Copa Sevilla 2022
El particular Patio del Tenis del Alcázar de Sevilla
A principios del siglo XX, Alfonso XIII mandó construir dentro del palacio una cancha para practicar el deporte de la raqueta

Si las paredes del Real Alcázar de Sevilla hablasen contarían un sinfín de historias y anécdotas, pero hay una que no es muy conocida y es que entre sus muros estuvo una de las primeras pistas de tenis que existió en España, y posiblemente la única construida dentro de un palacio. Aunque una placa asegura que en el Patio de la Alcubilla estuvo la primera pista de tenis de nuestro país esto no es más que una leyenda o exageración ya que, como sucedió con el fútbol, fueron los ingleses que llegaron a la provincia de Huelva para explotar las minas de Riotinto los que introdujeron el deporte de la raqueta entre 1870 y 1880, y la pista que estuvo alojada en el palacio sevillano data de entre 1906 y 1911.
Pero, ¿cómo llega una pista de tenis a un palacio español a inicios del siglo XX? Desde que contraen matrimonio en 1906, la Reina Victoria Eugenia de Battenberg -nacida en Escocia- introduce al Rey Alfonso XIII en la práctica del «sport del lawn tennis» nombre por el que es conocido el deporte en aquella época. La afición crece y se traslada también a las nuevas generaciones, razón por la cual y dadas las frecuentes visitas oficiales del monarca y su familia a la capital andaluza, decide construir una pista dentro de los jardines de la residencia real para que los infantes no tuvieran que salir del palacio para jugar al tenis.

Según publicaba 'El Noticiero Sevillano' en su resumen de la actividad real en la ciudad, «La jornada regia», del 19 de febrero de 1910, en una reunión con el alcalde de la ciudad Cayetano Luca de Tena, le traslada su deseo de construir en la huerta anexa a los jardines «un hermoso parque, que partiendo desde la terraza del pabellón de Carlos V, vaya á terminar en el ángulo que coincide con la tapia de la calle San Fernando. Allí se destinarán sitios adecuados para los juegos de «tennis», «croke» y otras expansiones de los augustos niños». Sin embargo, la pista de tenis no se instaló en esa zona del jardín, donde actualmente está el laberinto, si no que se construyó en una zona cercana al Apeadero, cerca de la salida por el Patio de Banderas.

Para el Jefe de la Unidad de Actividades del Alcázar de Sevilla, Manuel Hurtado, esa fecha podría ser válida para la construcción de la cancha ya que existe una fotografía de 1912 del Rey jugando al tenis en el Patio de la Alcubilla. La pista estuvo en funcionamiento hasta 1931, año del exilio del monarca español por la llegada de II República, pero no desapareció inmediatamente. «Aunque hay muchas investigaciones del Alcázar hay una parte desconocida», cuenta el especialista del palacio, «y es su utilización como vivienda de trabajadores. A partir de 1931 en el Patio del Tenis se construyeron viviendas. Estaba, por ejemplo, la casa de Jiménez, el conserje, había un gallinero y el Pabellón de la China, donde se guarda hoy la porcelana china-pegada a la galería sur del Patio de la Alcubilla-, era donde se guardaban las bicicletas de los hijos de los trabajadores».
No fue hasta la década de los 60 del siglo XX, con Joaquín Romero Murube de director y Rafael Manzano de arquitecto, cuando adoptaría el aspecto con el que ha llegado hasta nuestros días, con la fuente del Palacio de los Sánchez-Dalp que estuvo en la Plaza del Duque en el centro. Justo en esa misma década en la que desapareció la regia pista de tenis, comenzó a celebrarse la Copa Sevilla el torneo que ligó al tenis a la capital andaluza definitivamente.
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