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El caso único del Marqués del Contadero en el fútbol sevillano

Aunque sevillista, el marqués del Contadero presidió el Betis en su juventud, lo que nunca se ha repetido en la historia

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DAGUERRE

La evocación de los efímeros reinados de Ramón Sánchez-Pizjuán como Baltasar en la cabalgata de reyes magos de 1956 y Benito Villamarín como Gaspar en el cortejo de 1957, respectivos presidentes de Sevilla y Betis cuyos nombres rotulan los campos de cada club, rescató también la memoria del dirigente más sorprendente que hubo en el fútbol sevillano durante el siglo XX y rey Gaspar en 1954: Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas, marqués del Contadero y conde de Montealegre, quien fuera durante siete años teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería.

Contadero fue labrador y ganadero, vicepresidente de la Juventud Patriótica de Sevilla, concejal en el Ayuntamiento que presidió el conde de Bustillo, secretario provincial de la Unión Patriótica y diputado provincial por Carmona cuando cayó la dictadura de Primo de Rivera. Durante la II República apoyó al general Sanjurjo en el fracasado golpe del mes de agosto de 1932, por lo que fue encarcelado. Militó en Renovación Española y colaboró con el Alzamiento del 18 de julio de 1936. Bajo la dictadura de Franco fue alcalde de Sevilla entre 1952 y 1959. Presentó su dimisión irrevocable el 24 de octubre de 1958 ante el mismísimo jefe del Estado, según señala Nicolás Salas, por el sistemático abandono que sus gobiernos mantenían hacia Sevilla. Hasta el 21 de marzo de 1959 desempeñó la Alcaldía accidentalmente el primer teniente de alcalde, Santiago Garrigós, a quien sustituyó en el cargo Mariano Pérez de Ayala. Oficialmente no hubo dimisión alguna.

A toda su trayectoria únese en Contadero la sorprendente condición de haber sido presidente del Betis, que lo fue con veintipocos años a principios de los años 20 y a pesar de ser sevillista, y del Sevilla a lo largo del decenio de los 40, lo que constituye caso insólito pero que no era tan mayoritariamente conocido como su rareza invita a suponer. El marqués presidió el Sevilla entre el primer y el segundo mandato de Sánchez-Pizjuán , quien había sido llamado a Madrid para ejercer como federativo nacional, y con él los blancos lograron su única Liga, la de la temporada 1945-46.

Años después, Contadero presidió la comisión organizadora de las Bodas de Oro del Sevilla, celebradas en 1955, y en septiembre de 1963 fue nombrado por aclamación de la asamblea, a propuesta de la junta directiva, presidente de honor. Juan López Sánchez, presidente del club, lo visitó en su domicilio de la calle Cervantes acompañado por Antonio Sánchez Ramos «El tío del puro», Fernando Robina, Fernando López y Pedro Cava para comunicarle el nombramiento, que aceptó muy satisfecho. Momo Contadero falleció el 24 de septiembre de 1966. Desde hace más de 30 años tiene dedicado un paseo junto al río por el que se le recuerda como alcalde, un regidor que además es el único sevillano que llegó a presidir tanto al Betis como al Sevilla.

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