Acostumbrado el Sevilla (y el sevillismo) en otras etapas lejanas y más pobres de la entidad a vivir en tierra de nadie a estas alturas: eliminado en la Copa y en la medianía en LaLiga, debería el futbolista del equipo actual analizar la fortuna y el privilegio que le supone estar a estas alturas de la temporada, a finales de marzo, jugando con todos los focos puestos en él. Sólo el Barcelona en España puede presumir de estar vivo en todas las competiciones y de tener tantas finales a la vista. Al jugador (que se lo pregunten a cualquiera de ellos) lo que le gusta, valga la redundancia, es jugar. Hay quien se pasa, sobre todo en equipos muy grandes, la vida así. Con tantos partidos (miércoles y domingos) durante toda la temporada los entrenamientos acaban siendo más reclamos para tratar de frenar lesiones y encontrar las mejores recuperaciones. ¿Cuánto daría un jugador por disputar unos cuartos de final de la Liga de Campeones? ¿Cuanto daría un jugador por poder disfrutar, al menos una vez en su carrera, de una final de la Copa del Rey? Las respuestas son evidentes. Ahora bien, cuidado también con las finales de LaLiga. La primera llega el sábado 31 de marzo, ante el Barcelona, en un encuentro que podría marcar mucho lo que viene después. Hay que vaciarse. También. Igual que luego ante el Celta, el Villarreal, el Deportivo… Todas son finales.

Un once del Sevilla FC esta temporada
Finales
La primera llega el sábado 31 de marzo, ante el Barcelona, en La Liga
Por Roberto Arrocha, 18:31 h.