez".

Ya había dejado su impronta de campeona al conseguir finalizar la octava etapa en quinto lugar. Y octava quería haber terminado, pero en el Dakar cada día es una aventura y no hay más rivales que tú mismo y los problemas que surgen en el camino. "Ha sido un rally duro en el que han pasado muchas cosas y en el que todos hemos sufrido mucho hasta el final. Me hubiera gustado acabar octava pero el Dakar tiene sorpresas hasta el último instante y, hay que ser realistas, entre un puesto y el otro no hay muchas diferencias. Terminar novena es un resultado increíble", analizó antes de admitir que no iba a coger la moto en un mes.

Esa que ha crecido con ella, con la que ha madurado encima y fuera, con la que ha conseguido ser uno más en el circuito, con la que ha ganado trece mundiales de trial y tres de enduro y con la que sigue dando gas a la historia del motociclismo español. Se rindió a sus pies y lo seguirá haciendo porque hay muchas cosas que tiene en mente ya Sanz. Y pocas son las que no consigue. Laia Sanz, princesa del Dakar.

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